Conciencia social de la actividad capital
Diana Benavides
Partiendo del hecho de que independientemente del diseño socio-político de una sociedad, la única estructura económica capaz de crear riqueza es la que permite y provee las condiciones e infraestructura para el libre comercio. Por lo que si la riqueza es el producto de la energía con la inteligencia, dicha energía es convertida en instrumento de ventaja y de bien para la vida humana.
Peter F. Drucker: El propósito de un negocio es crear un cliente. Así que el propósito de todo negocio es el de crear valor para su cliente, identificando y satisfaciendo las necesidades de un mercado o segmento de un mercado especifico. Así mismo y siguiendo con el primer orden del universo y del dios-hombre que es el de crear, es imperativo definir y determinar que un negocio es una entidad viviente cuya visión, misión y objetivos deben de ser los de no solo proteger sus derechos, pero también cumplir con sus responsabilidades de ciudadano y parte de la sociedad en la que opera.
Significa entonces que a pesar que el factor capital o económico es crítico y esencial en las actividades operativas de un negocio y que los resultados de las gestiones comerciales de todo negocio saludable son las ganancias, su propósito mayor de existencia debe de ir más allá de la maximización de sus ingresos. Del mismo modo, los participantes más importantes de un negocio no deben de ser sus inversionistas solamente pero de forma equitativa todos los que lo conforman tales como sus accionistas, empleados, proveedores, acreedores y la sociedad-comunidad en general a la que pertenece.
Para que las condiciones anteriormente mencionadas estén presentes en la creación y desarrollo de un negocio, debe ser incorporada de forma integral a través de todos los niveles de la organización una cultura corporativa consciente, cuyos valores, principios y normas se manifiestan a través de un ambiente de trabajo que ejerce y emana confianza, respeto, integridad, transparencia y compromiso. Siendo este compromiso el eje central del cimiente económico de una sociedad y nación con espíritu creativo, innovador y progresista.
Todo lo anterior conlleva a una organización a diseñar un plan de negocio más inteligente y verdaderamente consciente de su entorno, maximizando la locación y previniendo el desperdicio de los recursos naturales, humano y capital disponible. Sin duda es una estrategia de aproximación e inversión de inteligencia de negocios y tecnología que procura una ventaja competitiva y un posicionamiento más efectivo a largo plazo.
Pese a que ningún sistema es perfecto, así como hasta el mejor mapa no es el terreno en sí, un modelo de creación de negocio consciente establece las coordenadas a seguir para la creación de riqueza y un mayor valor para todos los que directa o indirectamente se ven impactados por sus actividades.
De esta manera, proveyendo las herramientas necesarias para optimizar el potencial empresarial de un negocio, mientras se compromete al planeamiento, toma de decisiones y estrategias operativas con conciencia. Por lo que este noble propósito es honrado al integrar las aspiraciones del negocio con las del individuo y conjuntamente con las de la sociedad.
Sobre la base de las condiciones anteriores, todo negocio u organización debe llegar a la realización de que hacer y dar a la sociedad es buen negocio. No solo es ser responsable socialmente, pero al ejecutar sus operaciones diarias con conciencia mientras cumple con sus objetivos económicos y empresariales, hace una diferencia positiva en su capacidad de generar ingresos, transformar vidas y en el desarrollo sostenible del medio ambiente. Después de todo, la conciencia social de la actividad capital.
Este escrito es propiedad y derechos reservados de su autora, Diana Benavides.