¿Aviso de gran sismo?
Hay que tomar muy en serio los pequeños sismos ocurridos recientemente en el lago Xolotlán, en el sector de Acahualinca, porque podrían ser premonitorios de un enorme terremoto que amenaza a Managua con gran pérdida de vidas y daños materiales.
Al doctor en geología, William Martínez, no le gusta ser pregonero de calamidades y lo advierte de antemano: “No quiero provocar alarma, solo deseo que nos preparemos mejor, porque no lo estamos debidamente para enfrentar un gran sismo”.
Según el Dr. Martínez, en la zona donde se dieron los pequeños sismos que inquietaron a los especialistas del Ineter, está el alineamiento de fallas que va desde Chiltepe, en el sector de Apoyeque, hasta El Crucero. “Allí el vulcanismo está extinto, pero las fallas son activas”, acotó.
Los temblorcitos, la mayoría de menos de 2 grados en la escala de Richter, nos están recordando del peligro que nos acecha con la falla Nejapa, cuya longitud es de veinte kilómetros, dice el experto.
– ¿Cómo sería un terremoto provocado por esa falla en estos momentos?, consultamos. Martínez asegura que la magnitud de ese sismo dependería de si se rompe toda la falla o lo hace en segmentos.
“Pero a como sea, será muy fuerte debido a que esa falla está muy cerca de Managua, sobre todo en el sector del occidente de la capital. Recordemos que el terremoto del 10 de abril pasado se sintió fuerte, pese a que su origen estaba más largo. Lamentablemente vendrá acompañado de casas derrumbadas y muertes”, subrayó.
La falla Nejapa, que se ha estado activando, empieza en Chiltepe y luego se desplaza con sus ramales por varios sectores densamente poblados como Ciudad Sandino, Acahualinca, Asososca, Cuesta del Plomo y muchos otros barrios y repartos, hasta llegar a El Crucero.
La otra falla que amenaza a la capital con un megaterremoto pasa por varios sectores residenciales que incluyen los altos de Santo Domingo, un costado de Las Colinas, La Jagüita, Veracruz, barrios del Distrito VII de Managua como Villa Venezuela y aledaños, mercado de Mayoreo, por un costado del Hotel Camino Real y se adentra en el lago Xolotlán.
– Sin duda es algo atemorizante, le decimos al Dr. Martínez. Está de acuerdo, y considera que de haber construido nuestras viviendas con las normas adecuadas no estaríamos viviendo esta zozobra.
“Con el terremoto de 1972 se perdió la oportunidad para planificar adecuadamente la prevención de desastres con pérdidas de vidas y daños materiales”, señala y recuerda que con la ciudad sobrepoblada y dispersa –en dirección de las fallas más peligrosas-, las consecuencias serán más trágicas.
Dice el Dr. Martínez que en cada terremoto, hasta el 98% de las pérdidas de vidas humanas es innecesario, porque el sismo solo sacude la tierra, pero ahí, donde el terreno se cimbra, todo lo que está mal puesto caerá.