Nicaragua a ritmo de bolero
La jornada cumbre del IV Festival Internacional de Boleros hermanó el viernes en el Teatro Nacional Rubén Darío, las culturas musicales de 10 países latinoamericanos y caribeños.
El encuentro en el que participan cultivadores del género procedentes de Colombia, Cuba, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Honduras, México, Panamá, Venezuela y el país sede, comenzó el miércoles y cerrará sus cortinas el domingo en espacios públicos de Managua, según recuerda Prensa Latina.
Ramón Rodríguez, director del Rubén Darío y presidente del Comité Organizador del evento, entregó sendas placas de reconocimientos a los compositores de la música romántica nicaragüense Orlando Flores y Róger Fischer, a quienes está dedicada esta convocatoria.
Destacó el hecho de que el Festival tenga locaciones en siete ciudades de Nicaragua durante sus cinco jornadas de presentaciones y elogió la labor de la Camerata Bach y Jazz Tá, grupos acompañantes de los solistas.
Dijo que la cita musical se va posicionando como una de las más importantes de su tipo en la región latinoamericana
Todos sabemos que el bolero nació en Cuba, pero luego se extendió y al resto del continente y hoy es uno de los géneros más cantados en el mundo, al extremo que la internacionalmente reconocida «Bésame mucho», es la canción que más cantan los chinos, comentó en sus palabras introductorias.
La función de gala del festival resultó una antología del género en el que estuvieron representados autores como José Alfredo Jiménez, Isolina Carrillo, Roberto Cantoral, y Bobby Capó, entre otros.
De los intérpretes vale destacar la actuación del venezolano Luis España «El Diablo del Son», a quien el público solicitó una pieza fuera de programa y apeló al mambo «Rico y sabroso», del cubano Benny Moré.