Despale agrava efectos de crisis sísmica
Los efectos de la crisis sísmica en el Occidente de Nicaragua, que este martes cumple once días, se ven acentuados por causa del despale que sufre la zona, dijo el lunes la geóloga mexicana Gema Caballero.
«Uno ve la deforestación que hay en esta zona; los árboles son importantes para retener agua, si no retienen agua, pues el suelo se vuelve muy inestable, la tierra se está haciendo más frágil», explicó Caballero a periodistas.
Unas 524 viviendas han sido dañadas a causa de los movimientos de tierra, de las cuales 166 serán demolidas en los municipios de El Sauce y Achuapa, a unos 177 kilómetros al norte de Managua, donde ocurre el enjambre, según anunció el Gobierno de Nicaragua citado por Efe.
Los efectos de la deforestación se dan a largo plazo, aseveró Caballero.
El noroeste de Nicaragua es una de las zonas más desforestadas del país, donde por más de 50 años se han utilizado casi exclusivamente los monocultivos.
Sin embargo, la ocurrencia de un enjambre sísmico en la zona es normal, según el geólogo mexicano Ramón Espinasa.
«En México también ocurren este tipo de enjambres. Esto no es necesariamente precursor de un gran sismo», aclaró.
Tampoco lo es la emanación repentina de agua con olores fuertes en la zona, tal como lo han reportado los habitantes del sector.
El agua brota porque busca su espacio tras los movimientos de tierra, y al entrar en contacto con determinados minerales, cambia su olor y sabor, explicó Caballero.
El enjambre sísmico que afecta el noroeste de Nicaragua ha generado más de 250 temblores, con una magnitud máxima de 5,2 en la escala de Richter desde el 11 de septiembre pasado.