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Rusia protegerá el canal nicaragüense

El presidente Daniel Ortega y el canciller ruso Serguéi Lavrov.

El presidente Daniel Ortega y el canciller ruso Serguéi Lavrov.

Existe un acuerdo tripartito entre Nicaragua, Rusia y China continental, para la construcción de un canal interoceánico por nuestro país, aunque en el caso de los rusos, su participación, más que económica, tiene que ver con la protección militar de la obra, según la publicación Russia Beyond the Headlines (RBTH).

En una nota del periodista Yuri Paníev, se señala que durante la reciente visita del ministro de Asuntos Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, a Nicaragua, se debatieron las perspectivas de cooperación bilateral. El proyecto más importante que vinculará durante los próximos años a Moscú y Managua será el denominado Gran Canal Interoceánico, alternativo al de Panamá.

“Según ha explicado a RBTH una fuente próxima a las negociaciones, las autoridades de Nicaragua cuentan con iniciar las obras a finales de año. En cualquier caso, este plazo figura en el acuerdo trilateral pactado entre Nicaragua, Rusia y China”, señala RBTH.

“Rusia también, según la fuente de RBTH, prestará no tanto ayuda económica y organizativa como apoyo político-militar. En particular, Rusia tendrá que proteger la construcción de posibles provocaciones. Con respecto a esto, las autoridades de Nicaragua han cerrado un acuerdo especial con Moscú, tras haber permitido que barcos y aviones rusos de combate presten servicio en sus aguas territoriales durante la primera mitad de este año, así como patrullar las orillas del océano Pacífico y el mar Caribe hasta el 30 de junio de 2015”, según publican.

Reseñan que la idea de construir un canal en Nicaragua apareció ya en el siglo XIХ. Pero entonces en la América Central había una situación política desfavorable, incluida la ocupación de Nicaragua por parte del ejército norteamericano. Más tarde, con éxito variable, cuando el destino del proyecto estaba “casi decidido”, desaparecía de nuevo de la orden del día.

Finalmente, en septiembre de 2013 el parlamento de Nicaragua ratificó los proyectos de ley relativos a la construcción del canal. Las perspectivas que se abren ante el país son impresionantes: un rápido crecimiento del PIB, la ampliación del mercado de trabajo, nuevas posibilidades para las empresas locales, ingresos procedentes de la explotación del canal etc.

¿Vale la pena el esfuerzo?

La cuestión es hasta qué punto necesita Rusia el canal de Nicaragua. “Después de largas reflexiones Rusia finalmente ha decidido tomar parte en la construcción del canal, que promete convertirse en la mayor conexión de transporte en el hemisferio Occidental.

“De este modo, los EE. UU. perderán una parte significativa del control sobre el territorio que han ejercido estos últimos cien años gracias al canal de Panamá”, declara para RBTH el colaborador científico del Instituto de América Latina de la Academia de las Ciencias de Rusia, Emil Dabaguián.

Según Serguéi Pravosudov, director del Instituto de Energía Nacional, Rusia sacará ventajas no sólo económicas, sino también geopolíticas, pues se asestará un golpe al prestigio de los EE. UU.

“Actualmente EE. UU. controla los puntos básicos a través de los que discurren las vías marítimas: los canales de Panamá y de Suez, pero también las grandes vías comerciales que pasan a través de Singapur, Gibraltar, etc. Por eso, la aparición de una vía fluvial alternativa es un desafío directo a los Estados Unidos”, considera el experto.

Sin embargo, hay expertos rusos que mantienen otro punto de vista. En particular, el politólogo Konstantín Símonov considera el proyecto como muy arriesgado. Según él, el canal no es tan necesario a Rusia como a China, para exportar e importar cargas por una vía más corta. Rusia dispone de su propia ruta, la Ruta Marítima del Norte, que permite a los barcos pasar vía Ártico a Europa y Asia.

Según el jefe investigador del Instituto de los EE. UU. y de Canadá de la Academia de Ciencias de Rusia, Alekséi Rei, la ampliación de las posibilidades de la Ruta del Norte se encuentra en la esfera de los intereses directos de Rusia.

“Desde el punto de vista económico puede ser incluso más ventajoso que la construcción del canal de Nicaragua”, opina el experto.

Está previsto que el canal de Nicaragua empiece a explotarse parcialmente ya en 2019. La finalización completa de las obras está fijada para 2029.

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