Fueron sicarios hondureños
No es primera vez que asesinos a sueldo de ese país ingresan a matar a nicaragüenses y luego se marchan tranquilamente. Nicas aquí les sirven de guías, como en este caso, donde presuntamente se vengaban de un secuestro contra narcos catrachos que trabajan para el cártel mexicano de El Golfo.
Fueron sicarios de Honduras los que ejecutaron a tres nicaragüenses en Cárdenas, Rivas, debido a que éstos presuntamente participaron en el secuestro de cinco ciudadanos del país vecino que daban servicios de transporte de drogas al cartel mexicano de El Golfo, informaron este sábado fuentes policiales.
«No es nuevo eso, los cárteles de la droga mexicana acostumbran contratar a hondureños como sicarios para eliminar a rivales en Nicaragua, los nicaragüenses reclutados por el narcotráfico les sirven de guías», dijo a El Cronista Digital, Roberto Orozco, experto en seguridad del Instituto de Estudios Estratégicos y Políticas Públicas (Ieepp).
En 2008, dijo Orozco, había asesinos a sueldo hondureños en el grupo de sicarios capturado precisamente en Rivas, con un listado de personas a eliminar por encargo de un cártel de la droga.
Secuestrados violentamente
En tanto, la jefa de la Dirección de Auxilio Judicial (DAJ) de la Policía Nacional, comisionada mayor Glenda Zavala, en conferencia de prensa indicó que los nicaragüenses Wilfredo Concepción Barraza Larios, José Ángel Varela Mendoza y un hijo de éste, José Ángel Varela Castro, fueron ejecutados el sábado pasado en el municipio de Cárdenas, fronterizo con Costa Rica.
Zavala confió que las tres víctimas fueron secuestradas de forma violenta por entre cuatro y seis individuos el viernes pasado en una gasolinera ubicada a 8 kilómetros al sur de Managua, y luego llevados hasta Cárdenas, donde aparentemente fueron liquidados al estilo de la actual mafia ligada al narcotráfico.
Barraza Larios, dijo la jefa policial, formaba parte de un grupo delictivo que secuestró a cinco hondureños en lugar y fecha no precisada, por cuya liberación «cobró una fuerte suma de dinero», y que el móvil de las ejecuciones fue la venganza de los sicarios hondureños.
Todavía hay muchas lagunas en el caso
Las autoridades no brindaron los nombres de los presuntos secuestrados, ni la identidad de los que junto a Barraza Larios ejecutaron la acción que desató la atroz venganza.
Todavía se desconoce el tipo de relación que existía entre el padre y el hijo asesinados junto a Barraza Larios. Hasta el momento las autoridades han manejado que no tienen antecedentes delictivos y por lo tanto su ejecución pudo ser circunstancial.
Zavala aseguró que tienen un vídeo del sistema de seguridad de la gasolinera sobre el secuestro de los nicaragüenses, que están analizando.