Se filmará aquí cuento de escritor argentino

“Habitados de olvido”, con guión de Carlos Powell, será rodada en Nicaragua por Jan Kees de Rooy. El cineasta holandés conoció al periodista y escritor, fallecido en 2012.

Carlos Powell Romanenghi nació en Córdoba, pero creció en Tucumán, donde dejó muchos amigos. Fue testigo del secuestro de la adolescente Ana Cristina Corral, una de las víctimas de la dictadura, y tuvo que exiliarse en 1976. Escritor y periodista ganador del premio Juan Rulfo, vivió en Francia, Inglaterra y Nicaragua. Falleció en 2012 a los 55 años.

El guión de la película “Habitados de olvido”, basada en uno de sus cuentos, se centra en un cineasta italiano que visita Nicaragua en busca de un personaje al que filmó hace 25 años, cuando realizó un documental sobre la Cruzada Nacional de Alfabetización en los inicios de la revolución nicaragüense. Acompañado por su hija, encuentra una realidad completamente distinta de la que conoció en 1980. Es una sociedad de posguerra que busca su nueva identidad, sin perder la esperanza por una sociedad más justa.

Según explicó el realizador Jan Kees de Rooy, para hacer posible la realización de este proyecto cinematográfico, Imaginarte Films (la productora nicaragüense de esta película) ha iniciado una campaña de crowdfunding (financiamiento público) en la página de internet de Indiegogo www.igg.me/at/defianceofmemory, pidiendo la colaboración del público con una donación a este fondo para el rodaje.

Creativo e inquieto

El cineasta describió a Powell como un hombre muy modesto, humilde y solidario, con un lápiz muy crítico y de un humor fino, capaz de fascinar a través de sus cuentos para niños. “Siempre fue un hombre muy creativo y dispuesto a emprender nuevos proyectos para responder de cara a nuevos desafíos con miras a ofrecer alternativas a la vida cultural nicaragüense –dijo-. Tan fue así que, ya en su madurez, empezó a aprender a tocar el saxo, lo que le llevó a fundar un movimiento de jazz de calidad en Nicaragua”.

“Un día inesperado, hace seis años, cayó en mis manos su bello libro de cuentos ‘Si otro gallo nos contara’ –recordó-. Me quedé fascinado por su sencillez y la gracia de su lenguaje, lleno de pasión y humor, un texto con un ojo crítico a los acontecimientos de la sociedad neoliberal de la Nicaragua posguerra de los años 90. Fue en la presentación de uno de los proyectos con apoyo solidario de Charly que nos encontramos por primera vez. Le conté la historia para mi guión de cine y cómo su cuento se había convertido en la fuente de inspiración de esa fábula que yo quería llevar a la pantalla. Sin pensar mucho, se comprometió a ser parte del proceso de creación del guión”.

De Rooy comentó que el cine nicaragüense tuvo un gran desarrollo durante los años 80, con producciones propias, documentales y películas de ficción, como también una gran cantidad de coproducciones de largometrajes internacionales. “Lamentablemente, en los años posguerra de los 90, toda esta experiencia fue desarmada, incluso el Instituto Nicaragüense de Cine (INCINE) fue totalmente desmantelado –explicó-.

Solamente en la última década los cineastas nicaragüenses han podido reiniciar, contra viento y marea, con pocos recursos y prácticamente sin apoyo financiero, la producción de algunas películas de cine de ficción”.