Piden que Estado asuma clínicas previsionales
Fallecimientos de pacientes por presuntas negligencias médicas y mala atención por parte de las Clínicas Médicas Previsionales, serían las razones para que dos grupos sindicales demandaran el miércoles que el Estado asuma el control de las mismas.
Las previsionales surgieron en 1993, cuando el gobierno de doña Violeta Barrios de Chamorro desmanteló la estructura sanitaria heredada de los años 80 del siglo pasado, conocida como Sistema Nacional Único de Salud.
Dirigentes sindicales de Nicaragua demandaron el miércoles que el Estado asuma el control de las clínicas médicas previsionales, en las cuales se ofrecen servicios médicos a pensionados y trabajadores afiliados al Instituto Nicaragüense de Seguridad Social (INSS).
Dirigentes de la Central Sandinista de Trabajadores (CST) y de la Coordinadora Sindical de Nicaragua (CSN), citados por Xinhua, señalaron que la privatización de la salud promovida por gobiernos liberales en la década de los 90 del siglo XX es «inoperante e ineficiente».
El secretario general de la CST, Roberto González, dijo que existen numerosas denuncias de fallecimientos de pacientes por presuntas negligencias médicas y mala atención que ofrecen las clínicas médicas previsionales a los pensionados, empleados públicos y trabajadores en general adscritos al INSS.
González aseguró que cada mes el Estado, a través del INSS, destina más de cuatro millones de dólares para la atención de más de 700.000 trabajadores afiliados al INSS, quienes no reciben la atención ni la medicación adecuada por parte de estas clínicas previsionales que venden sus servicios al INSS.
El procurador general para la Defensa de los Derechos Humanos, Omar Cabezas, denunció la muerte de una joven médico presuntamente por negligencia médica cometida en una clínica privada que oferta servicios en Managua.
Cabezas, quien pidió al gobierno mayor control de dichos centros de salud, aseguró que la calidad del servicio en las clínicas previsionales de salud es baja, debido a que en ellas prevalece «únicamente el sentido de la ganancia económica».