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New York: Lo mejor de la comida nica-mexicana

Darling Castellón y Carlos Gonzaga con su hija mexinica.

Darling Castellón y Carlos Gonzaga con su hija mexinica.

Lidia Hunter

La apertura de MexiNica Deli está causando sensación en New York, debido a que es el único restaurante de la ciudad que ofrece comida tradicional nicaragüense junto a la famosa comida mexicana, gracias a sus dueños Darling Castellón, (San Juan de Limay, Estelí) y Carlos Gonzaga, (Puebla, México).

Cientos de nicaragüenses han empezado a visitar el local, especialmente durante los fines de semana, para disfrutar de una amplia variedad de platos tradicionales de Nicaragua en un ambiente familiar, amenizado con lo mejor de la música nica-mexicana y atención personalizada.

El local está ubicado en 30 Church St. Free Port, Long Island, New York; MexiNica tiene 12 mesas y 40 sillas; vende desayuno, almuerzo y cena; también hace envíos y ofrece sus servicios de comida para bodas, Navidad, Día de Acción de Gracias, cumpleaños y otras celebraciones.

Además, los dueños ofrecen pinolillo, rosquillas, queso y otras delicias, y tienen planeado vender artesanía esteliana y de otras regiones de Nicaragua.

Este negocio abrió sus puertas al público el 21 de octubre con nacatamales, sopa de pescado y tacos mexicanos, poca publicidad y mucha alegría. Es la consagración del gran sueño de esta pareja, que ha juntado todos sus ahorros ganados con el trabajo de limpieza de casas, para materializar su plan.

La cara pública del negocio es Kenia Herrera, sobrina de Darling. Ella es bilingüe, graduada en Administración de Empresas en una universidad estadounidense y es quien alimenta la publicidad en redes sociales, la cual ha sido clave para atraer a la dispersa comunidad nicaragüense.

Darling y Kenia no son nuevas en el negocio de la comida. Allá en San Juan de Limay, recuerda la sobrina, «mi tía cocinaba tacos, enchiladas, buñuelos, tajadas con queso y yo salía a vender. Es una tradición en muchas familias, que los niños salen a vender, no es que yo necesitara hacerlo».comidanica

Carlos, el esposo de Darling, tampoco es nuevo en el negocio; es experto en preparar el mole de su natal Puebla; hace chiles rellenos, tortas, burritos, tacos y otros platos famosos de México; durante varios años trabajó en restaurantes de la ciudad de New York.

«Cuando nos conocimos empezamos a soñar con nuestro propio negocio; la idea era vender comida en un carrito, pero el plan cambió y ahora tenemos este restaurante. Es nuestro primer negocio, tenemos asesoría de un abogado, de un amigo experto en restaurantes y el apoyo de la familia», relata Darling.

Ella aún conserva el acento esteliano y esa forma de ser de muchos nicaragüenses, muy callados, a los que en el buen decir nica, «hay que sacarle las palabras con cuchara»; la entrevista transcurre después de haber probado una cucharadita de los principales platos tradicionales nicas y un traguito de los refrescos que ofrece MexiNica.

Acepta acompañarme en la mesa donde saboreo mi sopa de cola, echa un vistazo a la cocina, donde tiene en preparación las rosquillas y se mantiene atenta a los clientes que han llegado esa tarde de sábado. Darling va soltando su historia, como quien desgrana una mazorca de maíz frente a una desconocida que poco a poco se hace más familiar.

Sonríe cuando surgen historias en común y se siente más cómoda cuando descubrimos que también tenemos gente querida en común: su pariente, mi colega, el periodista Gustavo Vindell, fallecido en 2009.

Y relata: «nos venimos después de la guerra, buscando mejores oportunidades y ahora vivimos aquí más de cien parientes, la mayoría de San Juan de Limay. Uno fue jalando al otro y aquí estamos ahora. Tengo una niña con mi esposo, ella es la MexiNica, tiene 10 años y le encanta comer arroz con sopa de frijoles y crema».

Cuando recuerda que MexiNica es en este momento, el único restaurante de New York que ofrece comida tradicional de su natal Nicaragua, su rostro refleja una mezcla de orgullo y nerviosismo, porque finalmente el sueño es una realidad, pero la inversión es grande y el reto de mantenerse en el mercado, también.comidanica1

MexiNica está convirtiéndose en el centro de la tertulia de los nicas de la zona porque la atención, el ambiente y el espacio son muy atractivos. “No ofrecemos lujo y no vamos a cobrar demasiado, porque queremos que la gente se sienta cómoda, en familia», expresa Darling al concluir la entrevista porque necesita terminar de preparar sus rosquillas.

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