Bandas hondureñas cortan sexo a mujeres
Tegucigalpa.- Cuerpos descuartizados con saña, especialmente mutilaciones de las partes íntimas de las mujeres hondureñas, son la “firma” que han dejado en casi tres años los autores materiales en más de 1,500 casos reportados al Ministerio Público (MP) a nivel nacional.
No solo en los asesinatos de hombres las bandas criminales dejan mensajes de venganza o advertencia; en levantamientos de cuerpos de mujeres también se encuentran leyendas de sus homicidas.
La violencia en contra de las mujeres desde hace tres años ha dado un giro de gravedad extrema, al punto que en la actualidad los cadáveres de las víctimas no solo son encontrados en matorrales, quebradas, a la orilla de las carreteras o zonas lejanas a sus lugares de residencia, sino que sus cuerpos han sido utilizados como canal para enviar mensajes de grupos criminales.
Así lo informó a LA TRIBUNA, la fiscal especial de la Mujer, Grissel Amaya, quien agregó que “la saña de estos asesinatos cada vez es más increíble y sobrepasa los niveles de la crudeza. Los descuartizamientos se han vuelto un hecho común en cada levantamiento en la escena del crimen”.
“Son sumergidas (posas, quebradas o ríos) y trasladados sus cuerpos ya sea en basureros o en lugares solitarios en donde sus victimarios dejan mensajes no solo en papeles o cartulinas; sino también en la piel de las mujeres”, reveló.
Según la fiscal, estas dantescas escenas son algunas de las formas como bandas criminales y de exterminio, ya sea por pleito de territorios, sicariato, drogas o simplemente derivados de la violencia en contra el género, representan los mecanismos usados hoy en día para enviar mensajes de advertencia de de una banda otra y hasta para las mismas autoridades.
Después de ser torturadas las féminas, en el noventa por ciento de los casos son eliminadas con armas de fuego.
Levantamientos de extremidades
Amaya recordó que en algunos casos personal de Medicina Forense y agentes de la Dirección Nacional de Investigación Criminal (DNIC) en compañía de fiscales, solo han encontrado uno de los miembros del cuerpo, ya sea la cabeza o el torso, y las demás extremidades a kilómetros de las otras partes.
“La saña con que las mujeres están muriendo es inaguantable, sobre todo el desprecio a su dignidad porque en muchos casos, antes de lanzarlas en hondonadas o lugares solitarios, sus cuerpos son desnudados totalmente, lanzan las ropas por otros lados o a lo largo de las carreteras o calles”.
La Fiscalía Especial de la Mujer no solo ha recibido las denuncias de los familiares víctimas de feminicidios; también los reclamos de grupos de mujeres organizadas son constantes ante la creciente impunidad.
Por eso reiteró el llamado a las autoridades competentes en el presente gobierno quien lleva la administración del Estado “para que se solventen los conflictos a base de diálogo y tolerancia, este país no tiene una política pública real para la protección de la vida de las mujeres y la no violencia hacia ellas”.
Urge legislación de feminicidios
Como exigencia desde la Fiscalía Especial de la Mujer, Amaya urgió a las autoridades la creación de una legislación exclusiva por el delito de feminicidio, que a diferencia de Honduras, varios países ya cuentan con esa normativa penal, entre las leyes que protegen a las mujeres. “Tiene que sufrir una reforma el Código Procesal Penal en ese sentido”.
Por lo tanto y con el fin de socializar la gravedad del asunto, anunció que el próximo lunes, martes y miércoles (del 28 al 30 de noviembre), se realizará un taller de consolidación de las Unidades de Muerte Violenta de Mujeres en donde estarán presentes cada una de las autoridades que revisan los casos.
La Fiscal Especial de la Mujer, Grissel Amaya, lamentó que la mayoría de casos solo quedan en papel, ya que carecen de investigadores para esclarecerlos y penalizar a los autores.
En el caso de Tegucigalpa en lo que va del año solo se han logrado 25 requerimientos fiscales y 19 sentencias condenatorias. La gravedad del caso es peor en Roatán, La Ceiba y San Pedro Sula donde las estadísticas no están actualizadas, aunque tampoco reflejan avances sustanciales.
Esto, debido a que sin siquiera se ha cumplido con el nombramiento de analistas de investigación, pese a que existe un presupuesto de 16 millones destinado para ese fin, se conoció.