Una bacteria ayuda a los corredores de maratón
Victoria González | Muy Interesante
* Encuentran en el microbioma intestinal de los atletas de élite a unos diminutos ayudantes que mejoran su rendimiento deportivo. El siguiente paso será comprobar si introducirlos en personas sedentarias también mejora su capacidad física.
¿Por qué los deportistas de élite tienen esa extraordinaria capacidad física? Sin duda, el entrenamiento y la constancia son aspectos clave, pero la ciencia también busca las características físicas y fisiológicas que les diferencian del resto de los mortales. Ahora, un estudio que se publica en la revista Nature Medicine revela que en el microbioma de los atletas se esconde un pequeño aliado que les ayuda a mejorar su rendimiento deportivo.
Hablamos de Veillonella, un género de bacterias que es capaz de metabolizar el ácido láctico producido durante la actividad física y transformarlo en propionato, un ácido graso de cadena corta que puede ayudar a mejorar el rendimiento. Experimentos previos han demostrado que este compuesto mejora la capacidad cardiorrespiratoria en ratones y el gasto calórico en reposo en humanos.
Muestras fecales en la maratón de Boston
En el año 2015, un equipo de investigadores del Centro de Diabetes Joslin recogió muestras fecales una semana antes y después de la maratón de Boston, con el objetivo de comparar las especies de bacterias presentes en las mismas. Además, se recogieron muestras de personas sedentarias.
«Una de las cosas que llamó nuestra atención fue que, inmediatamente después de la maratón, aumentó muchísimo la abundancia de Veillonella en los corredores”, explicó Aleksandar D. Kostic, uno de los autores. “Y también observamos una mayor abundancia de las bacterias de este género en los atletas con respecto a los individuos sedentarios”.
El siguiente paso fue comprobar que, en modelos animales, la presencia de Veillonella mejoraba el rendimiento en la actividad física. Al entrar en detalles para averiguar el porqué de esta relación, los investigadores se dieron cuenta de una característica de esta bacteria que la hace única en el microbioma humano: utiliza el ácido láctico, producido al hacer ejercicio, como única fuente de carbono.
Aunque tradicionalmente se ha considerado al lactato como responsable de la sensación de fatiga al hacer ejercicio, esta idea ha sido posteriormente desmentida, así que la capacidad de Veillonella para metabolizarlo no podía ser la causa del excelente rendimiento de los atletas.
La clave está en el propionato
Mediante un análisis metagenómico de todos los organismos presentes en el microbioma de las muestras, los investigadores se dieron cuenta de que las enzimas asociadas con la conversión de ácido láctico en propionato eran mucho más abundantes después del ejercicio.
«Hicimos algunos experimentos para introducir propionato en ratones y probamos si eso era suficiente para que este fenotipo tuviera una mayor capacidad física. Y lo fue», explica Kostic.
El microbioma, un poderoso aliado
Cada vez tenemos más evidencias que nos indican que los microbios que residen en nuestro organismo son poderosos aliados que mejoran nuestra salud y sin los que, probablemente, no seríamos capaces de sobrevivir.
“El microbioma es un motor metabólico muy poderoso», dice el Dr. Kostic, cuyo trabajo constituye un ejemplo sólido y directo de simbiosis entre los microbios y su huésped humano. «El anfitrión está produciendo algo que favorece a este microbio en particular. Luego, a cambio, el microbio está creando algo que beneficia al anfitrión», dice el experto. «Este es un ejemplo realmente importante de cómo el microbioma ha evolucionado para convertirse en esta presencia simbiótica en el huésped humano».
Suplementos de probióticos para darnos un empujoncito
Una de las aplicaciones de esta investigación sería la elaboración de cápsulas de probióticos que contengan Veillonella para ayudar a mejorar la capacidad física en personas con trastornos metabólicos a las que les pueda beneficiar especialmente la práctica de un deporte, pero que no sean capaces de hacer ejercicio al nivel requerido. La dosificación directa con la píldora de propionato no funcionaría, ya que el ácido graso se descompondría con los jugos digestivos antes de que pudiera tener efecto.
«Una mayor capacidad de ejercicio es garantía de salud y de protección contra las enfermedades cardiovasculares y la diabetes», ha explicado el investigador. «Esta suplemento aumentaría la capacidad de hacer ejercicio significativo y, por lo tanto, ofrecería protección frente a enfermedades crónicas».