¿Armas frenarán a niños migrantes?
Ni el presidente Barack Obama ni sus contendientes del Partido Republicano -que han frenado por años la reforma migratoria que propone la Casa Blanca-, previeron la aparición de un factor desconocido en la ecuación que tratan de resolver desde hace años: una ola de menores que llegan solos a EU huyendo de la violencia de sus países y con el deseo de estar con sus familiares.
El asunto ya ha desatado una inesperada crisis política que toca, por supuesto, también a los países expulsores de niños migrantes: Honduras, Guatemala, El Salvador Nicaragua, México… y es tan grave que la ONU y el Vaticano entraron de lleno a la polémica desatada por la llegada masiva de menores ilegales a Estados Unidos.
Y es que, cómo se resuelve el dilema de miles de centroamericanos que desde hace años viven en Estados Unidos: dejar que sus hijos se queden para siempre en sus países de origen, expuestos a la violencia de las bandas, la droga y la miseria, u ofrecerles la esperanza de una vida mejor, aunque el precio sea viajar solos a EU en un trayecto largo, peligroso y caro.
Miles de inmigrantes pagan a los “coyotes” entre 9 mil y 13 mil dólares cuando se deciden por la segunda opción. Pero el mayor costo no es económico, sino por el riesgo que se corre en el viaje o, en el caso de conseguir entrar a EU, el riesgo permanente de ser deportados.
Precisamente ese asunto es el que toca nada menos que el Papa Francisco en una carta que es como un jalón de orejas a quienes en Washington, defienden la expulsión inmediata como única formar de enfrentarse a este problema.
Lejos del uso de las fuerzas de seguridad, el Pontífice propugnó en su mensaje políticas de desarrollo, y pidió que se entienda la migración como un fenómeno frente al que no cabe el “miedo” sino la “fraternidad”.
Por si alguien tuviera una duda de la importancia que el Papa Francisco le da al tema, la semana pasada llegó a México el secretario de Estado del Vaticano, Pietro Parolin, para participar en un coloquio organizado por ambos gobiernos sobre este fenómeno migratorio, al que asisten Guatemala, Honduras y El Salvador.
Ahora Texas sale con la idea de frenar la llegada de niños migrantes poniendo a mil efectivos de la Guardia Nacional. El uso de la fuerza para tratar de resolver un problema que en ninguna parte se ha resuelto así y que, de implementarse, tampoco lo conseguirá en este caso.
Fuente: vanguardia.com.mx