Medicina española en Nicaragua
* Pobreza es uno de los principales problemas a la hora en que se requiere de la atención en centros de salud u hospitales
Asier Muñoz del Valle
aragondigital.es
Zaragoza.- La pobreza es uno de los principales problemas para el sistema sanitario de Nicaragua. Este país centroamericano se enfrenta a muchos problemas debido a la falta de recursos tanto financieros y de apoyo técnico como de recursos humanos en el campo de la Sanidad, lo que provoca una precariedad en la atención al paciente.
Desde el año 2011, la Fundación Quirón colabora con la Fundación Nuestros Pequeños Hermanos con el objetivo de proporcionar apoyo en la asistencia médica a los niños de los centros de acogida que esta fundación tiene en Latinoamérica, uno de ellos, en Jinotepe (Nicaragua). Aquí, Nuestros Pequeños Hermanos ayuda a más de 250 niños que han sido abandonados, son huérfanos o viven en condiciones de extrema pobreza. La labor de esta organización se centra en proporcionar a estos niños educación de calidad y garantizar una buena atención médica.
En 2012, la Fundación Quirón y la Fundación Nuestros Pequeños Hermanos firmaron un acuerdo de colaboración junto con el Ministerio de Sanidad nicaragüense y el Hospital de Rivas para prestar atención médica especializada, como intervenciones quirúrgicas complejas, y para formar al personal médico nicaragüense.
Fruto de este convenio, entre el 1 y el 16 de noviembre de 2013 se desplazó hasta la zona una brigada compuesta por cinco médicos especialistas (dos de Ginecología y Obstetricia, uno en Pediatría, uno de Anestesiología y Reanimación y uno de Cirugía General) y dos enfermeras especialistas en quirófano para participar en este programa de cooperación. Todos procedían de diferentes hospitales del Grupo Quirón: Málaga, Sevilla, Murcia, Barcelona, Bilbao, Madrid y Zaragoza.
El doctor Eloy Tejero, director de la Unidad de Cirugía del Hospital Quirón de Zaragoza, fue uno de los médicos que participó en esta misión de la Fundación Quirón. El objetivo de la misión en la que participaron era el desarrollo de un programa de formación y atención especializada al personal y población de referencia del Hospital de Rivas, así como al del Centro de Salud Moyogalpa, en la isla de Ometepe en el lago Nicaragua, y a los niños de la casa de acogida que la Fundación Nuestros Pequeños Hermanos tiene en Jinotepe.
Hospital de Rivas
Aunque el Hospital de Rivas, una ciudad de más de 40.000 habitantes, cuenta con especialistas médicos en las áreas de más habitual demanda, el doctor Tejero señala que “el desarrollo de técnicas quirúrgicas complejas y la atención a los pacientes de moderado y alto riesgo requiere una formación específica de dichos especialistas y la atención por parte de personal más cualificado”.
Por ello, la principal actividad de la brigada se centró en el Hospital de Rivas donde, a diario, de 7.00 a 21.00 horas, realizaron multitud de intervenciones quirúrgicas en las áreas de Ginecología y Obstetricia y de Cirugía General y Digestiva, en colaboración con el personal local.
La brigada se adaptó a las necesidades de la población en cuanto a la actividad quirúrgica, a la vez que se cumplía con el objetivo de formación del personal especialista local.
“Nicaragua tiene una sanidad pública que no es un mal sistema. Tiene atención a toda la población, un nivel de formación razonable en sus profesionales sanitarios pero todo encuadrado en las circunstancia económicas y sociales del país que ponen limites a lo que les gustaría poder desarrollar plenamente”, explica Tejero. Por ello, hay áreas en las que hay déficits y “estas misiones ayudan a cubrirlos tanto en la asistencia a los pacientes de manera puntual como en la formación y la capacitación del personal sanitario para que puedan seguir desarrollando esos procedimientos en el futuro”.
De este modo, en el Hospital Rivas se intentó potenciar la formación en las intervenciones quirúrgicas laparoscópicas. El doctor Tejero señala que, a pesar de los limitados medios materiales con los que cuenta el hospital para este tipo de cirugías, “es encomiable el rendimiento que este personal obtiene de este escaso material y el gran interés que tienen en potenciar su utilización”.
La donación por parte de la Fundación Quirón de los recursos materiales necesarios en cada momento permitió realizar multitud de intervenciones laparoscópicas con el consiguiente beneficio para la población y para el personal médico, que pudo aprender y practicar de forma tutorizada las intervenciones de mayor complejidad. Además, se prestó atención en el área de Neonatología en situaciones de extrema urgencia y gravedad.
En la Isla de Ometepe, en pleno Gran Lago de Nicaragua y donde residen cerca de 50.000 personas, la brigada de la Fundación Quirón estuvo dos jornadas trabajando de manera intensiva. Aquí, la actividad se ajustó a las necesidades de la población, especialmente en el área pediátrica y ginecológica. En concreto, se realizaron intervenciones ginecológicas realizadas en un quirófano improvisado en el centro de salud, así como exploraciones ecográficas, con la total colaboración del personal médico local.
Por su parte, en el centro de acogida de Nuestros Pequeños Hermanos de Jinotepe la actividad consistió en la atención en consulta a los niños del centro y población local, así como en la convivencia y participación en las actividades de lo niños del centro. Para los integrantes de la brigada, fue una de las experiencias más emotivas del viaje a Nicaragua.
“Fue una experiencia muy positiva. He participado en otras misiones y siempre pienso que, a pesar de todo el beneficio que se pueda dar a la población local y al personal, los más beneficiados somos los mismos cooperantes, porque tener una experiencia de este tipo es tremendamente satisfactorio”, reconoce el doctor zaragozano.
Plantar la semilla
El sistema sanitario nicaragüense está marcado por la difícil situación económica que atraviesa el país. Según estadísticas del Libro Mundial de Datos el 48% de la población nicaragüense vive en la extrema pobreza y otro 28% vive en pobreza relativa.
“Son unas circunstancias difíciles que limitan las posibilidades que quisieran poder ofrecer a la población. La sanidad cuesta mucho dinero, eso lo vemos en nuestro país, y si existen limitaciones éstas impiden desarrollar todo lo que se quisiera”, asegura Tejero.
El doctor señala que las limitaciones no son sólo materiales, impidiendo al personal sanitario realizar determinadas técnicas que supondrían una mejora para la población, sino que también se dan en el propio personal, ya que la imposibilidad de poder optar a una formación continua imposibilita que lleguen a dominar ciertas técnicas que mejoraría la atención a los pacientes.
“Por eso es muy importante que estas misiones no se limiten solo a la atención de los pacientes, sino que dejen ahí un sedimento en la formación que pueda desarrollarse en el futuro. Las circunstancias en este sentido son buenas en este país, hay mucho interés, muy buena disposición para ello, pero lo que necesitan es colaboración en este sentido”, reconoce Tejero.
Fundación Quirón
La Fundación Quirón nace del espíritu de Publio Cordón, fundador de Grupo, quien siempre tuvo en mente tener una fundación propia en memoria de su hijo fallecido, y que estuviese centrada en la ayuda humanitaria y cuyo objetivo fuese que tanto la medicina básica como la especializada estén al alcance de las personas con menos recursos. Así, en abril de 2000 nació la Fundación Quirón.
“La intención de la Fundación es seguir desarrollando proyectos como el de Nicaragua, sería fantástico que se pudiera seguir desarrollando en esta misma área porque daría continuidad a un trabajo previo que ya está hecho”, indica Tejero.
Respecto a si volvería a repetir la experiencia, el doctor Tejero no tiene dudas, ya ha ido a varias misiones de la Fundación y “estaré encantado de volverlo a hacer”.