Matanzas colectivas, ¿cómo entenderlas?

Dr. Vicente Maltez Montiel *

* ¿Qué pasa por la mente de estos criminales? ¿Cómo podremos identificar a quien comete crímenes por insania mental y el que lo hace por otros motivos? La criminalidad en Nicaragua tiende a ser más compleja y le plantea serios retos a la medicina forense para que cumpla su verdadero papel de auxiliar de la justicia. Caso Tobbie, el crimen de Los Ángeles, la Isla de Utoya, universidades de Estados Unidos y ahora una iglesia de Carolina del Sur, son los escenarios macabros de matanzas.

Un asesinato colectivo con tintes racistas se dio recientemente , el pasado 17 de junio, en una iglesia protestante de Charleston, Carolina del Sur, cuando el presunto culpable Dylan Roof, un joven blanco de 21 años, ingresó aparentemente a orar y después mató a nueve personas con una pistola calibre 45 mm que su padre le había obsequiado por su cumpleaños.

Varios episodios similares hemos presenciado en Estados Unidos, donde la adquisición de potentes armas es un derecho consignado en su Constitución, además que detrás de “ese derecho” se mueven los fabricantes de armas (complejo militar industrial), que influyen de forma decisiva en el poder estatal de esa nación.

En julio del 2010, en la pacífica y desarrollada Noruega, considerado un país con el mejor nivel de vida del mundo, (Índice de Desarrollo Humano de 0.938/1), Behring Breivik, de 32 años, irrumpió en la isla de Utoya disparando y matando a 69 personas. De previo había hecho explotar una bomba matando a siete. Total: 77 víctimas.

Después de demostrarse que el asesino confeso no era portador de enfermedad mental, fue condenado a solo veinte años de prisión sin derecho a libertad condicional.

Se ha tratado de explicar el origen de la conducta criminal a través de la historia. La teoría del médico italiano Cesar Lombroso, de que se nace siendo un “criminal nato” por el feo aspecto personal de estos individuos, ha desaparecido. Tanto Breivik como Roof gozan de rasgos elegantes en su anatomía.

El hecho cierto es “que no existe una personalidad típica del delincuente, pero sí personalidades de acuerdo con sus rasgos, tienen mayor probabilidad de cometer actos antijurídicos, tales como el trastorno asocial de la personalidad que reúne, según la OMS, las siguientes características:
• Descuido de las obligaciones sociales.
• Endurecimiento de los sentimientos hacia los demás.
• Transgresión de las normas sociales.
• Conducta no modificable mediante la experiencia.
• Baja tolerancia a la frustración.
• Proclividad a las conductas agresivas y violentas.
• Ausencia de sentimientos de culpa.
• Conflictos permanentes con la sociedad.

El trastorno asocial de personalidad integra a la personalidad amoral, antisocial, psicopática y sociopática de otras clasificaciones.

Por otro lado, no debemos perder de vista que ya está clasificado (DSM-IV) que el trastorno asocial de personalidad es un patrón de desprecio y violación de los derechos de los demás, que puede comenzar a visualizarse a partir de los quince años, pero es a los dieciocho años que alcanza todo su desarrollo y cuando permite un correcto diagnóstico.

Existen siete criterios diagnósticos del trastorno asocial de personalidad:
1. Fracaso para adaptarse a las normas sociales.
2. Deshonestidad, mentiras y estafas.
3. Impulsividad o incapacidad para planificar el futuro.
4. Irritabilidad y agresividad.
5. Despreocupación imprudente por su seguridad o la de los demás.
6. Irresponsabilidad persistente.
7. Falta de remordimiento.

Es común hoy en día que los abogados litigantes penalistas recurran al Código Penal de cualquier país que reconoce la condición de inimputable de casos como los descritos, que son tipificados como homicidios calificados o asesinatos atroces. Por ejemplo, la defensa del múltiple asesino Nahum está contemplando pedir rebaja de presidio de 30 a 20 años.

Nuestro Código Penal vigente, en sus artículos 33-34-35 y subsiguientes, establece que alguien no puede ser juzgado por los hechos cometidos en caso de que se encontrara en condiciones de insania mental en el momento de la comisión del delito, es decir, la condición de inimputable que corre a cargo del Instituto de Medicina Legal de nuestro país.

Disposiciones similares existen en otros países y no funcionaron para liberar a Breivik en Noruega, a quien se le atribuyó sin éxito una esquizofrenia, lo que sí se demostró en el enfermo mental John Hinkley, quien en 1982 hirió gravemente de varios disparos al presidente norteamericano Ronald Reagan. Hinckley fue a parar a un sanatorio mental, donde se encuentra ahora.

¿Cuándo se dice que alguien está psicópata?

Los estudiosos McCord y McCord (Tratado de Psiquiatría de Alarcón y Mazzoti, 3ª.edición, OPS, 2012), definen que alguien está psicópata (comúnmente llamado loco) cuando se le detecta “una personalidad agresiva y altamente impulsiva, que tiene poco o ningún sentimiento de culpa y que es incapaz de establecer lazos de afecto duraderos con otros seres humanos”.

Un psicópata deber reunir una serie de características en su conducta:
1. Asociabilidad.
2. No obedece ni respeta las reglas.
3. Comportamiento errático.
4. Dirigido por deseos incontrolados.
5. Impulsividad.
6. Falta de metas estables.
7. Deseos fluctuantes.
8. Agresividad ante lo que le impida satisfacer deseos inmediatos.
9. Escasos sentimientos de culpa.
10. Escasez de valores, lo importante es satisfacer sus impulsos.
11. Incapacidad de amar, se manifiesta como un sujeto frío, solitario y sin compasión. Los demás son objetos de su propio placer.

La criminalidad tiende a ser cada vez más compleja en nuestro país. Uno de los primeros retos lo constituyó el caso Tobbie, cuando la acusada era una mujer que cometió un crimen de odio atropellando una marcha de ciclistas sandinistas y luego alegó trastorno mental.

Estuvo en salas de psiquiatría y luego el factor dinero vino apagando la indignación de más de una docena de familiares de fallecidos o gravemente lesionados. Un caso más reciente fue el crimen del barrio Los Ángeles, de Managua, en el cual Nahum fue condenado por un Juzgado de Distrito.

La criminalidad tiende a ser más compleja en nuestro país y esto demandará que la Criminología y sus ciencias auxiliares afinen sus diagnósticos para poder ayudarle a la justicia.

Los expertos opinan que “el método de la Criminología, más que causal explicativo, es inductivo, hipotético, de observación y controlado por la experiencia”.

Una ciencia forense de alta calidad, honesta y comprometida con la justicia, puede y debe salirle al paso a la simulación inteligente, las argucias legales deshonestas y la mentira. La vida es inviolable, según afirma la Constitución Política de Nicaragua vigente, y es sagrada porque proviene de Dios.

*Especialista en Medicina Interna, químico-farmacéutico, abogado y notario público. Clínica en calle principal de Altamira, frente a la CECA. Managua. Teléf. 2278-0830. Autor del libro “Larga vida y prosperidad, consejos de salud”.
maltezvic@hotmail.com