Espeluznante cornada

 

Simplemente horroroso, pero el salvajismo continuará.

Que es un espectáculo de salvajes todo el mundo lo sabe.  Que hay un maltrato inaudito en contra de los toros también es cosa sabida. Pero no por eso dejan de impactarnos las eventuales venganzas de los astados, como la ocurrida ayer en España en contra del torero Julio Aparicio.

 

Según reportes periodísticos,  el matador muleteaba con la mano izquierda, iniciaba una tanda por ese lado, cuando el toro lo botó con los cuartos traseros.

Aparicio cayó frente al animal, intentó levantarse y finalmente gateó hacia atrás angustiado y el toro lo atravesó brutalmente por la mandíbula, sacándole el cuerno por la boca. La foto es más que dramática y dudamos que pese a la bestialidad de este “deporte”, haya otra igual.

Hasta el viernes por la tarde el hombre del traje de luces estaba estable un una clínica, pese que la herida fue para matarlo.

El equipo médico indicó que el torero español  tenía las siguientes lesiones: «Herida en región submandibular con una trayectoria ascendente que penetra en cavidad bucal, atraviesa la lengua, alcanza el paladar con fractura del maxilar superior. Pronóstico muy grave».

«No tenemos por qué temer ni por su vida, ni por posibles secuelas, aunque tendrá una recuperación muy lenta», dijo un médico que le atendió.

«Es una cornada muy seria. Le ha roto prácticamente toda la boca, la lengua, el paladar y el maxilar superior. Le hemos entubado en la enfermería y hemos conseguido estabilizarlo. Ahora en el hospital 12 de Octubre tendrán que seguir con la intervención y ver hasta dónde llega la fractura del maxilar. Aún es pronto para hacer valoraciones más concisas. Hay que esperar», dijo el galeno.