Buscan plan especial para narcos en CA
Ieepp apoya petición de presidenta de Costa Rica, Laura Chinchilla, en torno a que hagan plan especial y no nos vean como apéndice de la Iniciativa Mérida. Guatemala tiene ya siete cárteles familiares y en Nicaragua cada día crece el afianzamiento del crimen organizado, aunque fiscal Centeno dice que somos “inmunes”.
El Instituto de Estudios Estratégicos y Políticas Públicas (Ieepp), coincide con la presidenta de Costa Rica, Laura Chinchilla, en demandar a Estados Unidos un plan específico para Centroamérica en torno al narcotráfico, sin tomar a la región como parte del Plan Mérida.
Cuando se implementó el apoyo contra los narcos en la también llamada Iniciativa Mérida, en junio de 2008, era otra la realidad del Istmo centroamericano y México resentía todo el accionar del crimen organizado. La situación ha cambiado para peor, advierte Roberto Orozco, especialista en temas de seguridad del Ieepp.
El narcotráfico se ha venido instalando en Centroamérica y Guatemala tiene ya siete cárteles locales establecidos plenamente, siendo el más famoso el de la familia Lorenzana, algunos de cuyos miembros han sido apresados en nuestro país.
“Nosotros todavía no tenemos cárteles aquí, pero hay fuerte presencia de grupos ligados a cárteles de afuera en Rivas, el Caribe, Chontales y otros lugares. Esa gente está agarrando fuerza”, dice Orozco.
Mantienen logística y van creciendo
“Si te has fijado, casi todos los narcos extranjeros capturados en nuestro país son de México y Guatemala. Ellos mantienen aquí su logística y van creciendo”, sostuvo.
Estados Unidos debe apoyarnos con recursos que no tenemos como escáner, aparatos de escucha telefónica, capacitaciones. Hay que incrementar la Inteligencia, el monitoreo y más gente especializada en el tema, dice Orozco.
Algo que requiere mucho capital y es en extremo delicado, manifestó, es la acción de agentes encubiertos para infiltrar al narcotráfico y no contamos con recursos para hacerlo.
A criterio de este especialista, todos los presidentes del área deberían apoyar la petición de Chinchilla. En Nicaragua, el presidente Ortega alertó en 2008 sobre el peligro creciente del narcotráfico, sin embargo extrañamente acusó a la DEA de estar pagando a mandos policiales antidrogas.
Centeno Gómez: Policía, Ejército y fiscales son incorruptibles
Más recientemente, en marzo de este año desmanteló la Dirección Anticorrupción de la Policía Nacional, la que según fuentes citadas en su momento, fueron señaladas por el gobernante sandinista de estar “intervenidas políticamente” por Estados Unidos.
Orozco señala que personalmente no le consta que los norteamericanos estuvieran pagando a mandos o agentes antidrogas. “El asunto es que esta gente necesita tener un buen salario, porque de lo contrario te los reclutan”, indica. Algo así como pasó con Los Zetas.
Sin embargo, el fiscal general Julio Centeno Gómez, declaró ayer a un canal de televisión local que no hay condiciones para que el narcotráfico eche raíces en Nicaragua, porque tenemos una Policía, un Ejército y unos fiscales incorruptibles.
Dice que nuestro Sistema Financiero es muy pequeño
Tan seguro dijo lo anterior el principal del Ministerio Público, que parece olvidar el poderío del dinero del crimen organizado, que puso de rodillas a Colombia y que actualmente está a punto de hacer lo mismo con la nación azteca. A menos que piense inocentemente que somos seres especiales.
Centeno Gómez repitió aquello de que somos el país “más seguro de Centroamérica” y que es improbable que el narcotráfico se establezca en Nicaragua debido a que tenemos pocos bancos y un sistema financiero muy pequeño, que hace difícil esconder dinero sucio.
Los amigos de Pablo Escobar Gaviria recuerdan que el capo de capos desdeñaba los bancos y prefería los escondrijos y las caletas para transportar o esconder su multimillonario capital.
Menos optimista que el fiscal, Orozco del Ieepp señala que los narcos están trayendo numerosas armas de guerra a Nicaragua, siendo ellos los responsables del tráfico ilegal que existe en el país.
Peligro con tiendas privadas de armas
Desde los años 80 el Ejército no ha renovado el armamento y solamente la Policía en tiempos de doña Violeta Barrios, fue autorizada a cambiar los AK por pistolas modernas que adquirieron en el extranjero, recordó.
Señaló que el armamento nuevo como revólveres, pistolas, escopetas y otras de cacería, ha sido introducido por comerciantes privados, que de alguna manera han servido para apertrechar al narcotráfico.
Contó el caso de un piloto hondureño que adquirió diez pistolas Glock en Masaya, y que intentó meterlas en el sector de La Ceiba, Honduras, donde proliferan grupos ligados a los cárteles de drogas.
Nuestro entrevistado dijo que la Ley 501, conocida como Ley de Armas, permite comprar la cantidad que uno quiera y eso es una debilidad que tiene que ser revisada.