Nicaragua: la lucha antiimperialista
Josué Ferrer
* Nicaragua es el pueblo más izquierdista de Centroamérica y ha combatido casi desde el principio por sacudirse el imperialismo estadounidense de encima. Es producto de la herencia de las culturas tolteca, azteca y maya, que configuraron su arte y tradiciones, así como de las culturas española y náhuatl. La sociedad actual es un popurrí de mestizos, blancos, negros e indígenas (estos últimos con sus lenguas propias). El catolicismo se hunde y el protestantismo sube.
La actual República de Nicaragua fue parte del Virreinato de Nueva España (Imperio Español) de 1502 a 1521; de 1821 a 1823 parte de México; de 1823 a 1824 de las Provincias Unidas del Centro de América; de 1824 a 1838 de la República Federal del Centro de América. No fue hasta 1838 que llegó la independencia plena.
Nicaragua es producto de la herencia de las culturas tolteca, azteca y maya, que configuraron su arte y tradiciones, así como de las culturas española y náhuatl. La sociedad actual es un popurrí de mestizos, blancos, negros e indígenas (estos últimos con sus lenguas propias). El catolicismo se hunde y el protestantismo sube.
Nicaragua es el pueblo más izquierdista de Centroamérica y ha combatido casi desde el principio por sacudirse el imperialismo estadounidense de encima. En la Guerra Nacional (1856-57) se luchó por ser independiente o parte de Estados Unidos. A ello siguieron 30 años de gobiernos conservadores y una revolución liberal.
De 1936 a 1979 la nación fue gobernada por la dictatorial familia Somoza, apoyada por Washington. La Revolución Sandinista (1979-1990) supuso acercarse al marxismo, con la oposición de los contras, guerrilleros anticomunistas. Desde 1990 el conservadurismo y el sandinismo se turnan en el Gobierno mediante las urnas.
Como datos negativos, es una patria agrícola que vive de cultivar café y caña de azúcar, y sus problemas son comunes a los de Centroamérica: pobreza, paro, analfabetismo, corrupción, golpes de estado… Su economía se ha dolarizado para evitar la inestabilidad. Existe una gran diáspora de nicaragüenses en Estados Unidos.
Entre los aspectos positivos destaca la seguridad: allí no se da el fenómeno de las maras, que azota Honduras o El Salvador. Y la Universidad es gratis. Por último, al estar a orillas del Caribe y del Pacífico, Nicaragua tiene previsto construir un canal interoceánico, el cual romperá el monopolio del celebérrimo canal de Panamá.