Con el decepcionómetro en alto…
* Fue el viernes 4 de abril, hace ya 47 días, que comenzó todo, una llamada en la madrugada, y un paciente, la “Cookie” que llegaba a mi clínica atravesada por una flecha. ¿Detenidos? Nadie… ¿Presunción de culpabilidad? Nadie… ¿Procesado? Nadie.
Dr. Enrique Rimbaud
Fue el viernes 4 de abril, hace ya 47 días, que comenzó todo, una llamada en la madrugada, y un paciente, la “Cookie” que llegaba a mi clínica atravesada por una flecha.
Al otro día, el dueño, diligentemente, presentó la denuncia ante la Policía, encontrándonos con que no era el único, sino que seis perros en total habían sido víctimas de las flechas de un lunático en los alrededores de los kilómetros 10 a 12 de la carretera Sur.
Evidentemente, la noticia corrió como reguero de pólvora, la gente se enardeció e indignó, y se montó prontamente un operativo policial que prometiera ser eficaz, dado que el caso se trasladó del Distrito III al Despacho de Auxilio Judicial, donde están la flor y nata de los investigadores nacionales, ¡el mero CSI Managua!
Pocos días después, hacen una redada, de la cual solo comunican que se requisaron ballestas, arcos, flechas, rifles y balines, sin decir nombres, sabiendo únicamente que fue en viviendas de la carretera Sur…
La gente comenzó a tejer hipótesis, a definir culpables, pasando en las redes sociales primero a culpar a un tal David Israel Mántica…
El 26 de abril, las organizaciones civiles dedicadas al Bienestar Animal realizaron una marcha hacia Plaza El Sol para entregar una carta y exigir resultados… carta que nunca fue contestada ni por la Comisionada Mayor, ni por el ineficiente Departamento de Relaciones Públicas de la Policía Nacional…
Las redes sociales añaden ahora a un nieto de Chico López como presunto culpable…
En los primeros días del mes de mayo, filtraciones llegadas a la prensa hacen que los medios publicaran que el juez Silvio Aguilera Román, su hijastro (no tengo el nombre), Renato Largaespada Obregón y Christian Estrada Román estarían implicados en los hechos… ¿qué pasó después?, desmentidos en las redes sociales, ausencias, reticencias a entrevistas y amenazas de demanda fueron el resultado final…
El pasado lunes, la Policía Nacional realizó una segunda redada en la que se requisaron, según informes, ballestas, flechas, arcos, espadas y shuriken, implicando a Enrique Mántica Solórzano, Ernesto Mántica Deshon, Renato Largaespada Obregón, Róger Mántica Solórzano, José Bendaña Mántica, Gustavo Lugo Chacón, y David Israel Mántica Cuadra.
¿Detenidos? Nadie… ¿Presunción de culpabilidad? Nadie… ¿Procesado? Nadie.
A saber, entre ambos procedimientos, se han requisado 5 ballestas, 3 arcos, más de 100 flechas, escopetas de balines, más de 200 balines, 2 espadas y no sé cuantos shuriken, todo un arsenal de armas que no son para defensa personal, y por lo que vemos, ni siquiera deportivas, porque las usan con fines espúreos, ajenos a los intereses y reglas éticas de la sociedad en que vivimos.
Un desfile de nombres, sin que nos digan la implicación real de cada uno de ellos, con tres factores en común entre todos, primero, son todos vecinos, segundo, son todos parientes (y el que no lo es, por lo menos es amigo), y tercero, a todos les gusta andar tirando flechas por ahí.
Hoy, más que nunca, se precisa una señal clara de la Institución Policial, una indicación que diga y afirme quiénes son de toda la larga lista los presuntos culpables, para iniciar de una vez por todas la acusación formal por parte del Ministerio Público y el procesamiento por parte del Poder Judicial.
Es claro que en Nicaragua, no tira flechas ni posee ballestas quien quiere, sino quien puede.
Queremos justicia, merecemos una respuesta, y queremos la máxima de las condenas posibles para los que definitivamente sean encontrados culpables de estos nefastos delitos de biocidio agravado.
¡Porque los animales nos importan!
Cel. 88521488
erimbaud@gmail.com