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Año bisiesto, ¿año siniestro?

bisiesto* Hasta hace algunos años era inevitable que en Nicaragua las personas mayores sintieran temor por el arribo de un calendario con 366 días en vez de los 365 “normales”. No es un recelo producto de nuestro provincianismo tercermundista, el miedo a lo funesto es mundial.

«Año bisiesto, año siniestro», reza el refranero y sentencia la creencia popular. Cada cuatro años el almanaque suma un día, pero también decenas de mitos que conviven con nosotros durante los 366 días. Porque a lo largo de la historia, el 29 de febrero ha traído de la mano algunos terribles acontecimientos que han sentado un precedente difícil de eliminar: catástrofes, asesinatos, y toda clase de desastres han sacudido la historia cada año bisiesto, provocando así que estas fechas sean consideradas de mal fario.

El año bisiesto permite recuperar las seis horas que cada año pierde la tierra. El 29 de febrero es el día escogido para corregir el desfase natural de cada uno de nuestros años (que en realidad duran 365 días, 5 horas, 48 minutos y 45,25 segundos. La acumulación de estas horas en un solo día de cada cuatro años nos permite mantener el calendario, porque de no existir el 29 de febrero, perderíamos 25 días cada siglo, provocando un importante desajuste en las estaciones del año. Y es que de no haber inventado los años bisiestos hoy estaríamos con las chanclas y el bañador, en julio del 2017.

Año bisiesto, las grandes tragedias

El calendario gregoriano tiene otra regla para explicar cómo calcular un año bisiesto: si es divisible entre 4, a menos que sea divisible entre 100. Sin embargo, si un año es divisible entre 400, también resulta año bisiesto. Esto elimina los años finiseculares, es decir, los últimos de cada siglo, que han de terminar en 00 y cuyo siglo no es múltiplo de 4.

No obstante, números aparte, lo que parece un simple mecanismo de corrección se ha convertido en toda una fuente de leyendas y mitos, que, eso sí, tienen algunas bases sobre las que asentarse. Y para los incrédulos, algunas muestras de que los años bisiestos han venido acompañados de algunos desastres. Pasen y vean.

Fatídico fue el año bisiesto 1912, cuando el Titanic se convierte en uno de los protagonistas del siglo pasado al hundirse frente a las costas de Terranova. La de este barco se convirtió en una de las mayores catástrofes de la historia con más de 1500 víctimas a sus espaldas y una serie de errores que indignaron y conmocionaron al mundo entero. El Titanic es quizás uno de los barcos más famosos de la historia, y su leyenda sigue viva a día de hoy, alimentando el mito de los desastrosos 29 de febrero.

Un año bisiesto también acogió uno de los acontecimientos más catastróficos de la historia española. Hablamos de la Guerra Civil, iniciada en el año 1936, que también sumaba un día más a su calendario. El conflicto duró dos años, 8 meses y 15 días, dejando tras de sí miles de muertos y a un país sumido en la más absoluta pobreza.

Cuatro años más tarde, en 1940, el año bisiesto traía consigo la construcción de uno de los lugares que albergaron las mayores atrocidades de la historia. El campo de exterminio de Auschwitz también se alzaba en un año con un día más en el calendario.

Auschwitz fue el mayor centro de concentración de la Alemania nazi, donde se calcula que llegaron cerca de 1.300.000 personas y fueron asesinadas más de 1.100.000.

Las guerras y desastres no son los únicos que han convertido a los años bisiestos en temporadas de malos augurios. Durante estos períodos se han acumulado un buen puñado de sonados asesinatos que han acrecentado su mala fama.

Los años bisiestos no le dieron gran suerte al político y líder espiritual Mahatma Gandhi, que murió el 30 de enero del año 1948. El líder fue asesinado de un disparo en Birla Bhavan (Nueva Delhi) mientras se dirigía a una importante reunión para rezar. El culpable, Nathuram Godse, un hinduista radical que en teoría estaba relacionado con grupos ultraderechistas que acusaban a Gandhi de debilitar al nuevo gobierno.

¿Por qué existe el año bisiesto?

Diez años más tarde a quién un año bisiesto le traía la mala suerte era Robert F. Kennedy, senador de EE.UU. y hermano del también asesinado John F. Kennedy. Su muerte tuvo lugar un 5 de junio de 1968, en Los Ángeles, durante las celebraciones de las primarias de Californiy. Sirhan Sirhan, un joven inmigrante palestino de 24 años, disparaba en repetidas ocasiones un arma con la que firmaba la muerte inmediata del candidato demócrata a la presidencia del país.

Ese mismo año, quien caía era el pastor y activista Martin Luther King. El 4 de abril, a las 18.01 horas, un segregacionista blanco asesinaba a la importante figura a favor de los derechos de los afroamericanos en el balcón del Lorraine Motel en Memphis (Tennessee) de un tiro en la garganta.

Otra importante figura fue asesinada bajo un año bisiesto. El histórico cantante y compositor John Lennon moría el 8 de diciembre de 1980 en las puertas de su casa de Nueva York. Mark David Chapman, un recluso estadounidense, disparaba cuatro veces a Lennon poniendo fin a la vida de una importante figura y abriendo toda clase de leyendas y habladurías sobre las razones que se encontraban tras el terrible acto.

La lógica del año bisiesto

A pesar de que los acontecimientos no acompañan la fama de los años bisiestos, hay otras creencias populares que sí que les otorgan un cierto halo de misterio. Antiguamente se creía que todos los nacidos en año bisiesto podían llegar a desarrollar poderes sobrenaturales. La familia Keogh va un paso más allá. Estos irlandeses se han convertido en leyenda, después de que miembros de tres generaciones nacieran en señalada fecha. El abuelo el 29 de febrero de 1940, su hijo el 29 de febrero de 1964 y la nieta el 29 de febrero de 1996.

¿Por qué no todos los meses duran lo mismo?

En términos astronómicos el mes es una unidad que comprende el tiempo que tarda la Luna en dar una vuelta completa alrededor de la Tierra. En la actualidad el calendario vigente es el gregoriano, que debe su nombre al papa Gregorio XIII que lo impuso en el año 1582. Este calendario no pudo librarse de los desfases provocados por el anterior, el calendario juliano, impuesto por Julio César en el año 46 a.C. De este modo, en el actual calendario se suprimieron 10 días, por lo que del 4 de octubre de 1582 se paso al 15 de octubre. Es decir, los días del 5 al 14 de ese mes nunca existieron.

Fue Julio César quien decidió que los meses deberían durar 30 y 31 días de forma más o menos intercalada. Pero, para que conseguir que el mes de su nacimiento (que recibió su nombre) tuviera 31 días, optó por quitarle un día a febrero que, en aquellos tiempos, era el último mes del año. Y a partir de ahí hizo también otro cambio importante, decidió que el año empezara en enero en lugar de marzo. El heredero del imperio romano, César Augusto, considero que no podía ser menos que su antecesor y, además de poner su nombre al mes siguiente a julio, decidió que también tuviera 31 días, quitando uno a febrero con lo que el segundo mes del año, que ahora se conoce como bisiesto, se quedaba con solo 28 días.

Cumpleaños especial para casi cinco millones de personas

Este lunes 29 de febrero será una ocasión especial de celebración para más de 4.800.000 cumpleaños en todo el mundo, de los que 32.000 se encuentran en España. Son los conocidos como bisiestos, gente nacida en dicha fecha, entre ellos el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, el ciclista Rubén Plaza o el Papa Pablo III. También el personaje Supermán es bisiesto. Y por último, el colmo de la casualidad: Sir James Wilson, un hombre que nació el 29 de febrero de 1812 y falleció el mismo día de 1880.

Por otra parte, el pueblo de Anthony, en Texas, Estados Unidos, es conocido como la Capital Mundial del Año Bisiesto y acoge un festival que incluye una visita guiada a una cueva azteca, una fiesta en una granja de caballos y bailes en las plazas. El festival se celebra entre el 25 y el 29 de febrero.

Fuente: lavozdegalicia.es

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