Explota violencia en la CSJ
La violencia se desató este jueves en el local de la Corte Suprema de Justicia, donde feministas que apoyan a Fátima Hernández en su lucha por encarcelar a Farinton Reyes, irrumpieron en la edificación amenazando con “quemarlo”, según una nota del jefe de prensa del Poder Judicial.
Roberto Larios M.
Una protesta en contra de la sentencia de la Sala Penal que puso fin al “caso Farinton” por parte de grupos de mujeres, activistas políticos de los derechos humanos y jóvenes miembros de la oposición antigubernamental, degeneró este jueves en una violenta agresión a policías y miembros del cuerpo de seguridad de la Corte Suprema de Justicia, causando daños a la propiedad del Estado y poniendo en riesgo a decenas de personas que en ese momento realizaban trámites en la sede del Poder Judicial.
La protesta que se convirtió en una toma violenta de las instalaciones de la Corte, estuvo dirigida por conocidos activistas de la oposición al gobierno, entre ellos un iracundo Gonzalo Carrión, activista político del Centro de Derechos Humanos de la doctora Vilma Núñez, quien ante los medios de comunicación amenazó incluso con “pegarle fuego” al supremo tribunal.
El grupo de menos de cien activistas opositores se presentó a la Corte a primera hora de la mañana e inició su reclamo pacíficamente, pero esta situación pronto degeneró en violencia cuando intentaron penetrar por la fuerza, produciéndose un primer forcejeo con los policías que controlan el tránsito en el lugar y los miembros del cuerpo de seguridad.
La protesta pacífica degeneró en violenta agresión a la propiedad social.
Una vez que lograron irrumpir en las instalaciones, el grupo se dirigió al edificio principal de la CSJ, donde varias decenas de personas realizaban trámites de juramentación de testigos para incorporación de nuevos abogados, generándose al interior una situación de miedo y zozobra por lo que podría ocurrirles.
“Cuando miramos que el grupo de exaltados venía corriendo hacia el edificio y empezaron a empujar, patear y golpear las puertas de vidrio, tuvimos miedo y buscamos cómo replegarnos para adentro”, comentó todavía asustado el señor Roberto Corea, uno de los infortunados ciudadanos que se hallaba en la Corte sirviendo de testigo a un joven abogado.
“Rejudin” cerveza en mano
Pero la cosa no paró ahí. Instantes después aparecieron en escena montones de tarros de cerveza, con los cuales “bañaron” a policías y miembros del cuerpo de seguridad, mientras forcejeaban intentando detener a la turba que intentaba romper las puertas del edificio.
En esta acción contra los policías se destacó Jairo Contreras, dirigente de Rejudin, quien cerveza en mano abofeteó en un par de ocasiones al señor Fernando Ramos, miembro del cuerpo de protección física. Pero no sólo Ramos sufrió la rabia de los violentos activistas políticos de los derechos humanos, sino también otros como Virgilio Lara, Mario Guevara, Armando Hernández, Roberto Espinoza, Constantino Martínez y los policías Francisco Castillo, Pedro Mayán y Santos Morales, quienes también resultaron golpeados, bañados de cerveza y con las camisas rotas por la turba.
De la violencia antigubernamental tampoco escaparon los periodistas judiciales de la Dirección de Relaciones Públicas de la CSJ, entre ellos Yelba Orozco, a quien le fue arrebatado violentamente un brazalete rojinegro que portaba en su muñeca, y el camarógrafo César Villagra, a quien no sólo se le quiso impedir realizar su trabajo profesional, sino fue también abiertamente amenazado por las huestes incendiarias de Carrión.
Mientras esto ocurría en la Corte, los ladrones aprovechaban para “chapear” el vehículo del licenciado José Antonio Reyes, funcionario del Poder Judicial, quien al no poder ingresar tuvo que aparcar su carro afuera, momento que aprovecharon los amigos de lo ajeno que llegaron acompañando a los activistas políticos de los derechos humanos.
Al licenciado Enrique Soto, jefe del cuerpo de seguridad, le fue robado su teléfono celular mientras trataba de detener las arremetidas y amenazas Carrión.
Sin embargo, a pesar de la agresividad de los activistas opositores, los policías y miembros del cuerpo de seguridad de la Corte Suprema lograron controlar la situación sin necesidad de recurrir a la violencia. Ninguno de los enardecidos protestantes resultó golpeado.
La presidenta del Poder Judicial doctora Alba Luz Ramos Vanegas, al comentar sobre lo ocurrido durante la protesta, lamentó la agresión a los policías y miembros del cuerpo de seguridad.
“El grado de violencia manifestado en la protesta y el hecho de que todos sus dirigentes eran conocidos miembros de la oposición antisandinista, demuestra la clara politización que se está haciendo de la sentencia del caso Farinton para fortalecer la campaña internacional de denuncias contra este gobierno por el tema de los derechos humanos”, manifestó la doctora Ramos.
En verdad, “los derechos humanos de las mujeres es lo que menos le interesa al grupo que llegó a protestar a la Corte, su verdadera intención es aportar su granito de arena en la campaña contra la reelección del presidente Ortega”, afirmó la presidenta de la Corte Suprema de Justicia.