Costa Rica viendo qué saca en mar revuelto
* Junto a Panamá se une con Colombia en contra de Nicaragua por solicitud nuestra de ampliar la plataforma continental
El gobierno de Costa Rica realizará una gestión ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para oponerse a la solicitud que hizo Nicaragua para ampliar su plataforma marina, pese a que sabe que es un derecho que tiene nuestro país.
La excusa tica para sumarse a la posición de Colombia en ese sentido, es que se trata de la continuidad del conflicto que se presentó el año pasado, cuando Nicaragua ofreció zonas marítimas con supuestas riquezas petroleras, que Costa Rica reclama como propias.
El ministro tico de Relaciones Exteriores, Enrique Castillo, dijo que la gestión es una oposición a una solicitud que hizo Nicaragua, de extender su plataforma. Se hará ante la Comisión del Derecho del Mar que estudia las solicitudes de extensión de plataforma marina de los países.
Pese a que Costa Rica ha querido dar la imagen de ser respetuosa del derecho internacional, ha apoyado solapadamente a Colombia en las pretensiones de incumplir el fallo de La Haya que devolvió a Nicaragua más de 90 mil km cuadrados de mar Caribe.
Panamá, antiguo territorio colombiano hasta que Estados Unidos entregó a cambio a la nación sudamericana el archipiélago nicaragüense de San Andrés y Providencia, también se ha sumado al “pool” contra nuestro país, al que ha venido adversando desde que se anunció la construcción de un canal interoceánico que competiría con el panameño.
Según medios costarricenses de prensa, los abogados de ese país trabajan en una nueva demanda contras Nicaragua que presentarán ante la Corte Internacional de Justicia, por los actos del gobierno de Daniel Ortega de “usurpar y ofrecer territorio marítimo costarricense”.
Nicaragua ha ofrecido el diálogo al sucesor de Laura Chinchilla, quien se ha mostrado particularmente hostil contra nuestro país, no obstante, el canciller saliente aconsejó no escuchar lo que llamó “canto de sirena” del mandatario Daniel Ortega.
“La realidad en el terreno es otra, siguen siendo hostiles, agresivos, prepotentes en la práctica. Esos son cantos de sirena. Hay que prestarles oídos sordos a eso. Esos cantos no hay que escucharlos”, afirmó.