De Los Pipitos “a nuestros tayacanes de una y mil batallas”
Traer un hijo o una hija al mundo lleva consigo una mezcla infinita de sentimientos, las más diversas experiencias, grandes momentos y, sin duda alguna, responsabilidades mayúsculas que, en el caso de los hombres, hacen que enfrenten uno de sus más grandes retos: ser padres.
La sociedad les había asignado un rol un tanto severo: el padre era el que regañaba, el que imponía las reglas del juego en el hogar, el que debía garantizar el sustento de toda la familia, sin embargo, los tiempos han cambiado y hoy en día no es nada raro que la figura paterna se asocie a ternura, amor, comprensión y mucha dedicación.
En Los Pipitos el ser padre requiere aún más valentía y tesón, pues con la discapacidad, nuestras hijas e hijos requieren más atención. Algunos flaquean y se van, pero los que se quedan luchando y dando la batalla por el bienestar de sus vástagos… ¡vaya que sí son ejemplos dignos de imitar!
A los padres Pipitos no les da pena llorar al ver que su hija o hija da sus primeros pasos, cuando ya le habían dicho: no va a caminar; el corazón se les ensancha de orgullo al escuchar la sencilla palabra papá, pero que para un niño o niña con discapacidad le implica un esfuerzo enorme. Ellos no fallan a una terapia y hasta se convierten en payasos para mitigar el dolor que a veces sienten sus hijos, pero saben que es un dolor necesario, un dolor que quisieran absorber y hacerlo desaparecer.
En Los Pipitos es común ver a los padres cantando, bailando, riendo a carcajadas, animando a su hija o hijo mientras participan en una competencia deportiva o en un espectáculo artístico; ellos son parte activa de su desarrollo, los impulsan a seguir adelante y juntos viven momentos únicos y memorables.
Para la Junta Directiva Nacional de Los Pipitos es un honor tener a tayacanes de su talla a nuestro lado; con ustedes, nuestra Asociación ha crecido y se ha fortalecido, son una pieza vital de nuestra gran familia y merecen todo nuestro respeto y admiración.
En este día en el que los nicaragüenses celebramos a los padres, extendemos a cada uno de ustedes nuestro fraterno saludo y les expresamos nuestra gratitud por estar presentes al lado de nuestras hijas e hijos, haciendo el camino más fácil y permitiéndonos construir un mejor futuro para ellos y para cada uno de nosotros.
¡Que tengan un excelente y feliz Día del Padre!