900 mil jóvenes se toman bares los fines de semana
Un 15 por ciento de los jóvenes en Nicaragua (unos 900 mil), en forma mayoritaria hombres en edades que van de 18 a 34 años, dispara su consumo ocasional de alcohol para tornarlo excesivo los fines de semana y de preferencia en bares, divulgó el miércoles un estudio regional.
El estudio sobre Patrones de Consumo de Bebidas Alcohólicas de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso) reveló que los jóvenes urbanos, de ingresos promedio altos, en edades que van de 25 a 34 años, corren “más riesgos de consumo excesivo ocasional”, según publica Notimex.
El fenómeno de alta ingesta, es decir, más de cinco tragos por ocasión, “es claramente urbano”, explicó a Notimex el sociólogo e investigador asociado de Flacso, Carlos Sojo.
En América Latina, el consumo excesivo frecuente afecta a 5.7 por ciento de la población, el ocasional a 22.6 por ciento y el nivel de bajo riesgo aglutina a 71.7 por ciento.
En 2011, el 49.9 por ciento de la población en edades entre 18 y 65 años en Nicaragua había consumido licor en los últimos 12 meses, aunque el estudio aclaró que el país se ubica debajo del promedio de consumo en América Latina, que se elevó a 62 por ciento.
Los días sábados y los bares son los preferidos por los jóvenes nicaragüenses, y las mujeres, con más discreción, beben en sus residencias particulares, en casas de amigos o sitios privados, añadió.
Dentro de las bebidas preferidas, la cerveza es la más consumida con 73 por ciento, seguida por el aguardiente y el ron, y el vino de mesa.
En la sociedad, dijo Sojo, “la tolerancia al consumo de alcohol en hombres es casi absoluta tal como es intolerable para las mujeres”.
En general, los bebedores “no toman diario, sino mucho en fines de semana” y más de 30 tragos al mes para mujeres las colocan “en riesgo alto a largo plazo”.
Sojo advirtió a las autoridades que presten atención en el “consumo excesivo ocasional, porque ingerir más de cinco tragos es como ir a más de 80 kilómetros” de velocidad.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) en 2011 definió la ingesta excesiva ocasional (binge drinking) a partir de al menos una ocasión de consumo de cinco tragos o más por semana.
Advirtió que el uso nocivo del alcohol compromete el desarrollo individual y social y “puede arruinar la vida del bebedor, devastar su familia y desgastar la urdimbre de la comunidad”.
El estudio fue realizado con base en encuestas en El Salvador, República Dominicana, Costa Rica, Perú, Nicaragua, Venezuela, México, Ecuador, Panamá y Colombia entre 2009 y 2012.
El nivel de confianza del sondeo es de 95 por ciento con un margen de error de 2.3 puntos porcentuales, indicó Flacso.