¿Regulación en pro de los ‘drones buenos’?
* Se están reivindicando con la sociedad y están comenzando lentamente a limpiar su imagen de sigilosos asesinos, por escurridizas y eficientes herramientas de comunicación que muchos creen revolucionarán el periodismo
Pablo Albarracín
El pasado jueves 20 de marzo ocurrió un hecho curioso en la zona oriente de la capital chilena. Un vehículo aéreo no tripulado (UAV, por sus siglas en inglés), más conocido como dron, captó desde el aire un incendio en la calle Bilbao. Más curioso aún fue que estas imágenes fueron emitidas en el noticiero de la televisión pública (TVN), causando el asombro de más de algún televidente.
Esos anonadados televidentes seguramente no saben que los drones se están reivindicando con la sociedad y están comenzando lentamente a limpiar su imagen de sigilosos asesinos, por escurridizas y eficientes herramientas de comunicación que están incorporándose a labores de alta complejidad e innovación.
La tecnología dron ya realiza en la región trabajos en fotogrametría, monitoreo de labores mineras peligrosas, recursos hídricos, agrícolas y forestales; catastro de zonas para la industria inmobiliaria, producciones audiovisuales, así como eventos deportivos y artísticos. Y, en menor medida, en prensa.
“Para el reciente cambio de mando fuimos los primeros en Chile en utilizar un dron para grabar el acto”, dice Ariel Marinkovic, CEO de X-Cam, compañía chilena que ofrece estos servicios. “La seguridad que tuvimos que mantener fue impresionante”.
La compañía liderada por Marinkovic es una de las que está innovando con el uso de drones en Chile. De formación periodista y comunicador audiovisual, Marinkovic se dio cuenta que existían múltiples labores que serían mucho más efectivas y rentables si eran desarrolladas por un dron. Es así como X-Cam ha filmado eventos como el Dakar 2014, los incendios forestales que afectaron al Gran Santiago a fines de 2013, partidos de la selección chilena de fútbol en el estadio nacional o el radiotelescopio ALMA en el llano de Chajnantor.
“En Pargua (sur de Chile) enviamos al dron en un viaje de 7 kilómetros por el bosque, en línea recta, con la finalidad de monitorear todos los factores que incidirán en el trazado de una futura carretera”, explica Marinkovic. “El dron, el cual voló totalmente automático, vía programación de coordenadas, realizó un mapeo exacto de la zona”.
Para Marinkovic, más allá del uso de drones para labores peligrosas o eventos, donde destaca el uso en la minería, existe una gran oportunidad para su uso en el periodismo como un nuevo recurso audiovisual. “Sí o sí va a revolucionar el periodismo. Con el uso de drones se puede satisfacer esa búsqueda de espectacularidad que buscan los televidentes. Será un salto gigantesco para la profesión periodística”, dice Marinkovic.
Pero no sólo en Chile se está viendo un incipiente uso de los drones en el periodismo. Para las pasadas elecciones del 2 de febrero, en El Salvador, los medios locales El Diario de Hoy y La Prensa Gráfica realizaron cobertura de los comicios con drones. Lo mismo realizó TV Folha, la televisión del diario Folha de Sao Paulo, que utilizó drones para filmar y fotografiar las multitudinarias protestas del 17 de junio de 2013 en las calles de Sao Paulo. Y las tomas aéreas durante el Gran Premio General Artigas, en el Hipódromo de Maroñas, en Uruguay, del domingo pasado, también fueron trabajo de drones.
En el lugar adecuado y en el tiempo preciso
Cristian Ruiz Tagle, miembro del equipo de la compañía chilena Aeroboss, relata a América Economía que el pasado 20 de marzo se dirigían en una camioneta junto a un equipo de TVN a grabar las escenas para una teleserie, cuando se encuentran de improviso con el incendio. Viendo la oportunidad, el equipo de Aeroboos sacó al abejorro y lo lanzó a los cielos. ¿El resultado?: imágenes aéreas de un incendio, vivaces, espectaculares. Aunque reconoce que “el incendio de Bilbao fue una casualidad”.
Ruiz Tagle añade que están en conversaciones con medios de prensa para establecer una cooperación más sistematizada. “No hemos llegado a acuerdo, porque ellos quieren un ritmo de trabajo 24/7 y nosotros no deseamos eso. Esto está recién comenzando. De aquí a dos años los drones se usarán para casi todo”, advierte el ejecutivo de Aeroboss.
“Los drones que están hoy en el mercado incluyen sistemas de navegación basados en GPS y controladores de vuelo que les permiten mantener la estabilidad necesaria para tomar imágenes y videos”, detalla Rodrigo Suárez, Ingeniero Aeronáutico del Centro de Aplicaciones Aeroespaciales de la Academia de Ciencias Aeronáuticas de la Universidad Técnica Federico Santa María. “Suelen tener sistemas de seguridad que los hacen regresar al punto de partida cuando pierden la señal de control y otros atributos especiales de maniobrabilidad y facilidad de pilotaje, según se vayan agregando los sistemas asociados, aumentando su costo”.
¿Regulación dron?
Sin embargo, no todo es miel sobre hojuelas con el uso y la tecnología dron. Mientras crece su uso y popularidad para labores civiles, aumentan a la vez las voces que piden algún tipo de regulación, especialmente sobre el espacio aéreo. Hoy en día casi ningún país cuenta con reglamentos que normen el uso de drones y no dejen al azar la posibilidad de accidentes. Como el que sufrió este lunes la triatleta australiana Raija Ogden, quien sufrió el impacto de un dron mientras participaba del Endure Batavia Triathlon. Sin explicación, el aparato, que filmaba la competencia, perdió el control y cayó sobre su cabeza, generando heridas de consideración en su cráneo. Los dueños del dron afirmaron a la prensa local que el dispositivo pudo ser hackeado.
Lo ocurrido en Australia no es menor. Si la colisión no fuera contra una persona en tierra, ya algo grave, sino contra un 737 en vuelo, la tragedia podría ser dantesca. “Es muy probable que una línea aérea comercial se sienta amenazada por una legislación que sea muy permisiva para los drones, ya que en caso de accidentes, mientras el dueño del dron perderá sólo su inversión, la línea aérea podría perder una aeronave costosa y la vida de todos sus pasajeros y tripulación”, dice Suárez.
Para el caso de Chile, por ejemplo, las operaciones aéreas están reguladas por la Dirección General de Aeronáutica Civil, DGAC, organismo que controla el espacio aéreo nacional y toda la actividad que en éste se realice. “La DGAC está elaborando una reglamentación que permita la operación de aeronaves no tripuladas, o pilotadas en forma remota, pero no se espera una pronta promulgación de la misma, ya que el tema incluye aspectos muy complejos de manejar, tales como la responsabilidad ante terceros, sistemas de seguridad, aspectos relacionados al derecho a la privacidad y otros, incluyendo el control de actividades ilícitas y el impacto que puede tener esto en la actividad aeronáutica nacional”, explica Suárez, quien cree que las empresas que ofrezcan estos servicios deben estar reguladas y controladas por la DGAC, “utilizando material aéreo convencional o radio controlado de algún tipo, o bien fuera de zonas prohibidas y con autorizaciones especiales para cada vuelo”.
Por eso es que casos como el de Raija Ogden nos invitan a debatir sobre la necesidad o no de una regulación para los drones ‘buenos’ que surcan el cielo. Por ahora sólo sabemos de la inestimable utilidad que pueden prestar, por ejemplo, la de un dron o una flotilla de drones que realicen búsqueda y rescate, donde buques y aviones podrían llevar fácilmente pequeños drones que podrían desplegarse en caso de una emergencia o podrían ser desplegados por los sobrevivientes de las balsas salvavidas para asegurarse de que se les vio por embarcaciones de rescate. Los drones podrían permitir múltiples áreas de búsqueda con mucho menos esfuerzo que el actual.
Pueden también realizar labores sustentables como la protección de animales. Un dron puede volar sobre áreas donde la caza furtiva de animales es una preocupación y enviar los videos que muestran a los rebaños de animales en peligro o la presencia de cazadores furtivos. El video puede ser utilizado en las acciones judiciales contra los cazadores furtivos. Migraciones de aves y sus comportamientos de anidación. Las opciones son múltiples.
“Hoy en día, existen distintos tipos de procesadores y de software para generar, procesar y ejecutar planes de vuelo, siendo el más conocido el procesador Arduino en sus distintas versiones, una de las cuales gobierna el drone de la ACA”, detalla Suárez. Y qué podemos decir del envío de suministros a zonas remotas o en condiciones de catástrofe, como puede ser un terremoto, inundación o un huracán. La ayuda de un dron podría ser determinante.
Fuente: América Economía