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Aura: onírico juego de espejos de Carlos Fuentes

Aura* “Cuando leo este texto, inmediatamente me viene a la cabeza un referente, que no sé si inspiró también a Fuentes: los cuentos fantásticos de Rubén Darío. Sobre todo alguno de los más celebres en los que el vate nicaragüense exponía sus terrores relacionados con el sexo femenino”.

Josep Oliver* | papelenblanco.com

Libros del Zorro Rojo edita uno de los relatos más celebrados de Carlos Fuentes en su vertiente más fantástica. Aura viene complementado con las ilustraciones de Alejandra Acosta, que como es usual utiliza su particular técnica de collage de grabados antiguos para crear ilustraciones misteriosas y fantasmagóricas.

En el relato, el protagonista es contratado por una viuda para que lea los documentos de su fallecido marido y escriba con ellos un libro. En esa surreal casa donde quedará hospedado con motivo de este encargo, Felipe, nuestro personaje, conoce a Aura, la tentadora sobrina de la señora Consuelo. La atracción que sentirá por ella le arrastrará a un incierto destino en esa laberíntica mansión.

Aura es un ejercicio de literatura brillante por parte de Carlos Fuentes. Para empezar, por la elección de la segunda persona en la voz del narrador. Este punto hace que el lector se vea arrastrado junto al protagonista, a la pesadilla en la que se convierte el relato.

Cuando leo este texto, inmediatamente me viene a la cabeza un referente, que no sé si inspiró también a Fuentes: los cuentos fantásticos de Rubén Darío. Sobre todo alguno de los más celebres en los que el vate nicaragüense exponía sus terrores relacionados con el sexo femenino. Estoy hablando, principalmente, de Thanatopia y La larva. Pero, a su vez, el relato también se debe a la influencia que ejerció en Carlos Fuentes la película Cuentos de la luna pálida de agosto de Kenji Mizoguchi, a su vez, inspirado en un cuento de Guy de Maupassant. De esta manera, lo fantástico hace un viaje de ida y vuelta a través de culturas y medios para terminar pasando por el filtro exquisito de la escritura del mexicano.

Decía que el relato me recuerda a los de Rubén Darío porque una de las cosas que consigue mejor Fuentes es la creación de una atmósfera irreal, onírica, claustrofóbica. El horror que se oculta detrás de la misteriosa Aura es también el que describía Darío: es una pulsión de atracción y repulsión sobre el sexo femenino. En Aura, el protagonista va introduciéndose progresivamente en un ambiente de pesadilla, flanqueado por la mirada especular de Consuelo y Aura. Fuentes maneja obsesivamente el motivo del doble: no sólo por el binomio formado por las dos enigmáticas de la casa, sino por el juego de espejos que resulta ese tú narrador, que incluye al lector. Esta distorsión visual, esa confusión de los rostros, hace que tanto el tiempo como el espacio se destruyan y, así Felipe, se reconozca vagamente en las fotos familiares, o que Aura parezca, en sus sucesivos encuentros amorosos, cada vez menos joven.

En este sentido, el epílogo de Marta Negroni es sumamente acertado en analizar la potencia literaria del relato.Negroni estudia y apunta perfectamente las influencias de Fuentes y los mecanismo que este pone en marcha. Ciertamente, Aura es una de las obras maestras de su autor, fiel exponente de La edad del tiempo, nombre que el autor otorgó a todas su obra narrativa.

Por lo visto, Aura llevaba veinte años sin publicarse en España. Libros del Zorro rescata en esta edición el relato, y lo hace con el trabajo de la artista chilena Alejandra Acosta, que refuerza con sus collages la pátina onírica del relato de Fuentes, como ya habíamos visto que hacía con los cuentos de . Una ocasión ideal para leer este clásico moderno que sitúa a su autor como uno de los más grandes narradores la literatura mexicana moderna.

* Filólogo, profesor de Literatura en Secundaria, crítico de cómic en varias publicaciones y coautor del cómic El joven Lovecraft. Bloguero decano en Cisne Negro.

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