A bordo de un volcán activo
A punto de iniciar la alucinante aventura...
Cuando pensamos en el snowboard, pensamos en blancas colinas sobre las que deslizarse. Pero, ¿cómo sería deslizarse por una negra y polvorienta ladera de un volcán aún activo? Una experiencia a la medida de los que buscan emociones fuertes, ve preparando las gafas porque vamos a Nicaragua, una especie de cuna del “Volcano boarding”.
El mejor punto para disfrutar de la experiencia, vestíos con la ropa adecuada, poneos las botas, las gafas y coged vuestro trineo reforzado… Un detalle importante, no olvides mantener la boca cerrada, en caso contrario parecerá que te has comido un cenicero… Esa mezcla de arena, polvo y cenizas no es muy recomendable si llega a los pulmones.
Por cierto, otro detalle, no penséis que esto será un plácido viaje: se llegan a alcanzar velocidades de unos 80 km/h, y esto se debe a la pendiente en el Cerro Negro. Aquí os dejamos algunas imágenes de esta locura tan divertida:
¿Posibles riesgos? Por supuesto, en este tipo de actividades siempre está el riesgo inherente al descenso a altas velocidades. Las lesiones más probables son heridas por el roce de la gravilla en los brazos, así como golpes por pérdidas de equilibrio en el descenso.
Este nuevo deporte extremo no para de atraer visitantes de todo el mundo al Cerro Negro, en Nicaragua, donde se encuentra el volcán activo que tuvo su última erupción en una fecha tan reciente como es 1999.
Aquí podemos llegar desde León, la cual se encuentra a tan solo 15 km al suroeste. Se trata de una localidad donde los estudiantes de izquierdas, los poetas y los revolucionarios marcan el sabor de la villa, así como su atractiva arquitectura colonial, con algunas construcciones religiosas llamativas. Aunque para muchos, el objetivo último para pasar por León, Nicaragua, es recorrer los 500 metros de la ladera que se encuentra junto al volcán local.
Pero, y vosotros, ¿queréis probarlo?
Fuente: liligo.com