Colección de pensamientos acerca de los judíos, hijos de Israel
Diana Benavides
En una ocasión, un genio le pregunta a su pupilo: “¿Qué ves cuando te sientas sobre una colina a contemplar la magia del majestuoso paisaje, mientras sus colores se tornan de amarillo-dorado y rojo-naranja, en la misteriosa noche que se impone ante tus ojos?”. El alumno respondió: “Puedo ver el atardecer”. A lo que el genio agrego: “La inhabilidad de percibir es el mal de la humanidad en todo tiempo… sabes bien que no ves el atardecer, estas contemplando el mundo girar”. (Kagan).
En un mundo donde los judíos representan un mínimo porcentaje de la población, ¿cuál es el secreto de la desproporcionada importancia de este pueblo en la historia de la humanidad? ¿Es acaso el hecho de que todo judío está siempre comprometido y determinado a una meta o propósito, independientemente de qué tan mínima o insignificante esta sea? ¿Es esto lo que lo que hace a este pueblo perpetuo sobre la faz de la Tierra? Por consiguiente, la preservación del pueblo judío es una de las manifestaciones y actos más ilustrativos de la Divina Providencia, ¿y qué si no, un poder sobre natural puede preservarlos de tal manera como a ningín otro pueblo en la Tierra?
Asimismo, no deja de ser menos asombrosa la manifestación de la Divina Providencia en la destrucción de los enemigos de Israel -esta verdad se reivindica con la destrucción de imperios, líderes y tiranos al intentar subyugar u oprimir al pueblo judío. Por ende, que el eco de estos hechos sea un constante recordatorio para todo aquel que se alza en la persecución y terror en contra del pueblo judío (Newton).
Entonces, ¿quién es y qué significa ser judío? ¿Qué clase de criatura única es esta, a la cual líderes y naciones han intentado deshonrar, expulsar y destruir; y aun así, a pesar de toda furia, rabia u odio en contra del pueblo judío, continúan viviendo y floreciendo? (Tolstoy). El ser judío es ser parte de una jornada que comenzó con Abraham y Sara, y continúa con su descendencia, de esta manera, el pueblo judío fue revestido con el espíritu del Judaísmo por tiempos y eternidad.
Ser judío, significa ser la luz de YHVH a las naciones, como está escrito en Isaías 49:6 “Ser judío es ver el mundo a través de los ojos del Altísimo, es estar en descontento con el estatus quo, y sin temor a desafiarlo”. Después de todo, ser judío es sentir profundamente el mal cometido a otros, alzar la voz en la cara de la injusticia y erradicar el conformismo para distinguirse del mundo, diciendo con fuerza ‘no’, cuando los demás murmuran ‘si’ a la injusticia.
¿Así que, ser judío es eso?, es tener compasión sin altivez por el débil, por el que sufre y padece, estudiando y alabando con observancia la palabra del Altísimo (Torah). Ser judío es símbolo de eternidad, y es el que resguarda el mensaje profético y lo transmite a la humanidad… el judío y el pueblo judío son eternos como el Altísimo.
El pueblo judío fue esparcido por toda la Tierra— y hoy en día este pueblo (Ortodoxo, Conservador, Reformado, Sefardita, o Ashkenazi) se compone de diferentes razas, culturas y lenguas… mas todos permanecen por siempre los hijos de YHVH, el Altísimo. Por eso, el pueblo judío está al servicio de YHVH, como está escrito en Deuteronomio: “Pero tú, Israel, a mi servicio, Jacob, a quien he escogido, la semilla de mi amado Abraham; tú en quien me enseñoreo y sostengo desde todos los confines de la Tierra, te digo que tú estás a mi servicio, te he escogido, y no rechazado; por lo que no temas, porque yo estoy contigo. No desmayes, porque yo soy tu D-S, y te fortaleceré, abasteceré y sostendré como mi mano derecha victoriosa”.
¿Acaso es difícil reconocer cuántas enseñanzas el mundo le debe a los profetas del pueblo judío, cuyo monoteísmo y moral son parte del Cristianismo e Islam? Ciertamente el mundo sería un lugar diferente sin el pueblo judío—- de pronto la humanidad tendría que salir adelante sin este maravilloso pueblo, pero nadie puede estar seguro de ello. Los descubrimientos conceptuales del intelecto humano parecen obvios e imposibles de escapar una vez revelados, pero requiere de un verdadero genio crear y formular ideas, y el pueblo judío tiene este don.
Algunas de las contribuciones del pueblo judío a la humanidad son: igualdad ante la ley divina y humana, santidad y dignidad, conciencia y responsabilidad social, paz e ideas abstractas del amor como la base de la justicia y muchos otros conceptos que componen la mente humana, sin el pueblo judío el mundo sería un lugar vacío (Johnson).
La civilización del Oeste nació en el Medio Oriente y los judíos estaban en la intersección; y en el apogeo de Roma, el pueblo judío se encontraba cercano al centro del emperador, cuando el poder giró al Este, a Babilonia. Y cuando el poder saltó a España, ahí también estaban los judíos.
Así mismo, cuando el centro de la civilización se movió a Europa Central, los judíos estaban ahí esperando por Alemania y Polonia. El levantamiento de Estados Unidos como líder mundial encontró al Judaísmo enfocado ahí—y cuando el péndulo parece estar balanceándose de regreso al Viejo Mundo y el Este se levanta para renovar su importancia, también está ahí el pueblo judío de Israel (Smith).
Independientemente de cómo el mundo o las personas perciban al pueblo judío, ningún hombre puede negar el hecho de que este pueblo está conformado de la combinación exquisita de seres humanos más formidable y notable que exista en el mundo por tiempos y eternidad (Churchill).
Por lo que para entender lo que es y significa ser judío… sentado sobre una colina al atardecer… no solo es necesario recorrer la historia, eventos, contribuciones e impacto positivo en la humanidad, también significa amar y proteger el Divino Poder de los hijos de Israel. “Hijos de Israel, no temáis, ante vosotros, todos esos que están enfurecidos en contra de tu pueblo serán avergonzados y confundidos (Isaías).
Este escrito es propiedad y derechos reservados de su autora, Diana Benavides.