Salvajismo en crímenes contra 53 mujeres
No existen los asesinos en serie en Nicaragua, país que continúa siendo uno de los más seguros del mundo, sin embargo, la bestialidad en los crímenes contra mujeres conocidos como “femicidios”, sin duda que rivaliza con el salvajismo de esos siniestros seres que abundan en Estados Unidos y otras naciones desarrolladas.
En el recién finalizado 2015, hubo 53 femicidios contra 72 del año anterior, es decir, 19 menos, una cifra alta que sin embargo no es suficiente motivo para celebraciones.
Estremece conocer que en el informe brindado por organismos de mujeres, aparezcan ocho niñas entre las víctimas de la violencia intrafamiliar, que aunque da visos de retroceder, continúa causando estragos en el seno de una sociedad que no se caracteriza precisamente por ser violenta.
Los métodos utilizados para arrancar la vida a las mujeres, son como decíamos al inicio de esta nota, espeluznantes, y hasta parecen sacados de alguna página de horror de los peores asesinos que ha parido el planeta.
El hogar continúa siendo el sitio más inseguro para las víctimas de los sujetos irracionales que consideran que sus parejas les pertenecen como si de un objeto se tratara y aprovechan cualquier situación que consideren vulnera su “autoridad” para imponerse de manera sanguinaria.
Un total de 36 mujeres encontraron la muerte por manos de hombres en sus propias casas, mientras que ocho murieron en zonas desoladas; dos en la vía pública, igual número en centros recreativos y una en sitios que van desde antiguas delegaciones policiales hasta comiderías y balnearios, entre otros.
Para que quede constancia de que los motivos en la mayoría de los crímenes fueron por odios íntimos, 25 de las mujeres fueron ultimadas con cuchillos, un método utilizado por las personas con instintos asesinos para vengar agravios personales.
A diez féminas les arrancaron la vida a balazos, mientras que seis fueron violadas y estranguladas. Cuatro murieron por golpes, tres estranguladas, dos violadas y golpeadas, una violada y macheteada, una asfixiada y una más quemada.
Los agresores se mueven entre nosotros: once eran sus parejas; diez eran conocidos; cuatro exparejas; dos padrastros; dos hijos; dos hijastros; dos cuñados; un padre; un hermanostro; un primo y 17 no identificados.
Sobresale el hecho de que doce mujeres nicaragüenses encontraran muerte violenta en el exterior, lo que las féminas organizadas llevan en registro aparte.
Al igual que en años anteriores, Managua acumula el mayor número de casos, ahora con doce, seguida por la RAAS con ocho y Chontales con seis. Matagalpa, Jinotega y la RAAN suman cinco femicidios cada uno, mientras que León tres, Carazo dos, y uno cada uno Granada, Chinandega, Masaya y Madriz. El resto de departamentos están en cero.
Aparte de las 53 asesinadas, otras 54 mujeres escaparon de perder la vida al no lograr concretar los victimarios sus propósitos, resultando sí, 25 acuchilladas, 19 golpeadas, 9 baleadas, una golpeada y violada y otra quemada.