Zonas en mayor peligro por cambio climático
A medida que aumenta la temperatura y el nivel del mar debido al cambio climático, el planeta está experimentando cambios que no son uniformes. Algunas zonas están en mayor riesgo de colapso ecológico que otras.
Ahora un equipo de investigadores ha creado un mapa en el que identifican las zonas más vulnerables del planeta. Para ello analizaron los datos de temperatura (señalada en rojo en el mapa del enlace), precipitaciones (azul) y nubosidad (verde) recopilados por un satélite global durante 14 años.
Para el análisis de los datos, el equipo concibió un nuevo parámetro con el que poder medir los cambios en la cubierta vegetal y las precipitaciones.
Lo bautizaron como “índice de sensibilidad de la vegetación”. Sirve para revelar las zonas de nuestro planeta que se están acercando a un punto de inflexión peligroso.
En el mapa de abajo se muestran las zonas que tienen un alto índice y, por tanto, una alta vulnerabilidad al cambio climático. Las zonas más resistentes se muestran en verde. Las zonas amarillas manifestarían un escenario intermedio.
Ante la posibilidad de que el mapa no sea lo suficientemente claro, los investigadores describieron las zonas más vulnerables:
“Encontramos regiones ecológicamente sensibles con niveles de respuesta amplificada a la variabilidad climática en la tundra ártica, en algunas zonas del bosque boreal, las selvas tropicales y las regiones montañosas de todo el mundo, en la estepa y las llanuras de las regiones central de Asia y de Norte y Sur América, el bosque caducifolio de caatinga en el este de América del Sur y las zonas más orientales de Australia”, esto escribieron los investigadores en el estudio que fue publicado en la revista Nature.
Cuánto más dispongamos de datos satelitales, más útil serán este tipo de análisis para identificar las zonas del planeta que es preciso comenzar a proteger.
“Solo luego de comprender las respuestas de la vegetación a la actual variabilidad climática se pueden mejorar las predicciones sobre las consecuencias futuras de esta variabilidad en los ecosistemas y la biodiversidad de nuestro planeta, así como en la seguridad de nuestra comida y nuestro bienestar”, escribió Alfredo Huete, profesor de biología y cambio climático, en una carta en la que explicaba la relevancia de este estudio.