Los Zetas: Cambio de liderazgo
Rubén Aguilar Valenzuela
La captura del líder del cártel Los Zetas, Ángel Treviño Morales, El Z-40, por miembros de la Marina Armada de México, el pasado lunes, es un buen golpe del gobierno federal en la lucha contra el crimen organizado. El hecho no se puede minimizar, pero hay que ubicarlo en su justa dimensión.
El cártel es golpeado en la estructura de mando, pero está lejos, como algunos medios lo plantearon, de que se trate de un descabezamiento o sea, el principio del fin de Los Zetas. Las autoridades saben que, en la estructura de mando de esa organización, quien hereda el liderazgo es Omar Treviño Morales, El Z-42, que es hermano menor del Z-40.
La llegada del Z-42 a la jefatura del cártel implica un relevo generacional. Él no es fundador de la organización. Sus dos anteriores líderes sí lo eran: Heriberto Lazcano Lazcano, El Lazca, que fuera soldado de élite del Grupo Aeromóvil de Fuerzas Especiales, y El Z-40, que asumió el liderazgo a la muerte de éste en un enfrentamiento con la Marina en el 2012. Se sabe también que El Z-42 en su nueva responsabilidad tendrá como lugartenientes a Román Ricardo Palomo Rincones, El Coyote; Maxiles Barahona, El Contador, y Sergio Ricardo Basurto Peña, El Grande. Lo más probable es que uno de ellos, en caso de ser abatido el nuevo líder de Los Zetas, sería quien tomaría el relevo en el liderazgo de la organización.
Los Zetas existen como tal a partir de 1999, ya tienen 14 años, cuando el líder del Cártel del Golfo, Osiel Cárdenas Guillén, los recluta como su brazo armado. En el 2007 Cárdenas Guillén, preso desde el 2003, fue extraditado a Estados Unidos y en ese momento Los Zetas rompen con el cártel que los reclutó, para constituir una organización autónoma en el 2008.
A partir de ese momento, se declara la guerra entre los dos cárteles; primero, en Tamaulipas, y después en otros 15 estados donde tenían presencia quienes los habían contratado. En ese momento y con el propósito de fortalecerse, el Cártel del Golfo se alía con La Familia Michoacana y Los Zetas, con el Cártel de Sinaloa.
Los Zetas se expanden de manera espectacular del 2008 al 2011 y en sólo cuatro años tienen presencia en la mitad de los estados del país. Ellos se han abierto espacio disputando el terreno a los otros cárteles con muy altos niveles de violencia. A partir de la muerte de El Lazca, se frena el crecimiento de la organización y hay signos de debilitamiento.
La aparición de Los Zetas implicó que por primera vez en la historia del crimen organizado del país, miembros de los cuerpos de élite del Ejército se incorporaron al narcotráfico y utilizaran la “guerra psicológica” para “crear terror”, siguiendo el modelo de Estados Unidos en Vietnam, como bien lo menciona el investigador Luis Astorga.
Los Zetas en este momento están en un momento de descontrol y ajuste en la estructura de mando; el Cártel del Golfo podría intentar aprovechar eso en su lucha a muerte contra quienes habían sido sus aliados. En ese caso, en los próximos días habría una intensificación de la violencia en los estados donde estos dos cárteles se disputan el poder.