Nueva Pescanova domina exportación de camarones en Nicaragua
María Rodríguez | alnavio.com
La firma española lleva 10 años en el país centroamericano dedicada al cultivo y la comercialización de crustáceos. En 2016, este negocio impulsó las exportaciones nicaragüenses vinculadas a la pesca hasta los 137 millones de euros. De ellos, un tercio tuvo a España como destino.
Nicaragua exportó en 2016 pescado, crustáceos y moluscos por un valor de 137 millones de euros (aproximadamente 154 millones de dólares). Un tercio tuvo como destino España, en concreto, por 45,6 millones de euros (51,1 millones de dólares).
Pero esa no fue la única contribución española al comercio exterior de los productos marítimos nicaragüenses. Nueva Pescanova, surgida en 2016 tras el concurso de acreedores de la vieja Pescanova, tiene mucho que ver: “Nosotros somos responsables probablemente de más de la mitad del camarón (langostino) que se exporta en el país”, explica al diario ALnavío Rafael Prieto, director general de Acuicultura del grupo.
Precisamente, el langostino es el producto nicaragüense que más compra España al país latinoamericano. Lo subrayó esta semana María Luisa Poncela, secretaria de Estado de Comercio de España y presidenta de ICEX España Exportación e Inversiones, en un encuentro en Madrid junto a Orlando Solórzano, ministro de Fomento, Industria y Comercio de Nicaragua, y a más de 70 empresas españolas.
“Para nosotros es un orgullo haber ayudado a desarrollar ese sector [del langostino] en Nicaragua”, apunta Prieto, que no se olvida de la importancia de la parte social: “Devolver a la comunidad nicaragüense lo que nos ofrece a través de donaciones, construcción de viviendas, seguros de vida, reforestación del manglar y de ríos y playas, proyectos de costura y deportivos, etcétera”.
Nueva Pescanova (antes simplemente Pescanova) lleva en este país desde 2006. “Nuestra relación con Nicaragua es muy favorable”, indica Prieto. “Allí tenemos una inversión de las más importantes de todo el grupo, que ronda los 160 millones de euros (180 millones de dólares). Además, contamos con 2.000 personas trabajando [en el país]. Esa trayectoria de 10 años ha sido muy positiva para nosotros”, explica.
En la parte productiva, “realmente tenemos una operación totalmente integrada, desde donde hemos generado reproductores genéticamente seleccionados y hemos conseguido integrar a un conjunto de comunidades en el desarrollo de toda la acuicultura y el engorde de ese camarón, la transformación y la exportación”, relata Prieto.
El grupo cuenta con dos instalaciones en Nicaragua, una de ellas con 10.000 metros cuadrados de superficie, lo que le otorga el título de “la segunda planta de camarones más grande de Latinoamérica”, según subraya el responsable de acuicultura. Se trata de la planta de Camanica, ubicada en la localidad de Chinandega. Está especializada en el cultivo, procesado y comercialización del langostino vannamei.
La planta tiene una capacidad de producción de 30.000 toneladas, aunque, como explicó Prieto en una mesa redonda en el encuentro entre España y Nicaragua, no se llega a esas cifras, ya que, normalmente, a lo largo del año se producen langostinos únicamente en dos ciclos.
En cuanto a la parte más burocrática, tampoco tienen quejas. “La verdad es que tenemos buenas facilidades dentro de la estructura del Gobierno. Nos apoyan y nos ayudan”, insiste Prieto. Esta buena sintonía hace que el grupo “sea muy favorable” a seguir invirtiendo en la región.
Sin embargo, el directivo también ve puntos por mejorar en el país. Junto a representantes de otras empresas españolas con presencia en Nicaragua, como Acciona Agua o Inclam (un conglomerado de compañías especializadas en consultoría, turismo, ingeniería del agua y medio ambiente) insistieron en el encuentro en Madrid en que Nicaragua necesita, en especial, mejorar sus infraestructuras. A cambio, subrayaron “la seguridad jurídica y física” del país.
Nueva Pescanova tuvo en 2016 una facturación de 1.078 millones de euros (1.208 millones de dólares), de los que 62 millones de euros (70 millones de dólares) procedieron de las dos plantas de Nicaragua. A pesar de ello, a la firma aún le pesa su pasado y, por consiguiente, su pasivo financiero. La compañía perdió 37 millones de euros (41 millones de dólares) el último año. Los administradores del grupo estiman que no volverá a terreno positivo hasta 2018.
Al margen de la situación financiera están las ganas de seguir creciendo en América Latina. Y es que, como dice Prieto, países en la región donde establecerse “siempre quedan”. “En la parte de camarón y acuicultura, estamos también en Guatemala, Honduras y Ecuador. Con pesca y transformación en Perú, Argentina y México. Nos quedan unos cuantos que tienen costa, pero ya no demasiados”, puntualiza.
“En Chile estuvimos, y durante el concurso de acreedores de Pescanova, esa operación se perdió”, recuerda. Por ello, este “es otro país muy interesante” en el que establecerse. Hoy “nuestra vinculación con América Latina en pesca y acuicultura es absoluta”, concluye el directivo.