Ganaderos demandan emergencia
“Lo que está pasando en Nicaragua es algo serio y debería decretarse emergencia”. Es lo que señala Róger García, de la Comisión Ganadera de Chontales al referirse a los estragos que la sequía está ocasionando al hato del país.
La falta de alimentos y agua ha provocado la muerte de más de 2.500 de reses, según los ganaderos chontaleños.
“Sí, lo que está pasando en Nicaragua es algo serio y debería de decretarse emergencia, porque sí hay una”, dijo a Efe García.
Datos de la Comisión Nacional Ganadera de Nicaragua (Conagan) arrojan que la falta de agua y alimentos causada por la sequía mantiene en crisis a una veintena de los 153 municipios de Nicaragua.
García explicó que los ganaderos han aumentado la compra de alimentos para sus reses que normalmente no están en la dieta de esos animales, como la cascarilla de maní y la melaza o miel de caña.
Los ganaderos además están optando por trasladar a las reses a sitios con mayores precipitaciones, lo que les genera mayores gastos.
García señaló que en Managua “solo son pláticas y conversaciones, no existe realmente un plan para estas crisis, cada quien está solucionando sus problemas como puede”, dijo.
Datos de Conagan señalan que entre 600.000 y 800.000 cabezas de ganado están siendo afectadas por la sequía.
El período lluvioso en Nicaragua, comprendido entre mayo y noviembre, se mantiene bajo la amenaza del fenómeno El Niño, que trae sequías en unas zonas del país y exceso de lluvias en otras.
Nicaragua tiene un hato ganadero de al menos 4,1 millones de reses, según datos de Conagan.
La ganadería representa el 10 % del producto interno bruto (PIB) del país.