En la quietud de tu interior, ¡puedes volar como el águila!
Diana Benavides
Diana Benavides: Si el hombre se sienta en quietud a entender y a abrazar las leyes universales, el poder y la riqueza serán suyos a una velocidad desconocida. A pesar de que el propósito de este escrito no es espiritual ni filosófico, es en la inmensidad del entendimiento filosófico y en la grandeza de la identidad espiritual que el hombre es capaz de soportar la dolorosa, pero necesaria transformación para volar como el águila.
El águila es el ave de mayor longevidad entre las criaturas de su especie. Vive 70 años. Aunque para alcanzar esa edad, al llegar a los 40 debe tomar una seria y difícil decisión; sus uñas están apretadas y flexibles y no consiguen aferrar a las presas de las cuales se alimenta. Su pico largo y puntiagudo se curva, apuntando contra el pecho. Sus alas están envejecidas y pesadas y sus plumas gruesas. ¡Volar se le hace ya muy difícil!
Entonces el águila tiene solamente dos alternativas: morir o atravesar un doloroso proceso de renovación que dura 150 días. Ese proceso consiste en volar hacia lo alto de una montaña y quedarse ahí, en un nido cercano a un paredón, en donde no tenga necesidad de volar. El águila comienza a golpear su pico contra la pared hasta conseguir desgarrarlo y arrancarlo. Debe esperar el crecimiento de uno nuevo, con el que desprenderá una a una sus uñas. Cuando las uñas nuevas comienzan a crecer, tendrá que desplumar sus plumas viejas y esperar a que renazca su plumaje. Después de cinco meses, emprende su vuelo de renovación y… ¡a vivir 30 años más!
Por lo que, como preámbulo a alcanzar y retener el éxito es necesaria esta dolorosa transformación. Pero… ¿qué es el éxito? El éxito es un concepto relativo y personal; y no está en correlación con el dinero. Eres exitoso cuando te inspiras e inspiras a otros a sobrepasar los obstáculos y desafíos de la vida; cuando descubres tus talentos y potencial para desafiar tus miedos. En verdad, el convertirte en éxito es ser rescatado del cautiverio de un medio ambiente pobre, donde carecen las ideas, los sueños y la imaginación. Así es, no eres pobre por no tener dinero, eso es no tener liquidez. ¡Eres pobre cuando careces de la determinación de transformarte para volar como el águila!
Winston Churchill: El éxito es ir de fracaso en fracaso. Por lo tanto recuerda que la única medida para evaluar tu progreso es la intensidad de tus propios esfuerzos, en tu dolorosa y constante transformación, la cual te llevará a tu más grande riqueza, la de tener visión para honrar tu propósito de vida, dedicado a una noble causa más grande que tú. Donde perderte en dicha causa significa encontrarte a ti mismo, no solo para vivir una vida con significado más allá de tus necesidades, ¡sino para que en la quietud de tu interior puedas volar como el águila!
Este escrito es propiedad y derechos reservados de su autora, Diana Benavides.