Ticos nos denuncian otra vez ante La Haya por isla Calero
En lo que parece un “revival” del pasado problema por el que nos llevaron ante La Haya alegando una presunta invasión, ahora buscan regresarnos al banquillo por la presencia de jóvenes de la Juventud Sandinista que en realidad no se sabe qué tanto hacen en las cercanías del lugar en disputa, pero que obviamente no representan ningún peligro para la soberanía del país vecino.El diario La Nación recoge las nuevas inquietudes del gobierno de la señora Chinchilla, que tienen mucho de hostilidad racial, de odio vecinal y reducción o cese de la producción de estrógenos por la edad, con sus consabidos resultados.
Esteban Oviedo
La Nación
Costa Rica denunció ayer en la Corte Internacional de Justicia que Nicaragua permite y alienta el ingreso de miembros de la Juventud Sandinista a la zona restringida de isla Calero, al norte de Limón, la cual es objeto de una disputa entre ambos países.
La denuncia fue presentada en la sede del tribunal internacional, en la ciudad de La Haya, Holanda, por el embajador de Costa Rica en ese país, Jorge Urbina.
Según la Cancillería, el gobierno nicaragüense consiente la violación de las medidas cautelares impuestas por La Haya, el 8 de marzo, en torno al conflicto por la posesión del extremo caribeño de la frontera.
Mientras se celebra el juicio que definirá la soberanía sobre esa porción de la isla fluvial, la Corte ordenó a ambos países despejar la zona de civiles y de fuerzas de seguridad. Solo puede entrar personal costarricense de protección al ambiente.
Además, La Haya pidió a los dos estados evitar acciones que agraven la disputa.
Contra los “Guardabarranco”
Sin embargo, la diplomacia costarricense detectó que, entre abril y mayo pasados, integrantes de un grupo llamado Movimiento Guardabarranco entraron al menos siete veces a isla Calero.
Esa organización es parte de la Juventud Sandinista, la cual está adscrita al Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), el partido del presidente nicaragüense Daniel Ortega.
Ingresaron en grupos hasta de 80 personas y se instalaron en la finca Aragón, precisó el vicecanciller Carlos Roverssi.
Dicho sitio dispone de una casa en la vera del río San Juan. De hecho, la invasión militar nicaragüense a la finca Aragón, el 21 de octubre pasado, fue uno de los hechos que desataron el conflicto.
Les molestan gritos y consignas
Roverssi añadió que las expediciones de la Juventud Sandinista se extienden por dos o tres días en isla Calero; sus integrantes izan la bandera nicaragüense y celebran festivales en los que cantan y gritan consignas de soberanía.
“Nosotros tenemos dudas de que parte de esas personas que han entrado sean civiles”, dijo el vicecanciller, en alusión a la posibilidad de que sean militares. “Hicimos un sobrevuelo hace pocos días y se notó presencia de pocos muchachos, vestidos de civiles”.
Ejército al tanto. Según la Cancillería costarricense, fuerzas militares de Nicaragua se ubican permanentemente en el San Juan y permiten que los civiles entren a Calero.
“Para nosotros es una provocación”, sostuvo Roverssi.
Antes de presentar la denuncia de ayer, la Cancillería ya había enviado dos notas de protesta al gobierno de Nicaragua.
La primera fue entregada el 15 de abril con motivo de la presencia de la Juventud Sandinista durante la visita de los técnicos de la organización mundial para la protección de humedales, Ramsar.
Técnicos se sintieron “histigados”
Costa Rica reclamó que los activistas acosaron al grupo técnico que pretendía sugerir medidas de reparación ambiental, después de que Nicaragua taló árboles para abrir un canal artificial que comunicara el San Juan con el mar Caribe, a través de isla Los Portillos (parte norte de isla Calero).
La segunda protesta fue enviada el 13 de mayo por el canciller René Castro al canciller nicaragüense, Samuel Santos, luego de que Costa Rica detectara “una vez más la presencia de numerosos nicaragüenses en Finca Aragón”.
“Costa Rica considera que la presencia continua de ciudadanos nicaragüenses en el área norte de isla Los Portillos, todo lo cual es apoyado y alentado por el gobierno de Nicaragua, constituye una violación de las obligaciones establecidas en la providencia de la Corte”, escribió Castro.
“Nacionales nicaragüenses no solamente han sido enviados al territorio objeto de la providencia de la Corte, sino que su presencia está dirigida a acosar y pretende impedir las actividades necesarias para evitar que se produzca un perjuicio irreparable al humedal”, continúa la carta de protesta.
El canciller le dijo a Santos que la presencia de civiles agrava la disputa, por lo que llamó a Nicaragua a detener este tipo de acciones.
“Alentar, facilitar y permitir que nacionales nicaragüenses, empleados o no del gobierno, estén presentes en el territorio en disputa representa una clara violación del propósito de las medidas cautelares”, indicó.
Estas notas de protesta no recibieron respuesta. Harold Rivas, embajador de Nicaragua en San José, dijo anoche que no ha recibido instrucciones de Managua para enviar respuesta a esas cartas.
En cuanto a la denuncia presentada ayer, Rivas aseguró desconocer el asunto.
Roverssi dijo que denunciaron el caso ante La Haya para que esta integre los hechos como prueba en el juicio. A su vez, Costa Rica le aseguró a la Corte haber cumplido con las medidas cautelares.
La Corte podría dictar alguna medida, dijo el vicecanciller, pero no dispone de observadores en el sitio. Por eso, el Gobierno continuará con su monitoreo y evalúa otras acciones legales.
Por su parte, el ministro de Seguridad, Mario Zamora, sostuvo que el sistema de monitoreo vigila constantemente la zona.