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La Nicaragua de Rubén Darío

Granada6* Aunque murió hace cien años, no se puede escoger mejor guía para conocer el corazón de Nicaragua que Rubén Darío. En realidad sólo hay que ir siguiendo el libro que escribió en 1908 Viaje a Nicaragua e Intermezzo tropical, donde nos cuenta cómo va redescubriendo esa ladera occidental del país que todavía sigue siendo la más turística y accesible.

Javier Mazorra |elmundo.es

Esos ciento cincuenta kilómetros escasos ya no se pueden hacer en tren, como él los hizo, pero si a través de carreteras perfectamente transitables.

1. Corinto

Salvo que se llegue al país en barco, no se suele pasar por este curioso puerto en el norte del país donde tomó tierra el poeta en noviembre de 1907. Y es una pena porque es un lugar agradable rodeado de playas que se conoce como Costa Azul. Lo más atractivo son, sin embargo, las islas de su entorno entre las que destaca Cardón donde Ruben Darió pasó unos días antes de dejar el país. Allí se ha creado un parque a su memoria presidido por un descomunal monumento. La isla se alcanza en lancha en unos cinco minutos y vale la pena deambular por ella buscando las ruinas de la casa donde se alojó y compuso algunos de sus poemas más famosos como «A Margarita Debayle» «Margarita, te voy contar un cuento…»

2. León

Después de hacer una breve parada en Chinandega desde donde se observa en todo su esplendor la cumbre del volcán San Cristobal, que con sus 1.745 metros es el más alto del país, Darío se dirigiría a León, la ciudad más interesante del país y la que más se identifica con la figura de Darío. Allí se puede visitar su casa museo lo que da la oportunidad de conocer como vivía una familia acomodada a finales del siglo XIX. También hay que dirigirse a la Catedral, la más espectacular de Nicaragua y quizás de todo Centroamérica donde está enterrado el poeta, pero sobre todo hay que deambular por sus calles buscando las huellas de su dramático pasado. En la conocida como Casa Rigoberto López fue asesinado el General Somoza. Abundan los murales políticos. Que nadie se olvide que se encuentra en la capital del Sandinismo, el movimiento revolucionario que sigue en el poder. De una u otra forma es una ciudad fascinante.

Casa museo de Rubén Darío.

Casa museo de Rubén Darío.

3. Ciudad Darío

A pesar de que Rubén Darío nunca le dio mayor importancia al lugar donde nació de forma accidental, desde su muerte esta pequeña población al sur de Matagalpa, se ha convertido en un punto de obligada peregrinación. Se ha cambiado su nombre original –Metapa- y se le ha dado la categoría de ciudad. La modesta casa natal de su tía donde su madre Rosa Sarmiento dio a luz, se ha convertido en museo. Se recomiendan probar las rosquillas darianas. El principal monumento de la zona es la Iglesia de San Pedro construida en 1620 aunque lo más interesante de la zona es el espacio natural de las lagunas de Moyúa, uno de los humedales de mayor diversidad faunística del país que además cuenta con restos precolombinos en una de las islas que se encuentran en su interior.

4. Momotombo

«De pronto entre las copas de los árboles vi un cono gigante, calvo y desnudo y lleno de antiguo orgullo triunfal» Lo escribió Darío pero es la visión que cualquier viajero sigue teniendo antes de llegar a Managua. Con sus 1.258 metros no es uno de los más altos pero tiene una forma de cono casi perfecta y es visible desde una gran distancia, habiéndose convertido en uno de los símbolos del país. No debe ser casualidad que cuando Victor Hugo tuvo que elegir un volcán emblemático para incluirlo en su Leyenda de los Siglos ese fue el Momotombo. En estos momentos la escalada a su cima no es posible al estar en continua erupción desde el pasado mes de diciembre. Aunque incluso cuando está dormido es un verdadero reto. En el lago de Managua hay un pequeño volcán en forma de isla al que se le ha dado el nombre de Momotombito.

5. Managua

La capital de Nicaragua no se ha terminado nunca de recuperar del devastador terremoto que destruyó su centro histórico en 1972, pero para quien disfrute de ambientes fantasmagóricos de ultratumba le puede encontrar un cierto encanto, sobre todo al anochecer cuando la Plaza de la República se ilumina de forma absolutamente surreal. Poco a poco se van recuperando los principales edificios pero todavía queda mucho por hacer. La parte más adecentada es el Malecón presidido por el Teatro Nacional que lleva el nombre de nuestro poeta y en cuyo entorno se ha creado una zona turística con restaurantes al borde del lago de Managua que se puede explorar a través de paseos en barca.

6. Masaya

A medio camino entre Managua y Granada esta pequeña ciudad es uno de los destinos favoritos de todos los viajeros como lo fue de Darío. Se la conoce como la ciudad las flores pero también de la artesanía y de la música. No cuenta con grandes monumentos arquitectónicos pero está rodeada de grandes maravillas naturales, comenzando por el volcán que se lleva su nombre al que se puede acceder en coche hasta su principal cráter. Pero también por los distintos parques y lagos volcánicos que se pueden explorar en su entorno inmediato, destacando la Laguna de Apoyo, para muchos la más espectacular del país.

7. Granada

A pesar de que el malvado filibustero William Walker (protagonizado por Ed Harris en la película de Alex Cox «Walker») intentó arrasarla por completo en 1856, Granada sigue siendo la ciudad más monumental de Nicaragua y una de las joyas coloniales de Centroamérica. Las huellas de Darío compiten con las de Walker y con la de otros muchos personajes que han ido labrando la leyenda de esta preciosa población. No hay que perderse el convento de San Francisco desde donde Fray Bartolomé las Casas dirigió su campaña para proteger a los indios en el siglo XVI y en cuyo claustro se conservan los restos escultóricos precolombinos más importantes encontrados en Nicaragua. Ni tampoco la restaurada estación ferroviariadonde Darío sería recibido de forma triunfal en 1908.

8. Lago Nicaragua

Posiblemente no haya mejor sitio para terminar un viaje a Nicaragua que el lago que lleva su nombre, el que con sus cerca de nueve mil kilómetros es el más extenso de Centroamérica. Se puede acceder a él desde diferentes puntos pero lo más fácil es hacerlo desde la misma Granada que se encuentra a unos escasos dos kilómetros de su ladera norte. Ofrece multitud de posibilidades para realizar excursiones entre sus cientos de islas todas ellas de origen volcánico. La más grande y espectacular es la de Ometepe donde se esconden dos volcanes majestuosos, el de Mombacho y el de Concepción, el segundo más alto del país.

¿Cómo llegar?

Por el momento no hay vuelos directos desde Europa pero se espera que pronto Iberia (www.iberia.com) vuele a su capital Managua desde Madrid. Por el momento las mejores conexiones son vía Guatemala, El Salvador o Panamá.

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