Rss Feed Tweeter button Facebook button Youtube button
|

¿Es usted hipocondríaco?

Un retrato de Moliere.

Un retrato de Moliere.

* A 441 años del fallecimiento del gran dramaturgo Moliere

Dr. Vicente Maltez Montiel. (*)

Hace 441 años, falleció el francés Jean Baptiste Poquelin, más conocido como Moliere, el gran dramaturgo y humorista, padre de la comedia francesa y uno de los autores más interpretados en el mundo occidental, cuyo talento nos legó inmortales obras como “El enfermo Imaginario”, en el cual se plasman realidades actuales de personas que sufren creyéndose gravemente enfermas, cuando en realidad están sanas.

Moliere debe su grandeza al hecho de reflejar con humor la tragicomedia humana de todos los tiempos, por lo cual sus obras continúan siendo interpretadas, admiradas y queridas. Ya está reconocido por la ciencia que sonreír es una de las mejores maneras de vivir más y mejor.

Bajo el lema de “corregir las costumbres riendo” Moliere castigó la pedantería de “falsos sabios”, la petulancia de burgueses enriquecidos, la hipocresía religiosa, al tiempo que exaltaba la juventud a la cual quería liberar de dominios absurdos.

A los diez años queda huérfano de madre y le tocó vivir con su padre, que era el tapicero real del rey Luis XIII. Al parecer las relaciones con su progenitor no eran buenas y antes de cumplir los 20 años ya estaba en las tablas como actor novel y escribiendo sus primeras obras que fueron “El atolondrado” y “El despecho amoroso”, que no fueron relevantes.

Su gran talento cómico, mímica y voz le ayudan a obtener gran éxito con la obra “Las preciosas ridículas”, que le encanta al rey Luis XIV y le abre las puertas de la fama. Para ese entonces ya dirige su propia compañía, luego de haber sufrido las penurias de algunos días de cárcel por deudas.

Otras exitosas obras son la Escuela de mujeres, Crítica de la Escuela de Mujeres, El Tartufo, que fue prohibida por cinco años por criticar la hipocresía de una iglesia opresiva, Don Juan, El Misántropo, El médico a palos, Anfitrión y El Avaro, son entre otras parte de sus magníficas obras.

Para 1665 Moliere es nombrado responsable de la diversión de Palacio. La obra Don Juan, inspirada en El burlador de Sevilla de Tirso de Molina, se presentó quince veces y su agrupación teatral es nombrada Compañía Real de Teatro.

Ya estaba casado con Armende Bejart, una mujer veinte años menor que él y ella lo había abandonado por diferencias conyugales. La “peste blanca” o tuberculosis que afectaba por esos días a la tercera parte de la población europea, lo había enfermado grave y progresivamente hasta arrebatarle su valiosa vida a los 51 años de edad, pues había nacido en París un 15 de enero de 1622.

El día de su fallecimiento se presentaba por cuarta vez su última obra “El enfermo Imaginario” y en el escenario, vestido de amarillo, que se consideraba en teatro algo de “mala suerte”, cae desmayado y finalmente muere en su domicilio a las pocas horas.
La iglesia consideraba a los actores como personas inmorales, pero Moliere nunca se afrentó de su condición. Al morir no tenía derecho a que sus restos mortales fueran llevados al cementerio, pero Armende, la esposa, pide al rey, quien autoriza se entierre de noche y en la parte del cementerio donde yacían los niños que no habían sido bautizados.

El enfermo imaginario

Es la última comedia de Moliere y una obra-ballet de tres actos que fue representada por primera vez en el teatro del Palacio Real el 10 de febrero de 1673.

El protagonista principal es Argán, un sujeto que piensa que se encuentra muy enfermo y dice que padece innumerables enfermedades, por lo que es atendido en su hogar por muchos boticarios y doctores. Cree necesitar tanto de los doctores, que pretende casar a su bella hija Angélica con un doctor y que de paso éste no le cobre honorarios por sus atenciones.

La obra pone de manifiesto la extraordinaria dependencia de doctores y sus pócimas, enemas y demás, su temor frente a la vida y los amores y desamores que le acompañan, todo lo cual está rodeado de comicidad, burla y un llamado a la reflexión sobre lo que significa vivir verdaderamente feliz.

“Arganes” nuestros de cada día

Argán, personaje principal del Enfermo Imaginario, es un típico paciente portador de Hipocondría o lo que los psiquiatras llaman neurosis hipocondríaca (Clasificación Internacional de las Enfermedades, CIE-9 CM: 300.7 Hipocondría) que es la creencia de estar padeciendo una enfermedad grave o mal funcionamiento de algún órgano, y que persiste a pesar de las explicaciones tranquilizadoras del o los médicos y de valoraciones correctas.

Estos pacientes desarrollan malas relaciones con sus doctores porque están convencidos de que no han sido atendidos de forma eficiente, tanto en el diagnóstico como en el tratamiento.

El trastorno puede ser tan intenso que conduzca a la discapacidad laboral y social, afecta a personas de ambos sexos, a cualquier edad, pero en especial a partir de los 20-30 años. Se comporta como una dolencia crónica con sus altos y bajos, en especial cuando se acompaña (30% de casos) de padecimientos físicos.

No está clara la causa, pero los estudiosos se inclinan a orígenes propiamente de tipo psicológicos. Otros han señalado un posible factor hereditario, porque se ha encontrado que el trastorno se ha detectado en gemelos y en familiares cercanos de quienes lo han sufrido.

Frente a un posible caso de hipocondría, el médico internista se plantea su método habitual de análisis: lo primero es buscar identificar causas orgánicas que no hayan sido detectadas, algunas veces enfermedades que se caracterizan por su dificultad diagnóstica, rareza o simplemente “no han salido a flote” como patologías tipo Lupus, esclerosis múltiple, hipotiroidismo, la gran “simuladora” que es la tuberculosis, cáncer del riñón (tumor del internista) y otras que pudieran explicar los síntomas del enfermo o enferma.

Una vez que estamos seguros que no hay una enfermedad orgánica, consideramos trastornos mentales como esquizofrenia, ansiedad generalizada, trastorno dismórfico corporal (insatisfecho con la forma de su cuerpo), depresión, entre otros.

Estos pacientes no deben ser discriminados ni objeto de burla, hay que tranquilizarlos y educarlos. No involucrarlos en la “parafernalia médica” de costosos y complicados estudios diagnósticos, y prohibirles leer o buscar información de tipo médica.

Los nuevos antidepresivos del tipo ISSR y la terapia psicológica cognitiva-conductual, junto al yoga, han mostrado que pueden ayudar eficazmente y llevarlos a vivir y pensar al estilo del poeta Antonio Machado, que solía decir que “Si es bueno vivir, todavía es mejor soñar, y lo mejor de todo, despertar”.
¡Larga vida y prosperidad para todos!
(*) Especialista en Medicina Interna,post grado en Sexología,Licenciado en Química-Farmacia. Comunicador social. Clínica Médica Calle principal de Altamira,frente a la CECA,Managua. Telefs 2278-0830 y 2267-0251. maltezvicAhotmail.com

Archives

Recently Commented