En el país de no me acuerdo…
Dr. Enrique Rimbaud
Puede ser, puede ser, “may be”, como dicen los del norte… Y dejemos un margen de dudas, que en un país donde se fabrican tantas leyes (más de 25 leyes anuales), nuestros compañeros miembros de la Institución Policía Nacional no las conozcan o manejen en su totalidad.
De hecho, por algo estamos todos los viernes capacitando a la Policía Nacional sobre la Ley 747 de Protección y Bienestar Animal, donde llevamos cerca de 1,200 policías capacitados de todos los departamentos, pero, son 17,000 en total la fuerza policial, por lo que estamos enteritos.
Por este medio, queremos darles una refrescadita para que vean la importancia de lo que están dejando pasar.
Caso 1 (perros asesinados por flechas):
Algunos policías se han descansado en que después de todo, la Ley 747 solo prevé días de trabajo y multas para los biocidas. Pero, siempre hay un pero, se olvidaron que hay un Código Penal que en su artículo 391 pena el maltrato animal. Y además, no han caído en cuenta que los “mataperros” rompen y violan varios artículos del Código Penal, como son: exposición de personas al peligro, asociación para delinquir, crimen organizado, planificación, premeditación, alevosía, allanamiento e invasión de morada, etc., etc., etc.
Por lo antepuesto, y con las evidencias en poder de la Policía (se requisaron en los allanamientos 3 ballestas, 3 arcos, 1 rifle de balines, flechas para arco, flechas para ballesta, balines, 2 espadas, y Shuriken), con los testigos entrevistados, y con los elementos circunstanciales, ya basta para hacer pasar a dos o tres personas mínimo unas largas vacaciones en “La Modelo”.
Caso 2 (vendedores de aletas de tiburón):
Se detuvo a los vendedores de aletas de tiburón, se les decomisó la camioneta, pesas y algunas aletas, se los investigó en el Distrito III y ¡zás!, los dejaron libres.
La Ley de Pesca y Acuicultura (489), en su Artículo 75 menciona que se “prohíbe la captura de tiburones en aguas continentales y marinas, con el único propósito de cortarles cualquiera de sus aletas, incluyendo la cola, desechando el resto del cuerpo de la especie en alta mar, zonas costeras u otros sitios, al igual que el tiburón de agua dulce del lago Cocibolca”… Esta ley prevé penas de 2 a 4 años de prisión y multas superiores a los 5,000 dólares.
Esperemos que con este refrescatorio, los compañeros de la Policía Nacional tengan a bien encarcelar de una vez por todas a los “mataperros” y a los “matatiburones” dejando tranquila a la población nicaragüense de que en este país, las leyes se cumplen. ¡Y los animales nos importan!
¡Justicias para los animales!