A Nicaragua y Guatemala para operar a más de 400 pacientes
Cuatro sanitarios almerienses capitaneados por el cirujano Benjamín Narbona y el anestesista Francisco Álamo, que trabajan en el Hospital de Poniente en El Ejido, están ya en Nicaragua. Viajarán también a Guatemala en el marco de la decimocuarta expedición Quesada Solidaria, que implica a 28 profesionales de distintos centros andaluces y uno gallego.
El resto del equipo almeriense lo conforman las enfermeras Noemí Gil y Sonia García, de Torrecárdenas y Poniente, respectivamente.
Por delante les esperan tres semanas y cerca de 450 intervenciones quirúrgicas en tres hospitales diferentes. Uno en Nicaragua, con menos medios materiales, y dos en Guatemala, uno en la ciudad turística de Antigua, y otro en un orfanato ubicado en la zona rural de Patzsun.
La intervención que van a realizar los sanitarios almerienses forma parte de los proyectos médico-quirúrgicos que llevan desarrollándose en estos dos países desde hace más de una década. En ellos intervienen no sólo los profesionales vinculados a la ONG jienense Quesada Solidaria, sino otros grupos quirúrgicos llegados de diferentes países.
Tres listas quirúrgicas
El objetivo de la expedición es reducir listas de espera quirúrgicas y dar salida a pacientes a los que, fundamentalmente, se opera de vesícula, hernias, varices, próstata o fístulas anales, explica Narbona. Este cirujano vive “enganchado” a esta expedición desde hace más de seis años y “repite” siempre que puede. Además, “convierte” a otros profesionales sanitarios con los que comparte espacio de trabajo en el Hospital de Poniente. “Nadie, que yo sepa, se ha arrepentido de participar en Quesada Solidaria. Es más, si pueden, repiten”, asegura.
En El Ejido tanto él como el anestesista Francisco Álamo contagiaron su entusiasmo a, entre otros, Noemí Gil. Una enfermera que es ya “repetidora”, como ella misma dice. Poco importan las más de diez horas diarias que estos profesionales estarán en quirófano durante las tres próximas semanas.
El trabajo en Nicaragua y Guatemala es “más que gratificante”. “Suena muy visto, pero es verdad que te traes en la maleta mucho más de lo que allí das”, insiste Narbona. Y hasta Nicaragua se han llevado todos los sanitarios almerienses “maletones, de 23 kilos, llenos de material quirúrgico”.
“Lo más personal apenas va en el equipaje de mano”, reconoce entre risas este cirujano que compartirá los pocos ratos libres que quedarán después de horas de quirófano con otros sanitarios de Málaga, Córdoba, Sevilla, Jaén y también de La Coruña.
Ambiente “muy bueno”
“Hay un ambiente muy bueno”, asegura Narbona que reconoce que se “trabaja muy a gusto”. Y eso que la mayoría de los días están en quirófano de seis de la mañana a seis de la tarde. Y siempre se trabaja en colaboración con el personal sanitario que hay en cada hospital y que es el que ha hecho la selección de pacientes que pasarán por quirófano, el que se encarga de la recuperación y seguimiento de los enfermos.
Aun así siempre queda un rato, aseguran, para visitar la ciudad, “sobre todo en Antigua, que es más turística” o “para jugar a las cartas” que es “de lo poco que se puede hacer en la zona rural de Nicaragua a la que se va”, insiste este cirujano al que le esperan 21 días intensos. Los mismos que a sus compañeros almerienses.
Veinticinco sanitarios y dos grupos de acción
Son veinticinco los profesionales de la sanidad pública andaluza que participan desde ayer domingo, y hasta el 29 de septiembre, en la decimocuarta expedición anual de la ONG Quesada Solidaria de ayuda sanitaria a la población de la región de Antigua, en Guatemala, y de San Rafael del Norte y Patzsun, en Nicaragua, donde atenderán de forma solidaria y altruista a sus habitantes, a los que les realizarán revisiones clínicas, pruebas diagnósticas e intervenciones quirúrgicas.
El Servicio Andaluz de Salud (SAS) aporta un año más el material sanitario y la medicación necesaria para llevar a cabo esta labor solidaria y altruista. Esta iniciativa se encuentra dentro de la línea de ayuda a los países en vías de desarrollo que impulsa la Consejería de Salud con distintos programas asistenciales.
La novedad en esta ocasión es la asistencia por primera vez de una odontóloga, que junto a los cirujanos, urólogos, anestesistas, ginecólogos, radiólogos, médicos de Atención Primaria y enfermeros, tratará los problemas dentales de los habitantes de estas poblaciones centroamericanas. El grupo lo completan tres sanitarios gallegos que se suman, una edición más, a esta expedición conformada, en total, por 28 sanitarios.
El reparto de tareas se hace en colaboración con los profesionales sanitarios del lugar de destino, y los españoles, mayoritariamente andaluces, se organizan en dos grupos de acción. El objetivo llegar al mayor número de pacientes, ya seleccionados con anterioridad.
Es su tercera expedición quirúrgica de la mano de Quesada Solidaria y formará equipo con Francisco Álamo y Benjamín Narbona. Noemí Gil, de 35 años, y enfermera en el área de Observación de Urgencias del Hospital Torrecárdenas regresa de Nicaragua y Guatemala con “las pilas cargadas”. “Te traes más cosas que las que aportas”, asegura.
Además, insiste, “se aprende mucho”. Y eso que a ella experiencia no le falta. Desde que en 2003 acabara la carrera ha trabajado en el hospital La Inmaculada de Huércal-Overa, en el Hospital de Poniente, en El Ejido, en Atención Primaria, y ahora en el Hospital Torrecárdenas. Aun así, señala cómo los enfermeros nicaragüenses y guatemaltecos son “profesionales de quitarse el sombrero”.
Zona rural
Trabajar en Nicaragua es diferente a hacerlo en el hospital de Antigua en Guatemala, reconoce. No en vano, en el primero de los destinos los medios son más exiguos. Resulta, por tanto, “más llamativo” porque es una zona rural, con muchas necesidades y muy diferente a Almería.
De hecho, “vivir allí la sanidad te lleva a valorar lo que hay en Almería. Una sanidad gratuita, de accesibilidad universal”, apunta.
En Guatemala (al menos en el hospital de Antigua) la cosa cambia. Dotado con material e infraestructura norteamericana, es una dotación en la que de forma continua llegan equipos quirúrgicos de diferentes puntos del mundo para ayudar. Allí incluso vio material más moderno del que disponía en Almería.
“En lo que haga falta”
Dispuesta a trabajar en “lo que haga falta”, Gil compartirá horas de quirófano con el cirujano y el anestesista almerienses, pero también, en la zona de Guatemala con otra enfermera de Poniente, Sonia García. En principio, ayudarán en las intervenciones quirúrgicas porque los enfermeros de los hospitales a los que van se encargan de filtrar a los pacientes, de organizar los días de quirófano y de hacer “un poco de trabajadores sociales”. Se va con muchas ganas de ayudar y también de disfrutar de la enfermería.