Lifting con acupuntura
Los médicos chinos empezaron a darse cuenta de que sus pacientes, después de un tratamiento con acupuntura tenían mucho mejor aspecto. Con independencia de la patología que fuera. También se percataron de que cuando trataban las parálisis faciales en los hospitales, la parte de la cara tratada, después de varias sesiones, se veía más joven y nutrida.
Sabiendo que toda acción sobre los músculos, ya fuera del cuerpo o el rostro, tenía efectos sobre la piel, se pusieron a estudiar el modo de sacarle mayor partido a este “efecto secundario”. Y el gobierno chino diseño un curso oficial de acupuntura cosmética.
Más adelante un equipo de expertos acupuntores en Estados Unidos añadió nuevos puntos, y creó el mal llamado “lifting con acupuntura”, porque el nombre puede hacer pensar en una técnica agresiva como es la quirúrgica, cuando estamos ante todo lo contrario. Su objetivo es rejuvenecer sin cirugía, productos químicos, infiltraciones o dolor, como dice el doctor en Medicina China John Tsagaris, una eminencia en esta técnica con clínica en Londres, que pasa consulta una vez al mes en el centro Tacha Beauty de Madrid.
¿La técnica? “Se colocan una veintena de micro agujas en puntos de meridianos distales (brazos y media pierna), puntos auriculares (oreja) y puntos locales (cara), y otras agujas intradermales (más pequeñas todavía) directamente en las arrugas”, cuenta Nuria García Campo, diplomada en lifting con acupuntura, del centro Acupuntura Vital.
Estas inserciones estimulan los nervios y contraen los músculos, y esto produce un tensado de la piel. Además esa manipulación activa la microcirculación (la piel se verá con mejor color), el drenaje (rebaja los edemas e hinchazón) y la producción del colágeno y la elastina (de ahí la mejoría de las arrugas). “La piel reacciona a los estímulos y se repara las ‘heridas’”, indica esta profesional.
¿Por qué se colocan también agujas en el cuerpo? Mercedes Torre, terapeuta en Medicina Tradicional China, explica que estas trabajan el estrés, cansancio, o los problemas internos que pueda tener la paciente. “Este facial no debe entenderse como un tratamiento aislado, sino como una mejoría del estado general de la persona”, declara.
Y es que nuestro rostro es el reflejo del alma, pero también de nuestra vida. ¿No dijo Abraham Lincoln que a partir de los 40 somos responsables de la cara que tenemos? “Antes de empezar la sesión hay que tener en cuenta la alimentación, el descanso, el tabaquismo (en fumadores se obtienen peores resultados) etcétera.
Los puntos distales se decidirán en función de esos factores, que se reflejan en el color pálido de la piel, una tez sin brillo, sequedad, ojeras o bolsas”, aclara Mercedes. El proceso de colocación de las agujas es muy rápido y no es doloroso.
“Se siente ligeros pinchazos, pero no duele porque las agujas que se utilizan son muy finas”, asegura Marta Rey Vázquez, de Acupuntura Vital (629676551). “Desconfíe del terapeuta si el dolor es insoportable”, advierte. “Y es posible que se genere algún pequeño hematoma, por ello no se debe hacer nunca antes de un evento”, añade Torre. Las sesiones son de 20 minutos, y cuando se retiran las agujas, se realiza siempre un masaje (quiromasaje, Kobido, rodillo de Jade..) con productos naturales, sin ningún tipo de químico.
¿Resultados? Según Nuria García Campo, la luminosidad se aprecia el primer día, la desaparición de las arrugas más pequeñas se percibe entre la cuarta y sexta sesión, y las más marcadas, no desaparecen, pero adquieren mejor aspecto al alcanzar la décima.
El efecto dura aproximadamente un año y medio y, como toda técnica de estimulación muscular, requiere mantenimiento, por lo que convienen tres recordatorios anuales a posteriori. “Pero no se deben generar falsas expectativas – advierte Mercedes. Esto no hace milagros, por lo que no se recomienda para mujeres insatisfechas que prueban de todo para recuperar una juventud que no tienen. Es para las que quieran verse con ‘el guapo subido’, y sentirse bien, aceptando su edad”.