Hiperacidez como problema de salud mundial
• La pirosis es un tipo de hiperacidez severa que puede llegar a confundirse con un ataque cardíaco. Se inicia en el epigastrio o “boca del estómago” y asciende por el esófago hasta llegar a la boca, con o sin regurgitación de alimentos.
• Cada año la Organización Mundial de Gastroenterología (OMG) escoge un problema palpitante de la salud digestiva, la pirosis puede llegar a afectar hasta un 25% de la población.
• Los problemas digestivos pueden ser leves y tan graves que amenazan la vida, incluyen los temidos cánceres digestivos como el de estómago, colon, páncreas e hígado.
• Felicitaciones a los gastroenterólogos nicaragüenses, en especial a los más destacados del país, profesores doctores Marvin López Guatemala, Gustavo Morales, Milton Mejía y Róger Martínez.
Cada 29 de mayo se conmemora en más de cien países el Día mundial de la Salud Digestiva, como una iniciativa de la Organización Mundial de Gastroenterología (OMG), a fin de incrementar el conocimiento sobre las enfermedades digestivas, al tiempo que prevenirlas y tratarlas correctamente.
En esta oportunidad se enfoca el interés por esa hiperacidez que surge en el epigastrio o “boca del estómago”, y que asciende hasta la boca dejando una sensación amarga, con o sin regurgitación. Es la llamada “pirosis”, término que proviene del Dios Piro o dios del fuego.
El tubo digestivo (TD) tiene dos funciones básicas: asimilar nutrientes y eliminar sustancias de desecho. Este sistema está en contacto con el medio externo y cumple con mecanismos de protección contra los efectos dañinos que pudieran derivarse, los fármacos, toxinas y microbios que pudieran ingresarle. Todas las sustancias que se absorben por el intestino delgado y pasan a la sangre y en su paso por el hígado son “filtradas”. Gracias al trabajo del hígado, muchas toxinas y fármacos son procesados y eliminados de nuestro cuerpo.
Las enfermedades de nuestro TD son consecuencia de que se altera la asimilación de los nutrientes o la evacuación de desechos o de las actividades que dan soporte a estas funciones, por ejemplo, provenientes del trabajo del hígado, páncreas u otros órganos. El estrés tiene efectos potentes sobre la secreción, movimiento y sensibilidad del intestino grueso o colon y otras partes del sistema digestivo.
La pirosis es el síntoma cardinal de la enfermedad de reflujo gastro-esofágico (ERGE) y la presencia de este síntoma oscila desde el 2.5-6.5% en el Asia hasta un 26% o más en las Américas. La OMG piensa que este síntoma tiende a incrementarse en el mundo por el aumento de la obesidad y otros factores dietéticos, y que este hecho favorece el desarrollo del llamado “esófago de Barret” que es el surgimiento de una condición pre-cancerosa del esófago.
Bajo el nombre de “enfermedad ácido-péptica” se agrupa un conjunto de padecimientos que tienen en común el incremento de la producción del ácido del estómago. Entre estas se encuentran las gastritis, úlceras del estómago o del duodeno, la ERGE, el síndrome de Zollinger-Ellison y otras.
Por ejemplo, en México de un 15 a 20% de las personas presenta úlcera péptica y es una de las tres causas de hemorragia digestiva alta. El descubrimiento de que la mitad de la población mundial está infectada de la bacteria Helicobacter pilory, no solo explica por qué estos padecimientos no solo no se curaban en el pasado, sino que también se complicaban. Por otro lado, ya está fundamentado que la bacteria favorece la aparición de cáncer gástrico y linfomas. Afortunadamente podemos diagnosticarla y tratarla en nuestro país.
Somos los países empobrecidos o del llamado tercer mundo los más afectados por procesos infecciosos. La OMS ha estimado que cada año se presentan en el mundo unos 1,500 millones de episodios de diarrea que matan a 1.5 millones de personas, en especial niños menores de cinco años.
Cuando a una persona comienzan a caerle mal las comidas, presenta una indigestión o dispepsia de la cual hay varios tipos: por aumento de ácido o de las bacterias del intestino, mal funcionamiento del hígado, parásitos, cáncer y otras causas. A veces todos los exámenes dan resultado negativo y se establece el diagnóstico de una dispepsia funcional, en la cual con seguridad los trastornos nerviosos son relevantes. Según la OMS, el 40.6% de la población mundial presenta indigestión.
El estreñimiento puede afectar de un 2 a 20% de la población y en Estados Unidos produce más de 2.5 millones de consultas médicas y 92 mil hospitalizaciones. La OMS ha calculado un 15% de estreñimiento a nivel mundial, siendo más frecuente en las mujeres durante el embarazo y en personas mayores de 65 años.
Un auténtico “quiebra-cabeza” de la gastroenterología y la medicina en general lo constituye el Síndrome de Intestino irritable (SII), también llamado “colitis”, que se calcula con una incidencia de 10-15% en América del Norte y Europa, pero en los mexicanos, que se parecen más a nosotros, llega a ser entre 16 y 35%.
El SII se caracteriza por dolores abdominales tipo cólicos que persisten durante semanas en por lo menos tres meses continuos y que se alivian cuando la persona defeca. El paciente puede oscilar entre la diarrea y el estreñimiento y se va a observar el cambio de la característica de las heces fecales, que pueden adoptar forma de bolitas o escíbalos (defecada de conejo o de chivo), o forma de cinta.
Toda persona en la que se sospecha un SII debe ser estudiada a profundidad, porque así también puede presentarse una parasitosis intestinal, una deficiencia del metabolismo de la leche o del gluten (enfermedad celíaca) o un cáncer digestivo. Una vez realizado el diagnóstico, será conveniente que se establezca una excelente relación médico-paciente para poder explicarle de forma plenamente satisfactoria que no tiene cáncer y que se trata de una enfermedad crónica difícil pero llevadera cumpliendo dieta, antiespamódicos y modificaciones en el estilo de vida.
El pesquisaje oncológico o la búsqueda de cáncer digestivo y de otras partes del cuerpo, en sus primeras etapas, cuando una operación puede salvar la vida del paciente, es una obligación constante del médico internista. En el año 2011 el cáncer fue una de las principales causas de muerte con 7.6 millones de casos, de ellos 608,000 fallecimientos por cáncer del colon o intestino grueso.
Las enfermedades digestivas pueden generar síntomas leves y no producen enfermedad de largo plazo, otras presentan síntomas resistentes, complicaciones o son capaces de comprometer la vida o dañar la calidad de vida del paciente.
Cumplir con una dieta balanceada que no abuse de la sal, grasas, tabaco, alcohol, practicar actividad física regular y controlar las enfermedades crónicas y el estrés, así como someterse a chequeos médicos periódicos, son recomendaciones a cumplir. En los hogares y centros de alimentación social deben cumplirse normas de higiene que garanticen la inocuidad de los alimentos que se consumen.
En personas de mayor edad los chequeos médicos periódicos endoscópicos son la forma más efectiva de realizar detección oportuna de complicaciones y de cáncer, lo que posibilita salirle al paso en beneficio del enfermo.
No perder de vista el papel que la herencia juega en el sistema digestivo ya que los familiares de quienes padecen enfermedad inflamatoria intestinal (colitis ulcerativa o Crohn) o han tenido cáncer de colon o esófago tienen un riesgo aumentado de sufrir estos padecimientos.
Este Día mundial de la salud digestiva enfatiza la hiperacidez gástrica que se manifiesta en forma de pirosis y no olvidemos que la OMS ha apuntado que hasta un 25% de los adultos del mundo presentan al menos una vez al mes acidez y regurgitación, síntomas característicos de la Enfermedad de Reflujo Gastro Esofágico.
Comer siempre ha de ser delicioso, cuidemos nuestro sistema digestivo para que siempre sea así. Buena salud digestiva es buena calidad de vida.
*Especialista y profesor de Medicina Interna, químico-farmacéutico. Autor del libro “Larga vida y prosperidad, consejos de salud”. Clínica en la calle principal de Altamira, frente a la CECA, Managua. Teléfono: 2278-0830. maltezvic@hotmail.com