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China se entroniza en América Latina

El avance de China como socia de Latinoamérica continuará los próximos años, y puede superar a la Unión Europea como destino N°2 de las exportaciones latinoamericanas en 2016, solo detrás de USA, explica el informe Promoción del Comercio e Inversiones con China, producido por la Comisión Económica para Latinoamérica y Caribe (Cepal).

Así, comprando materias primas y colocando sus manufacturas, China puede consolidarse como una referencia económica clave de Latinoamérica.

Entre 2000 y 2012, el comercio chino con Latinoamérica se multiplicó por 21, convirtiendo a China en un actor céntrico para los países de la región.

China ya ha superado a la UE como mayor exportador N°2 para las naciones latinoamericanas.

La cesta latinoamericana de exportación se compone en su mayoría de materias primas.

Las manufacturas chinas, de tecnología simple, representan más del 90% de las importaciones de América Latina, en la clásica ecuación a la cual está sometido el continente.

¿Le conviene eso a América Latina? No interesa la respuesta, es lo que hay…

Las relaciones entre China y Brasil siguen la misma norma que China estableció con sus principales socios de la región: exportación de materias primas para garantizar el abastecimiento del gigante mercado interno, donde la urbanización de las zonas rurales aumenta el consumo de alimentos y de bienes duraderos.

El informe de la Cepal muestra que sólo 5 productos exportados por los principales países de Latinoamérica para China representan entre un 80% y un 90% del total de las divisas obtenidas por cada una de esas naciones con las exportaciones al mercado asiático.

No se sabe aún cuál será el efecto que la recuperación estadounidense puede traer para el comercio global. Pero, incluso aunque los estadounidenses aumenten las importaciones a medio plazo, China continuará con su política de expandir el mercado de consumo interno y garantizar el crecimiento de la renta de su población.

Carla Jiménez explicó, en el diario El País, de Madrid (España), desde São Paulo (Brasil), que para éste país sudamericano, China es el principal país destino de las exportaciones, superó a USA a finales de 2009.

China, sin embargo, disminuyó en 2013, como muestran los números del Ministerio de Desarrollo brasileño. Entre enero y noviembre de este año, la UE importó de Brasil el equivalente a US$44.000 millones, o el 19,93% del total de las exportaciones. En 2012 esa participación era del 20,24%.

Los chinos aumentaron sus pedidos, principalmente de bienes primarios, como soja y minerales metálicos, lo que hizo las exportaciones brasileñas para este país avancen más del 12%, haciendo que su participación total subiese del 17% en 2012 al 19,23% este año.

“El comercio intracontinental asiático representa 53% del total”, le dijo Sergio Amaral, director del Centro de Estudios Americanos de la Fundación Armando Álvares Penteado (Faap), de São Paulo, a la periodista.

En comparación, el comercio intracontinental en Latinoamérica es de solo el 20%, mientras que el restante 80% de las relaciones comerciales son con países de fuera de la región. “Eso quiere decir que China ejerce el papel de atenuar el comercio entre los países de Latinoamérica”, analiza.

“China expone nuestro déficit en competitividad. Eso añade para nosotros”, enfatiza Amaral.

Para Clodoaldo Hugueney, quien fue embajador del Brasil en China, es posible corregir la ruta rápidamente, trabajando para desarrollar un pensamiento estratégico en la región. “Es preciso reunir a académicos, empresarios y Gobiernos para saber lo que se espera de esa relación con los chinos”, recomienda Hugueney. “Es necesario planificar con visión a largo plazo”, añadió.

Los chinos no se hacen protagonistas de las compras latinoamericanas porque México -que exportó US$370.000 millones el año pasado-, tiene a USA como principal destino de sus productos. Pero China también quiere avanzar en dirección a los mexicanos, y por eso el líder Xi Jinping firmó en junio el llamado ‘pacto del tequila’, que prometía un mayor equilibrio en las relaciones entre los 2 países, cuando la balanza es deficitaria en US$50.000 millones para México.

En contrapartida, los chinos anunciaron que van a aumentar sus inversiones productivas en México. Con la apertura de capital de la petrolera Pemex, no será sorpresa si otros gigantes chinos como Sinopec, CNOOC y CNPC se instalen allí, tal como hicieron en Brasil.

China ya se ha convertido en la mayor importadora de petróleo del mundo. Con una producción interna de 4 millones de barriles por día, el país importa 6,4 millones de barriles diarios para mover su economía.

Sergio Amaral, de la Faap, observa: “China tiene un déficit de tierras cultivables y de agua, mientras Latinoamérica tiene un excedente”, dice Amaral. “Si quisiéramos duplicar nuestra producción de alimentos, tenemos 120% espacio para eso”, agrega.

China, por otro lado, tiene un excedente de capital productivo para invertir, algo que en países con tasas de ahorro más pequeños, como Brasil, es bienvenido.

Pero la experiencia al respecto no es tan buena para la Administración de Cristina Fernández de Kirchner, quien aún no consiguió las inversiones chinas que precisa para la construcción de 2 megarepresas hidroeléctricas en la provincia de Santa Cruz.

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