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La condesa que espió a Hillary, al FSLN y al FMLN

Aline Griffith Dexter camina por el Paseo La Castellana, en Madrid, cuando tenía 29 años.

Aline Griffith Dexter camina por el Paseo La Castellana, en Madrid, cuando tenía 29 años.

Tenía exactamente 60 años cuando la condesa española de Romanones, Aline Griffith Dexter, llegó a El Salvador y Nicaragua allá por 1983, en una misión que nada tenía que ver con el título aristocrático heredado de su marido.

La condesa, nacida en Estados Unidos en 1923, había sido reclutada desde joven por la Central de Inteligencia Americana (CIA), y fue esa agencia la que le encargó espiar a ciudadanos de la Alemania Oriental (RDA), que presuntamente se movilizaban por la región, en particular en torno al FMLN, a cuyos mandos “desestabilizaban con ideas comunistas”.

La mujer de la realeza española admitió haber seguido los pasos de algunos ciudadanos de Alemania Oriental y en su libro “El fin de una era”, menciona que también estuvo en Nicaragua.

No obstante, fue en El Salvador donde realizó su mejor trabajo y donde vivió una de sus ahora presuntamente mejores anécdotas.

El periódico ABC, de España, publicó en su edición del lunes, un breve artículo en el cual la condesa narra su encuentro con Hillary Clinton en el hotel Camino Real en 1983, cuando vio que la ex candidata demócrata entregó un fajo de dinero en efectivo a un comandante del FMLN el cual no logra identificar, pero supone era el jefe de la comandancia guerrillera.

“Encontré a Hillary en el bar del hotel principal de la ciudad, Camino Real, donde había muchos periodistas quienes me explicaron que era norteamericana y que los hombres que estaban con ella eran del FMLN, el partido revolucionario comunista”, escribe la mujer.

Luego, añade cómo vigiló a su paisana que era del Partido Demócrata. “La vigilé durante un buen rato y la vi entregarle un fajo de dólares que tenía en una bolsa de tela al jefe del FMLN de El Salvador”, narra en sus memorias.

Al cabo de un rato, ambas mujeres intercambiaron palabras, y es así como la condesa escribe que Clinton creyó que ella era española, ya que viajaba con pasaporte diplomático español por tener el título nobiliario. Entonces Clinton le reveló que viajaba frecuentemente a El Salvador para darle dinero a la guerrilla de parte de un grupo de comunistas estadounidenses.

“La cantidad de dinero (que Clinton entregó aquella vez) no era una gran suma pero el agente del FMLN se entusiasmó cuando ella le prometió entregarle más dentro de unos meses”, escribe.

Griffith menciona que su misión en El Salvador era crear una red de colaboradores que identificara a los agentes comunistas enviados por la Alemania Oriental para desestabilizar el gobierno centroamericano y que era el camino que utilizaban para filtrarse también en los Estados Unidos.

Aline Griffith Dexter con una de sus glamorosas y nobles sobrinas españolas.

Aline Griffith Dexter con una de sus glamorosas y nobles sobrinas españolas.

La condesa, quien en la actualidad vive en los Estados Unidos, se convirtió en escritora, llevó una agitada vida de espía por diversos países que incluyeron Nicaragua y El Salvador, cuyas experiencias ha recogido en sus memorias que fueron publicadas en 2010 bajo el título «El fin de una era».

Aline Griffith Dexter nació en Estados Unidos en 1923. Fue periodista y modelo antes de ser reclutada por la Office of Strategic Service, antecesora de la CIA, quien la mandó a una misión a España en la década de los 40 donde conoció a Luis de Figueroa y Pérez de Guzmán el Bueno, conde de Quintanilla, quien más tarde se convertiría en el Conde de Romanones, con quien se casó.

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