Cuando se asiló un Contra en 1985

En la sección de “Anales Históricos”, el diario La Tribuna, de Honduras, reprodujo el domingo 7 de noviembre este documento que refleja parte de la lucha del pueblo de Nicaragua. Algunos de los personajes están activos en la política nacional, demostrando fehacientemente de qué estuvieron siempre hechos. A continuación el texto:

El 17 de marzo de 1985 “Moisés” se asiló en la embajada de México en Tegucigalpa. Llevaba consigo un largo documento expositivo dirigido al embajador, que citamos en su totalidad:

Señor embajador de la República de México

De la representación diplomática acreditada

en Tegucigalpa, Honduras

?

Declaro y manifiesto los motivos por los cuales deserté de la FDN. Deserté porque no quiero seguir siendo cómplice de una guerra innecesaria e injusta, ya que es el pueblo de Nicaragua, al igual que otros pueblos, quien paga por el capricho y antojo de hombres que no tienen concepto de lo que es la patria, ya que el único concepto que tienen es el de la guerra porque ésta les deja grandes beneficios personales, no importándoles los miles de muertos. Las madres pierden a sus hijos, las esposas quedan viudas, los hijos huérfanos, hombres inválidos, rencos o lisiados de guerra, los campos de refugio, el exilio, la miseria que propicia la guerra, la cárcel y las desapariciones, etcétera.

Los problemas internos en la FDN fueron por reclamar justicia ya que mi mentalidad era luchar para instaurar un gobierno de corte democrático que reconciliara a toda la familia nicaragüense, que es todo lo contrario de lo que está haciendo la FDN.

Hay dos casos graves que son la ejecución y la persecución de nicaragüenses que se niegan a seguir combatiendo, y las violaciones a mujeres indefensas. Lo peor es que a los hijos de los que tienden dinero no los obligan a ir a la guerra, porque alegan que no están acostumbrados a sufrir en las montañas, porque el desvelo les hace daño, porque las botas los lastiman, porque aguantan hambre, porque los pueden matar y son hijos de papá y mamá, de buena familia social.

Mi eslogan dentro de la FDN, y se lo dije a Enrique Bermúdez y a miembros del Directorio Político en una reunión, es que yo no lucho por una persona ni por un grupo, sino que por el pueblo de Nicaragua, lo cual no gustó a la dirigencia, aunque no me dijeron nada, pero a los otros miembros de la FDN les dijeron que había que tener cuidado de “Moisés”.

En vista de muchos problemas, en 1982, en dos ocasiones, solicité la baja a Enrique Bermúdez pero no quiso aprobarla. Yo le pedía dos cosas: Que me dieran la baja y me ayudaran a salir de Honduras. Bermúdez me dijo: “A vos no te podemos dar la baja porque conocés todos los movimientos de la FDN”.

A comienzos de febrero Enrique Bermúdez me mandó a echar preso junto con el ex mayor de la GN Pedro León Rivera, conocido como “Brinquín”. Nos enviaron a la cárcel de El Manchén, a la orden del Departamento de Investigaciones Especiales cuyo jefe era el capitán hondureño Alexander Hernández. En El Manchén estaban otros nicaragüenses presos, siendo ellos Bendaña, “El 30″, Carlos García (conocido como “El Chino 85″), y el “Chino” Toruño. Estos me contaron que estaban presos por orden de Enrique Bermúdez. Bendaña me preguntó por qué yo llegaba preso, y yo le contesté que era porque decían que yo estaba conspirando contra Bermúdez. “Lo que me pasa”, me dijo Bendaña, “es que siento que me van a matar y no pude hacer nada bueno por mi patria”.

Por la noche llegó un oficial de investigación conocido como “Regalado”, preguntándome por qué estaba preso. Me dijo: “No te preocupés, que a vos y a “Brinquín” los van a sacar mañana; mi capitán Alexander quiere hablar con ustedes”.

Por la mañana del día siguiente nos llevaron a las oficinas de Alexander en Casamata. En privado, Alexander me preguntó que qué pasaba en la FDN, contestándole yo que no tenía ningún comentario respecto a eso: “Lo único que quiero es que me den la libertad, no sé por qué estoy detenido, e igualmente quiero retirarme de la FDN y buscar trabajo”. Alexander me amenazó y me dijo: “portate bien, que si no te voy a mandar a perder, porque cuando uno comienza una lucha es hasta que la termina que se retira”.

Alexander me dejó en libertad y a Pedro León Rivera (“Brinquín”) lo deportaron hacia Guatemala, donde intentaron matarlo, resultando herido por ráfagas de pistola ametralladora con silenciador. Bendaña fue ametrallado en las calles de El Paraíso, Honduras. A Carlos García, el “Chino 85″, lo deportaron hacia El Salvador, pero regresó a FDN, bajo condición, a la base de operaciones BL-6 conocida como Cebra, bajo el mando de Armando López, conocido como “L-26″.

En esta base, el “Chino 85″ se convierte en asesino por orden de Armando López, conocido como “L-26″. Al primero que asesinó fue a un hijo del ex-general de la GN Meneses Cantarero, conocido como “Meneses 77″, que era ejecutivo de la base BL-5, dirigida por Alcides Espinoza (“Fifí”), aunque desconozco los motivos del asesinato. Después asesinó a otro conocido como Eligio Ríos, y según el mismo “Chino 85″ contó, había asesinado a un joven del Instituto José Cecilio del Valle que pertenecía al Movimiento Estudiantil Revolucionario (MER) de Choluteca.

Los intentos por asesinarme a mí han sido varios, después que yo lancé una hoja volante clandestina en el departamento de Choluteca, Honduras, en los primeros días de febrero del 83, con un manifiesto en contra de los asesinos Gerardo Martínez, Marcial Martínez y Alberto Osorio. La hoja volante consistía en alertar a los nicaragüenses ubicados en el departamento de Choluteca que no se dejaran reclutar a la fuerza por los individuos mencionados, ya que después al que desertaba lo capturaban, lo asesinaban y luego lo echaban en unos hornos de la mina hasta reducirlo a cenizas.

Estos sujetos viven en la aldea de San Judas, jurisdicción de Corpus, departamento de Choluteca, Honduras. Reclutaban con un carnet que Migración de Choluteca les había otorgado a través del delegado de Migración, Fermín Macoto, con la finalidad de capturar a los nicaragüenses, pareciendo que eran detenidos por Migración. Cuando encontraban a un nicaragüense en las calles o casas, les presentaban el carnet y se los llevaban a la Base Legionaria No. 6 (BL-6), que estaba bajo el mando de Armando López (“L-26″).

Esa hoja clandestina había sido picada en stencil y reproducida en un mimeógrafo prestado al director del Instituto de Concepción de María (Choluteca), profesor Concepción Cruz Quiñónez. Fue distribuida por un movimiento de jóvenes nicaragüenses que yo había organizado en el departamento de Choluteca, llamado Juventud Democrática Nicaragüense en el Exilio (Judene) y era encabezado por la joven estudiante Flérida Villalobos Quiñones.

Después fui acusado por el delegado de Migración en Choluteca, Fermín Macoto, de ser el responsable de haber lanzado esas hojas volantes, pero el mayor hondureño Marco Antonio Matute le dijo que esas cosas no se arreglaban así. Algunos miembros del Estado Mayor me acusan de haber lanzado las hojas volantes. El Estado Mayor se reúne con los asesores de Estados Unidos y argentinos, siendo los siguientes: Alcibíades Espinales, Ricardo Lau, Armando López (“L-26″), Armando López hijo (“La Bestia”), Gerardo Martínez (“Mackenzie”), y Manuel Martínez (El Tigre”). Estos aseguran que yo había sido, ante los asesores, Miguel por Estados Unidos y el coronel Villegas por Argentina. Estos me preguntan seis veces si yo había hecho esas hojas volantes y yo seis veces les dije que no.

El 15 de marzo de 1983 me asignan una misión en la pista de aterrizaje de Siuna, departamento de Zelaya.

Me dijeron que me preparara para viajar en helicóptero de Toncontín a la pista de aterrizaje de El Aguacate en Catacamas-Olancho. Después de El Aguacate iba a viajar en avión para San Andrés de Bocay, Río Coco, a una pista que está a la orilla del río.

Ese día el avión no pudo aterrizar porque abajo estaba combatiendo una fuerza de tarea de la FDN el mando de Armando López (“L- 26″) contra el ejército sandinista. Regresé de nuevo a la pista de El Aguacate, viajando después en un helicóptero del ejército de Honduras a San Andrés de Bocay. Cuando llegué estaba pasando el combate y me presenté donde “L-26″. Este me dijo: “Hay un mensaje del jefe del Estado Mayor, que te dé seis hombres para que vayás a hacer una misión de reconocimiento a Siuna, a ver si hay unos aviones. Después vas a ir con cien hombres, y cuarenta de Operaciones Especiales”.

Pero yo vi nervioso al “L-26″, y me dijo: “Hay un problema, dicen que día y noche llaman esos de la Judene por teléfono al Estado Mayor de Tegucigalpa, amenazando que si vos no aparacés, lo van a hacer público porque creen que la FDN te mató. Si querés, no vayás a esa misión, porque me voy a ver en problemas”. Yo le contesté: “Si ese es mi destino y mi suerte, está bien, voy a ir a la misión, deme el material que necesito, comida seca, cartas militares de la zona, brújula, guía de la zona”. El “L-26″ me dijo: “Lo único que hay es brújula”. “Entonces, así me voy”, le dije, “yo no me muero de hambre en la montaña, pero los hombres que van conmigo sí se van a morir”. Penetré a Nicaragua, a la montaña, por San Andrés de Bocay. A los quince días los que me acompañaban estaban muriéndose de hambre, en estado de gran debilidad, siendo ellos el “Chino 85″, “Augusto”, “La Ballena” y “Aguila”.

La misión consistía en matarme, pero no lo hicieron por la presión de los muchachos de Judene. Cuando vine a Tegucigalpa me ordenaron que desintegrara de la FDN a la Judene; algunos de estos fueron encarcelados y acusados de “piricuacos”.

La otra forma en que me querían matar era con un vehículo saboteado, con un mortero saboteado o con un tubo de RPG-7 con el cohete saboteado para que estallara el tubo y me matara o me dejara inválido, o con un cazabobos dentro de Nicaragua. Esto me lo contó un instructor de explosivos de la FDN, conocido como “Halcón”. Este me dijo: “Hermano, cuidate, que a mí me lo ha dicho el “3-80″ (Enrique Bermúdez), que prepare granadas de mortero de 60 mm, cohetes RPG-7, cazabobos de presión y compresión, y que se la entregue a Giovanni y Romeo que andaban en tu fuerza, para que te hagan el trabajo; yo te lo digo porque no creo lo que dicen de vos, porque aquí en Las Vegas hay un poco de sapos que a mí también me han puesto mal con el “3-80″, y el sapo más grande que hay es ese “L-26″ (Armando López) y “Machete” (Avilés)”.

Nota: El problema de quererme matar secretamente ha sido porque a mí me conoce mucha gente nicaragüense que vive en Honduras, y hondureños que son amigos míos e igualmente miembros de la FDN, y a algunas personas de confianza yo les había contado mi problema, y que si me pasa algo en Honduras, que no creyeran que habían sido los sandinistas, porque también lo han planeado así. A mí me conoce mucha gente por mi trayectoria de lucha y antigüedad dentro de la FDN, que estoy desde su fundación.

Algo que le molestaba al “3-80″ (Bermúdez) era que yo les decía a los otros comandantes que luchábamos por un gobierno democrático y que no nos dejáramos montar una dictadura como la de Somoza si ganábamos la guerra, ya que los pueblos de Centroamérica estaban en problemas por las dictaduras militares apoyadas por Estados Unidos.

Otro problema ha sido que el “3-80″ ha querido traer a generales y coroneles que estuvieron implicados con la corrupción de Somoza y masacres al pueblo, para que vengan a ocupar la dirigencia de la FDN, lo que a nivel de comandantes de tropas causó un pánico, y todos los comandantes de tropas nos opusimos a esa determinación del “3-80″, pues todo el mundo dijo que se quedara con sus generales y coroneles.

Comandantes que se han ido y otros que no han podido salir porque Migración no los deja salir de Honduras:

* Comandante Sandino. Ex – teniente de la GN, conocido como “Richard”. Este se escapó por el aeropuerto de San Pedro Sula cuando hubo el problema interno. Fue comandante del Comando de Operaciones Especiales (COE).

* Comandante Gerardo Martínez. Conocido como “El Chaco”. Cuando el problema interno, se fue para Guatemala, pero la Migración guatemalteca lo regresó a Honduras. Actualmente anda en problemas con el “3-80″.

* Comandante “Renato”. Ex – teniente Ruiz de la Guardia Nacional. A mí me contó que se iba a ir si le daban visa. Es comandante de la Fuerza de Tarea Kirkpatrick que opera en Matagalpa y Chontales. Tiene problemas con el Directorio Político y el “3-80″, y en muchas ocasiones ha querido irse pero no ha podido porque las autoridades hondureñas no lo han dejado salir.

* Comandante “Mack”. Cuando el problema interno, se iba a ir, pero las autoridades hondureñas no lo dejaron salir. Es comandante del Comando Regional Nicarao. Se involucró en el asesinato del comandante “Suicida”, de “Ebacu”, “Krill” y “Cara de Malo” en una de sus bases operacionales, y actualmente se ha convertido en gran asesino y hombre de confianza del “3-80″.

* Comandante “Atila”. ex –subdirector de la Guardia Nacional, se llama Marlon Blandón. Ha sido amigo mío. Anduvo conmigo en Argentina.

* El comandante “Primitivo”. Ex-subteniente de la Guardia Nacional. Este también anda en problemas con el Directorio Político.

* Hugo Villagra. Ex – capitán de la GN. Conocido como “Visage”. Ex – miembro del Estado Mayor de la FDN. Por problemas con el “3-80″, se fue para Estados Unidos.

* Ex – teniente de la GN Ortiz, conocido como “El 33″. Era el encargado de la radio 15 de Septiembre. Se fue para los Estados Unidos por problemas con el “3-80″.

Cuando el “3-80 se da cuenta de que alguien se quiere ir, lo vigila y pasa la orden a las oficinas de Migración para que no lo dejen salir de Honduras.

Con relación a mi persona, yo para Enrique Bermúdez no era una persona de confianza. No me podía dar de baja porque dijo que yo sabía mucho de los movimientos de la FDN. No estaba de acuerdo con mi forma de pensar. Lo único que me esperaba era la muerte, ya que la Sección de Contrainteligencia de la FDN tiene informes falsos de que yo tenía contactos con la guerrilla salvadoreña y con el ejército sandinista, con el único fin de justificar cualquier denuncia pública cuando el “3-80″ me mandara a matar, decir que yo era un infiltrado dentro de la FDN.

(Firmado): José Efrel Martínez Mondragón

“Moisés”

En esa carta al embajador de México, “Moisés” lanza un quemante J’accuse contra los que fueron sus compañeros de armas. En otro capítulo aclararemos algunos puntos que quedan oscuros o confusos en su historia, y relataremos las circunstancias en las cuales buscó asilo en la sede diplomática.

Pero antes, queremos volver a explorar la interrogante: ¿Quién es este hombre? ¿Quién es “Moisés”, José Efrel Martínez Mondragón o Efrén Mondragón, el “paladín de la libertad” según la definición de Ronaldo Reagan, el combatiente contrarrevolucionario que vio la luz y quiso unir su destino con el de la nueva Nicaragua?

Fuente: Elisabeth Reiman, yo fui un contra, historia de un “paladín de la libertad”.