Rss Feed Tweeter button Facebook button Youtube button
|

Ana Alliegro deja Nicaragua y se dispone a hablar con FBI

Ana Alliegro dejó Nicaragua.

* Regresa a Miami y negocia un acuerdo para evitar ir a prisión por entregar dinero ilegal a un congresista norteamericano de origen hispano

Marc Caputo
mcaputo@MiamiHerald.com

Ana Alliegro, una figura central en la investigación federal de las elecciones en las que participó el ex representante David Rivera, regresó de su autoimpuesto exilio en Nicaragua y está en conversaciones con las autoridades, supo The Miami Herald.

Alliegro, una colaboradora de Rivera, y el ex representante republicano, han estado bajo el escrutinio del FBI desde que ella ayudó a administrar en el 2012 la campaña quebrantadora de la ley del demócrata Justin Lamar Sernad.

Sternad se declaró culpable este año de cargos federales de aceptar us$ 81,486 en contribuciones ilegales de campaña, conspiración y hacer declaraciones falsas.

Parte de ese dinero ilegal –supuestamente entregado en efectivo por Alliegro– Sternad lo usó para vituperar a un rival de Rivera: Joe García. García derrotó a Sternad en la primaria y a continuación al republicano en las elecciones generales.

Alliegro ha negado repetidamente haber hecho algo incorrecto, pero salió del país hace alrededor de un año en medio de la investigación de Sternad, cuya campaña cayó bajo escrutinio del FBI en respuesta a múltiples informaciones de The Miami Herald/El Nuevo Herald.

Varias fuentes dijeron que Alliegro llegó voluntariamente a Miami el pasado fin de semana. Agentes federales le quitaron su pasaporte y ella habló el lunes con investigadores. Alliegro negocia un acuerdo para evitar ir a prisión.

“El trato es sencillo: cooperar”, dijo una fuente familiar con el caso. “Ellos quieren a Rivera”.

Alliegro tiene programado hablar el jueves con los investigadores, aproximadamente cuando un gran jurado escuchará más pruebas.

Al preguntársele específicamente sobre el cronograma y la información, Mauricio Padilla, abogado de Alliegro, dijo enfáticamente: “sin comentarios”.

No se pudo contactar a Rivera, que también ha negado haber hecho algo incorrecto.

Stenard ha dicho a reporteros e investigadores que él sospecha que Rivera está detrás de la actividad ilegal y agregó que Alliegro lo “manipuló”.

“Cuando nos encontramos por primera vez, ella me dijo que había algunos donantes demócratas que querían apoyarme en la campaña y que ella podía ayudarme a conseguir las contribuciones”, Stenard dijo recientemente a America TeVe.

“Yo era nuevo en este juego”, manifestó Sternad. “Es la cosa más estúpida que he hecho jamás”.

Rivera lleva años bajo escrutinio federal, inicialmente por aceptar un pago secreto de $500,000 de un canódromo lo que se negó inicialmente a dar a conocer.

En medio de esa investigación, Rivera aspiró de nuevo en un distrito recién rediseñado que tenía considerablemente más votantes demócratas e incluía los más liberales Cayos de la Florida.

García, quien fue derrotado por Rivera en el 2010, se presentó a aspirar de nuevo contra un segundo término del representante federal. También se presentaron otros demócratas, incluyendo a Sternad, un político desconocido.

Pronto Sternad comenzó a evitar críticas contra Rivera para poder atacar personalmente a García. Sternad produjo alrededor de una docena de tipos diferentes de correos de alta calidad, uno de los cuales criticaba a García por su divorcio.

Sternad nunca dijo cómo se le pagaba.

Aunque un demócrata sin fondos importantes de campaña, Sternad usó un negocio de impresiones, un analista de datos y un negocio privado de correos que estaban todos relacionados con el republicano Rivera.

El dueño del negocio de correos dijo a The Miami Herald/El Nuevo Herald que Rivera y Alliegro estaban detrás de los correos, con Alliegro pagando algunos de ellos con sobres llenos con billetes de $100.

El analista de datos produjo un correo electrónico que mostraba que Rivera se había concentrado en las casas que recibieron los correos de Sternad. El negocio de impresiones se negó a comentar.

Sin embargo, al mismo tiempo que la campaña de Sternad quebrantaba las leyes electorales, la de García también lo hacía.

Después que una información de The Miami Herald trajo preguntas sobre sospechas solicitudes de boletas para ausentes durante la primaria demócrata del 2012, la fiscalía estatal siguió algunos de ellos hasta tres trabajadores de la campaña de García.

Se hicieron subsecuentemente dos redadas en las casas de dos de estos trabajadores, y el principal asesor y jefe de personal de García, Jefrey García, admitió que estaba detrás de ello.

Jeffrey García, sin relación con el representante federal, fue despedido rápidamente de su trabajo y se declaró culpable el lunes de planear la maquinación, que no resultó en votaciones fraudulentas. El representante Joe García negó haber hecho algo incorrecto.

Actualmente Jeffrey García enfrenta otra investigación que involucra a otro oscuro candidato en otra campaña que incluyó a Joe García y David Rivera.

En el 2010, un político desconocido y amigo de Jeffrey García llamado Roly Arrojo aspiró como candidato del Tea Party y atacó a Rivera usando correos secretamente financiados.

La maquinación parecía similar a la de Sternad dos años después, y Rick Yabor, abogado de Sternad, se quejó al FBI y a los medios noticiosos de que Arrojo también debería ser investigado.

The Miami Herald comenzó entonces a examinar el caso y supo que Arrojo utilizó un negocio de impresiones y un negocio privado de correos que usó la campaña de Joe García. El FBI comenzó a investigar y un consultor de campaña le dijo entonces a los agentes y al Herald que Jeffrey García estaba detrás de los correos de Arrojo.

El caso Sternad es actualmente de alta prioridad. Yabor, el abogado de Sternad, se negó a comentar sobre su cliente.

Sternad, quien coopera con las autoridades, no ha sido sentenciado aún y enfrenta poco o ningún tiempo en prisión. Alliegro desea el mismo trato, dijeron fuentes.

Alliegro, quien fue encarcelada brevemente el año pasado por una notificación de tránsito no relacionada, huyó del país poco después. Ela dijo que abrió un salón de belleza en Nicaragua y estaba en frecuente contacto con Rivera.

El padre de Alliegro dijo a The Miami Herald que él no cubría los gastos de ella en ese momento.

Al pasar el tiempo, Alliegro quería regresar y los federales querían hablar con ella. Alliegro tiene una petición principal, dijo una fuente que la conoce. “Ella definitivamente no quiere regresar a la cárcel”.

Archives

Recently Commented