Amanecer del camino menos transitado
Castíguenlo, castíguenlo por ser una amenaza para la corona de los hombres… mátenlo, mátenlo con furia. Las masas lo condenaban a la más grande de las injusticias. Y es que es preciso comprender que las masas no piensan, solo se conforman ante los designios y mandatos del más fuerte, por lo que la capacidad de pensar y transformar es posible solo para el individuo que se atreve a ser diferente. De esta manera, haciendo paso y dejando huellas sobre el camino menos transitado, cuyos estandartes son la fe y la esperanza.
En el camino menos transitado los conceptos son cuestionados y las ideas desafiadas rescatando así el alma de una zona de confort, donde solo el individuo que tiene el valor de vivir un minuto de vida con convicción y conciencia, es capaz de despojarse de toda una vida de inercia e inconsciencia sobre sus rodillas. ¡Pagar el precio por tal osadía ante lo establecido es un deber!
No. Él no merecía tal muerte ni tal castigo, su único pecado fue ser diferente y por ello fue crucificado. Más si no fuera por su distinción y redención tú y yo, no tendríamos la vida eterna. Y así es la historia de todo aquel que nació para ser diferente y se atreve a iluminar el camino de las masas con la antorcha de la luz. Una inteligencia sobresaliente y personalidad compleja caracterizan al sapiente que ahonda los peligrosos y auspiciosos caminos de la vida; cuya misión y agenda es incomprendida por las mentes mediocres. Y es que razonar sin pasión, es sentido común disfrazado— como lo es la pasión misma sin una noble causa.
No permitas que la familiaridad de la tradición te convierta en ladrón de tu propia inspiración— negándole a tu grandeza el ser de servicio para la humanidad. Abre tu mente y no te disculpes por embarcar en la magia y amanecer del camino menos transitado.
Este escrito es propiedad y derechos reservados de su autora, Diana Benavides.