La cooperación es vital para garantizar la seguridad sanitaria mundial
Dr. Tzou-yien Lin*
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), la epidemia del SARS (síndrome respiratorio agudo grave) reclamó un total de 774 vidas en el año 2003. Más allá de las naciones en las que más víctimas cobró, el SARS traumatizó al mundo causando grandes perturbaciones económicas y provocó un profundo impacto en el comercio y en el turismo internacional.
Sin embargo, estas amenazas están lejos de terminar: al SARS le han seguido emergentes enfermedades como el Ébola y el MERS (síndrome respiratorio de Oriente Medio). A pesar de las habituales reuniones de expertos internacionales en materia de salud, nuevos y todavía no registrados brotes pueden propagarse rápidamente en todo el mundo.
El virus del zika surgió en América del Sur a finales del año pasado, y desde entonces se ha extendido por todos los continentes, desafiando los esfuerzos por controlar la enfermedad en todo el mundo. La Organización Mundial de la Salud estimó en 2014 que las enfermedades transmitidas por vectores representan el 17 por ciento de la carga global de todas las enfermedades infecciosas, y que matan a más de 750.000 personas cada año.
El dengue, la enfermedad de más rápido crecimiento entre las que se transmiten por vectores, es endémica en más de 100 países, con riesgo potencial en 4 de cada 10 personas en el mundo. Sabemos que las enfermedades infecciosas no respetan las fronteras, por ello Taiwán ha venido cumpliendo con sus responsabilidades respecto al Reglamento Sanitario Internacional (RSI) desde 2009, cuando fuimos incluidos oficialmente dentro del marco de aplicación del mismo. Hemos establecido un Punto de Contacto del RSI con la OMS para brindar respuestas tanto regionales como globales ante las amenazas para la salud pública.
Taiwán sigue de cerca las tendencias internacionales para promover y mejorar la seguridad sanitaria. Como respuesta al Ébola en África Occidental, en 2014 suministramos 100.000 equipos de protección personal y aportamos un millón de dólares a los esfuerzos internacionales en la lucha contra esta enfermedad.
Mientras esperamos todavía obtener un mejor alineamiento con la comunidad internacional, estamos reorganizándonos para encontrar las mejores políticas y prácticas sanitarias. Y estamos estableciendo en el sur de Taiwán, un instituto de investigación nacional de enfermedades transmitidas por vectores para integrar los recursos y ayudar a los gobiernos locales a la prevención.
No es ninguna novedad que una crisis que se produzca en cualquier lugar puede convertirse con facilidad y rapidez en un problema global. La salud mundial exige que todas las poblaciones tengan capacidades óptimas para hacer frente a tales amenazas.
Taiwán continuará buscando la cooperación bilateral y multilateral en investigación. Podemos ser confiados para ayudar a nuestros vecinos de Asia-Pacífico y del sureste asiático mientras que ellos mejoren sus propias capacidades de respuesta. Y por las razones que he expuesto, vamos a seguir participando activamente en los distintos foros internacionales.
Tal participación garantiza que la seguridad sanitaria mundial nunca más volverá a tener puntos ciegos letales debido al bloqueo en la comunicación y a la falta de transparencia.
* Ministro de Salud y Bienestar Social,
República de China (Taiwán)