Ya son santos
En una histórica ceremonia que reunió al papa Francisco y al papa emérito Benedicto XVI, se concretó la santificación de Juan Pablo II y Juan XXIII.
Francisco, el sumo pontífice, proclamó este domingo la santidad de los papas Juan XXIII y Juan Pablo II y pidió, en una multitudinaria ceremonia en la Plaza de San Pedro, que ambos pontífices sean inscritos en los libros de los santos de la Iglesia.
Lo hizo en latín, al comienzo del acto en el que la Iglesia Católica eleva a los altares a los dos papas, en una ceremonia que concelebra con el papa emérito Benedicto XVI.
Benedicto estaba sentado al lado de otros cardenales en la plaza de San Pedro durante el rito al inicio de la misa del domingo. Él y Francisco se saludaron brevemente a la llega del actual pontífice.
La proclamación de la santidad de los dos papas fue recibida con un gran aplauso en la Plaza de San Pedro, así como en otros lugares de Roma, donde decenas de miles de peregrinos se concentran ante pantallas gigantes desde las que siguen la ceremonia.
El prefecto de la Congregación para la Causa de los Santos, el cardenal Angelo Amato, presentó a Francisco «las tres peticiones» de canonización para ambos papas, primero con «gran fuerza», después con «mayor fuerza» y, por último, con «grandísima fuerza».