Nicaragua se localizó en el top tres de energías renovables
Kreisly Bednarczyk | segundoenfoque.com
Las llamadas energías verdes corresponden a una herramienta que busca facilitar la calidad de vida de la población y la del planeta en general.
Nicaragua mantiene su puesto como modelo de la producción de energía eléctrica con fuentes renovables. Actualmente, la fundación The Climate Reality Project reconoció al país como una de los tres países, de la mano de Suecia y Costa Rica, por marcar tendencia a nivel mundial.
En este sentido, la ruta a seguir en este campo, compone la principal forma de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero.
Ya que, el 27.5% que simbolizaba la generación de energía renovable en el año 2007, pasó al 52.4% en el 2014, y el Gobierno de Nicaragua se ha programó la meta de alcanzar el 90% en el 2020, con planes de inversión pública, privada y mixta.
Por un lado, entre el 2007 y el 2013, los llamados proyectos eólicos, de biomasa, hidroeléctricos y solares proveyeron 180 megavatios agregados a la red nacional de distribución eléctrica; que cada día tiene una demanda de 550 megavatios.
Por otra parte, en el caso de la energía eólica, los proyectos más distintivos en el país son Amayo I y II situados en el departamento de Rivas y conducidos por el consorcio canadiense Amayo S.A., que provocan unos 63 megavatios.
Por estas razones, el proyecto hidroeléctrico Tumarín, que se encuentra en proceso de desarrollo en el Caribe Sur de Nicaragua, contribuirá con 253 megavatios cuando inicie sus operaciones aproximadamente a finales del 2019.
César Zamora, quien se desempeña como gerente de la empresa energética IC Power, señaló que “la apuesta de Nicaragua por la energía limpia surgió como una solución a la crisis de desabastecimiento de electricidad que vivió el país antes del 2007”.
“Se propuso la Ley para la Promoción de Generación Eléctrica con Fuentes Renovables y con el nuevo Gobierno (2007, Daniel Ortega) inició un diálogo con representantes del sector energético y el Cosep (Consejo Superior de la Empresa Privada) para planear cómo salir de esa crisis”, recordó.
Zamora destacó que se ha logrado introducir a la red de distribución 180 megavatios de energía eólica, 70 megavatios de energía geotérmica del complejo San Jacinto-Tizate, 50 megavatios de energía hidroeléctrica de los proyectos Larreynaga (estatal), Hidropantasma y El Diamante.
Así, entró a funcionar en diciembre pasado, en tanto que en biomasa se espera que este mes entren el ingenio Montelimar con 30 megavatios y los ingenios Santa Rosa y San Antonio, con 80 megavatios entre los dos proyectos.