Crece temor en Colombia por decisión de la CIJ que no les favorezca
Una reunión impensada se realizó la tarde de este martes entre la canciller colombiana María Ángela Holguin y el expresidente Álvaro Uribe, lo que hace augurar que el país sudamericano espera un fallo adverso de la corte de La Haya en cuanto a que sí está facultada para decidir sobre la demanda de Nicaragua.
Uribe, quien siendo presidente prometió al mandatario nicaragüense Daniel Ortega que cumpliría el mandato de la Corte Internacional de Justicia (CIJ), aunque resultara adverso a su país, una vez en la oposición se opuso al cumplimiento del mismo y hasta recomendó usar la fuerza militar en el espacio de mar Caribe que le fue devuelto a Nicaragua.
Pero este martes, el presidente del Congreso de Colombia, Luis Fernando Velasco, auspició el sorpresivo encuentro entre la canciller Holguin y Uribe, con miembros de la comisión segunda del Senado para analizar las alternativas que tiene su país frente a la decisión que debe anunciar en las próximas horas el Tribunal Internacional de Justicia de La Haya.
En la reunión estuvieron el expresidente Uribe, la canciller Holguin, el asesor jurídico Manuel José Cepeda, el presidente del senado Luis Fernado Velasco y los senadores Jorge Enrique Robledo del Polo, Mauricio Lizcano y José David Name de la U, Nidia Marcela Osorio del conservatismo, Carlos Fernando Galán de Cambio Radical y los senadores del Centro Democrático Tania Vega y Alfredo Rangel.
La Haya definirá este jueves si es o no competente para decidir sobre la demanda entablada por Nicaragua en contra de Colombia por el territorio de San Andrés, para poner en vigencia el fallo proferido por ese organismo en 2012 y que le dio a los nicaragüenses soberanía territorial y económica sobre un vasto territorio en el Mar Caribe.
En el fallo, La Haya redujo en más de 90 mil kilómetros cuadrados el territorio que tradicionalmente había conservado Colombia en el archipiélago de San Andrés y Providencia, que perteneció históricamente a Nicaragua y que la CIJ entregó a la nación sureña.
Colombia se ha negado sistemáticamente a reconocer el fallo alegando de manera casi absurda que es inaplicable porque no puede cambiar sus límites territoriales por un fallo judicial (¿entonces para qué se sometió a la CIJ?) y pretende forzar un acuerdo con Nicaragua, algo que está fuera de lo decidido en La Haya.
En el paroxismo sufrido en Colombia tras el fallo de 2012, el presidente Juan Manuel Santos llegó al extremo de subirse en una fragata militar que navegaba en aguas que ya no le pertenecían a su país.