Farmacéuticas asfixian países y no resuelven crisis de salud pública
Reynaldo Bracamontes | nvinoticias.com
México es un país de enfermos, y su condición de subdesarrollo lo convierte en una nación cautiva de las grandes potencias que han hecho de la fabricación de medicamentos un fabuloso negocio mundial, señaló la experta en acupuntura, Lucía Raquel Cordero Ruiz.
La especialista en acupuntura por el Instituto de Medicina Tradicional China de Pekin, dijo que por su incremento, las enfermedades crónico-degenerativas están ganando la batalla, al rebasar la capacidad de respuesta del Estado mexicano en materia de medicina curativa.
Por ello, vislumbró que 2017 será un año muy crítico para la salud pública, más aún porque las alzas en los precios de los combustibles dispararán todo el mercado de consumo, incluidos los medicamentos.
En sentido positivo, Cordero, una de las fundadoras de la Red para la Fraternidad Humana (Red GFU), dijo que el año 2017 es al mismo tiempo una valiosa oportunidad para cambiar el rumbo de nuestra vida.
La especialista ilustró que el 90 por ciento de las enfermedades que la humanidad padece, son producto de nuestro estilo de vida.
PREVENIBLE, 90% DE ENFERMEDADES
Ello significa que el 90 por ciento de las enfermedades podrían evitarse, explicó la también Premio Nacional Marilde P. Montoya 2009, otorgado por la Asociación Nacional de Médicas Mexicanas. Ello, por su lucha por el reconocimiento y la incorporación de la Medicina Tradicional y Alternativa al Plan de Salud nacional y estatal.
Para lograrlo necesitamos transitar hacia un nuevo estilo de vida. Para ese cambio necesitamos mejorar nuestra alimentación, realizar ejercicio físico, controlar nuestras emociones, alcanzar un equilibrio entre el descanso y el trabajo y valorar nuestra vida en todas sus dimensiones.
Aquí entra el terreno de las llamadas Medicinas Alternativas, complementarias o naturales. Ello significa echar mano de la maravillosa «farmacia Dios», precisó la entrevistada.
Advirtió que en breve, no habrá presupuesto que alcance para atender muchas y graves patologías, entre las que sobresalen la diabetes, la hipertensión y el cáncer. Por ello, el gran reto en 2017 es que cada individuo aporte sus energías para impulsar una cultura de la salud, no de la enfermedad.
Cordero, una de las 208 mujeres que forman parte de la obra Mexicanas del Siglo XX, la otra Revolución, en la que participaron para su edición diversas Universidades del país, reconoció que las lagunas, ríos y océanos han sido alcanzados por la emisión de aguas negras y elementos de alta toxicidad.
La flora y la fauna marina están afectadas por las descargas de basura, aceites industriales y derrames de petróleo. Las especies marinas comestibles están contaminadas.
Al admitir que los productores a gran escala de cerdos, pollos y reses, aceleran la engorda de su ganado con la aplicación de grandes cantidades de hormonas, y por ello el consumo de esa carne afecta la salud de los consumidores, Cordero Ruiz exhorta a los oaxaqueños abstenerse de consumir el producto.
El consumo de carne es una de las causas que producen más contaminación y devastan a nuestro planeta, advirtió.
EL RETO
Para Cordero, la realidad nos indica que necesitamos regresar al consumo de los productos libres de contaminantes. Es decir, retornar al consumo de lo que nuestra gran Madre Tierra nos aporta para ello.
Incluso, es el momento de que en todos los hogares tomemos una decisión histórica: generar nuestros propios alimentos libre de contaminantes en la medida de nuestras posibilidades, o promover su cultivo en pequeñas comunidades o colonias.
Es la Madre Tierra la que está diseñada para alimentarnos, pero lo hemos olvidado.
Al recordar a uno de sus maestros en China, dijo: «¿En qué país hemos visto árboles de cerdos, pollos o vacas?»
«Si volvemos los ojos a la tierra y la prodigamos, no padeceremos hambre en el mundo, a diferencia de que si toda la humanidad consumiese carne, necesitaríamos dos o tres planetas tierra para alimentar a los animales que consumiríamos», ilustró.